Variante Delta: qué alternativas hay a las restricciones a los vuelos, según los especialistas
Los expertos coinciden en que la vacunación, los testeos y los cuidados extremos siguen siendo claves frente al riesgo de una nueva ola
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Reducir la cantidad diaria de viajeros que ingresan al país para retrasar la circulación local de variantes del virus de Covid-19 que están causando rebrotes en el mundo sin reforzar la vacunación, los testeos y los cuidados en la población no hará más que aumentar la vulnerabilidad frente a una tercera ola que ya se considera inminente.
Silvia González Ayala, profesora titular de la cátedra de Infectología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, fue la primera en explicitarlo al afirmar ayer a LN+ que el cierre de fronteras con otros países y la disminución del cupo a 600 ingresos diarios de viajeros son “una medida más”. Destacó, además, como el resto de las voces consultadas, en la importancia de acelerar la vacunación de manera de alcanzar las 500.000 aplicaciones diarias en el país, completar ambas dosis con los tres inmunizantes disponibles en el país y sostener los testeos con búsqueda de contactos y el cumplimiento efectivo de los intervalos de aislamiento.
“Medida casi simbólica”
“El cupo para el ingreso al país no es una medida muy efectiva, menos en la Argentina, donde Ezeiza es solo un punto de entrada. Están el resto de los accesos, como los pasos fronterizos y los cruces informales, a través de los que también puede entrar el virus. Es una medida casi simbólica”, opinó Adolfo Rubinstein, epidemiólogo y exministro de Salud de la Nación.
Propuso como opciones ampliar los controles a la entrada al país por todas las vías: ser mucho más estrictos con los testeos, que todos los que llegan cumplan el aislamiento y reforzar la secuenciación genómica para la detección oportuna y la vigilancia de la circulación comunitaria.
“¡Cómo no se va a poder controlar a 2000 viajeros que llegan por día! –planteó–. En general, la reducción del cupo de ingreso es una medida con poca efectividad, que puede ralentizar la circulación de una variante que, se supone, ingresará por Ezeiza desde Europa. La única estrategia efectiva para mitigarla es vacunas con segundas dosis, sobre todo a la población de riesgo, testear con aislamiento y hacer la secuenciación genómica de muestras.”
Alerta global
“La medida de restricción de vuelos responde a una preocupación en todo el mundo que es la propagación de la variante Delta del coronavirus que sabemos que es más contagiosa y potencialmente causante de nuevas olas pandémicas. Hemos encontrado casos aislados, pero aún no hay circulación comunitaria comprobada. Con una sola dosis hay menor protección contra esta variante (poco más del 30%)”, explicó Agustín Ciapponi, coordinador del Centro Cochrane Argentina-IECS.
A la vez, recordó que, hasta ahora, en el país solo el 9% de la población tiene la vacunación completa. “Considerando que esta proporción es por ahora baja, parece correcto restringir o desalentar los viajes, especialmente los turísticos, ya que las medidas de detección, aislamiento y control del cumplimiento (aunque se hagan) tienen limitaciones en todo el mundo. Una encuesta indica que solo el 60% cumplían la cuarentena posviaje en la Argentina”, agregó.
Puso como ejemplo Chile, que encontró casos con la variante Delta y tiene cerradas las fronteras, mientras comentó que en Reino Unido están reviendo la posibilidad de limitar las restricciones que habían planificado por esta cepa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó el viernes pasado la información sobre el avance de la variante Delta que más está preocupando por su alta transmisibilidad. En Asia, Europa y Estados Unidos ya encendió las alarmas. El director general de la OMS, Adhanom Ghebreyesus, advirtió sobre dos puntos débiles para los países en esa propagación: la población no vacunada y donde se relajan las medidas de salud pública.
González Ayala, que también integra el Grupo PAIS, que reúne a cien especialistas en salud pública, explicó que “técnicamente es imposible impedir la entrada de un virus, en este caso de una variante, que circula con una persona. Está en más de 85 países ya, de acuerdo con la OMS. Si no se trabaja efectivamente con las medidas de protección personal, se va a introducir, vamos a tener circulación comunitaria y, otra vez, tendremos una situación muy crítica con el sistema de salud. El personal está agobiado, agotado. Son semanas de muchísima tensión”.
Mantener la distancia social (2 metros), usar protección ocular, utilizar adecuadamente el barbijo social (que ajuste perfectamente a la cara) y la higiene de manos. “Esas medidas básicas son de altísima eficacia”, sostuvo.
Monitoreo
Con las nuevas restricciones para los viajeros internacionales, el cupo de ingresos diarios se redujo a 600 pasajeros por día de los 2000 que lo venían haciendo hasta el domingo pasado. En lo que va del año, hasta hace dos semanas, el laboratorio nacional de referencia para virus respiratorios de Anlis Malbrán estudió 248 muestras de viajeros que dieron positivo en el testeo de Ezeiza o, que tras dar negativo en ese control, dieron positivo en sus provincias.
En ese monitoreo, según se informó hasta ahora, se detectaron dos casos importados con la variante Delta: uno en abril proveniente de Europa, que el Ministerio de Salud comunicó en mayo pasado, y otro a comienzos de este mes que regresó de Estados Unidos. Ambos cumplieron el aislamiento obligatorio en hoteles de la ciudad.
La variante Delta (India) es mucho más transmisible que las de Reino Unido, Manaos o la Andina, que son las que están circulando en la comunidad y provocaron el aumento de casos previo a la subida rápida de contagios en esta segunda ola. A la vez, preocupa porque las vacunas que van mostrando niveles aceptables de protección lo hacen con los esquemas completos.
En algo coinciden los especialistas: no debería alcanzar la circulación comunitaria, aunque a la vez reconocen con cierta aceptación que eso ocurrirá y será en las próximas semanas.
“Toda la sociedad sufrió y sigue sufriendo mucho por la pandemia y justo ahora, que estamos viendo la luz al final del túnel con una campaña recientemente acelerada con la llegada de vacunas en cumplimiento de los contratos, bien vale la pena esperar un par de meses a que una mayor proporción de argentinos alcance la vacunación completa –agregó Ciapponi–. A todos nos molesta la limitación de ciertos derechos individuales, pero en este caso el derecho colectivo a ponerle fin a esta pandemia justifica, temporalmente, las medidas.”
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