Ver Córdoba desde sus más antiguos campanarios
Un circuito inédito con 500.000 visitas
CORDOBA.- Mirar la ciudad desde los campanarios se convirtió en una tentación para buena parte de los miles de turistas -casi medio millón- que llegaron a esta ciudad durante la Semana Santa. Aunque las autoridades de Turismo municipal todavía no tienen cifras definitivas, se sabe que las visitas guiadas por las torres de las iglesias estuvieron repletas.
Cientos de cordobeses, incluso, se reunieron en la explanada de la catedral para hacer el circuito y mirar su paisaje habitual desde las alturas.
Es que por primera vez la Córdoba de las campanas ofreció un paseo gratuito por las torres de las iglesias más representativas, todas situadas en el centro histórico.
El circuito incluyó el templo mayor y las iglesias de la Compañía de Jesús, Nuestra Señora de la Merced y la basílica de Santo Domingo.
A partir de la obra jesuítica, que se tradujo en la construcción de templos, estancias y una universidad -consideradas Patrimonio Cultural de la Humanidad- y del fuerte arraigo que tuvieron aquí las diversas órdenes católicas, la ciudad fue definiendo un claro perfil religioso.
Sin embargo, los lugares más recónditos de las construcciones eclesiales estuvieron vedados al ingreso del público durante décadas.
El patrimonio
"Decidimos que para esta Semana Santa lo más acertado era revalorizar lo más valioso que tiene la ciudad: su patrimonio religioso. Entre otras cosas, porque advertimos que el turismo cultural está teniendo un crecimiento notable en toda la provincia", explicó el director de Patrimonio Cultural de la municipalidad, el arquitecto Carlos Page.
A partir de que el conjunto jesuítico fue declarado Patrimonio Cultural, en diciembre último, las visitas a las estancias y a la manzana jesuítica crecieron en un 30 por ciento. Y, obviamente, durante estas minivacaciones el servicio de guías gratuitas de la ciudad no dio abasto para atender la demanda de interesados.
La idea de habilitar los campanarios de las iglesias para las visitas demandó la refacción de escaleras, pasillos y patios antiguos. "El patio de las higueras de la catedral, por ejemplo, estaba funcionando como un depósito, completamente abandonado", explicó Page.
Con la participación de guías especialmente entrenados, los interesados en hacer el "paseo de la fe" conocieron algunas reliquias imperdibles.
En la Compañía de Jesús, por ejemplo, existe una campana de 1637, más antigua que la propia iglesia jesuítica, y una matraca de madera gigante del siglo XVIII, que hasta el siglo pasado se tocaba durante la Semana Santa. La campana más nueva llegó a la iglesia en 1914, como parte de la celebración del centenario del regreso de la orden a estas tierras.
Ante semejantes reliquias, los turistas que buscaban propuestas acordes con el espíritu de la Semana Santa, así como los cordobeses que quisieron mirar la ciudad con otros ojos, expresaron su entusiasmo. Y los que no pudieron aprovechar el circuito, reclamaron que la iniciativa se repitiera.