Formosa: Víboras, cucarachas, baños sucios y un ventilador para 45º en un centro de aislamiento para "castigados"
Un grupo de formoseños que realizan la cuarentena por la pandemia de coronavirus en el centro de aislamiento de la localidad de Gran Guardia, a 80 kilómetros de Formosa capital,enfrentan condiciones de vida deplorables, según sus propias imágenes.
El lugar, una salita de primeros auxilios que se reconvirtió en uno de los 43 "Centros de Alojamiento Preventivo", en el cual realizan la cuarentena obligatoria aquellas personas que logran ingresar a Formosa, se convirtió en un verdadero castigo para los que son enviados allí.
En el sitio pululan las cucarachas y el domingo por la noche, con la tormenta, además de inundarse los pisos, apareció una víbora. Los baños no están limpios ni parecen en condiciones de albergar a personas que realizan una cuarentena, según las fotos que trascendieron del lugar.
El lugar no cuenta con heladera y solo hay un ventilador para tratar de mitigar una temperatura que puede superar con facilidad los 45 grados, cuando el sol pega fuerte, algo muy habitual en esas latitudes y a estas alturas del año.
"Queremos ir a casa"
"Solo pedimos que nos dejen completar la cuarentena en nuestros hogares, yo soy de Formosa capital. Acá nos dan almuerzo y cena, pero no tenemos agua fresca y la leche que compro para mi hijo se corta porque no hay heladera. No nos estamos quejando, porque pasamos 18 días viviendo a la intemperie para poder entrar, pero queremos ir a casa a completar la cuarentena", dijo a LA NACION Daniel "Tito" Romero.
Romero es un peón rural que se fue con su familia a trabajar en un campo de Córdoba. Al tiempo se quedó sin trabajo y volvió a su provincia, donde pasó 18 días acampando a las puertas de la localidad de Mansilla, pero del lado chaqueño del río Bermejo.
"Vivíamos en el campo y dormíamos a la intemperie, así que acá estamos mejor, pero ya queremos ir a casa", explicó. "Estamos en perfectas condiciones, todos sanos", agregó.
Romero logró ingresar en la provincia porque presentó un recurso de hábeas corpus en uno de los 2 juzgados federales de la provincia. La Justicia le ordenó al Gobierno que lo dejara ingresar. El Gobierno acató la orden, pero enviando al hombre, su mujer y sus hijos a Gran Guardia, donde se sospecha que mandan a todos aquellos que se atreven a desafiar el sistema de gestión del Covid-19 con recursos judiciales.
"Sí, creo que estamos castigados por haber entrado por la vía judicial", señaló Romero, sin ánimos de "comprar" más problemas con declaraciones que puedan irritar al Gobierno. El abogado que lo patrocina, Carlos Lee, también explicó que la medida de enviar a los que ingresan por hábeas corpus a Formosa a este sitio es un verdadero castigo por desafiar al sistema sanitario formoseño.
Lee le contó a LA NACION que acaba de presentar un nuevo recurso para que se ponga en condiciones el centro de Gran Guardia o se envíe a las personas que están allí a lugares con condiciones más adecuadas.
Críticas en conferencia de prensa
El gobierno de Formosa no se toma bien las presentaciones a la Justicia para ingresar en su territorio ni las críticas públicas a su sistema de gestión del Covid. La semana pasada, el Gobierno de Insfrán admitía 4600 formoseños varados, mientras fuentes extraoficiales hablan de 10.000 personas esperando para entrar en el territorio.
Solo ingresan entre 200 y 300 por semana,de acuerdo con la disponibilidad que hay en los 42 centros de aislamiento distribuidos en toda la provincia.
Romero es de Formosa capital, donde hay 23 de estos lugares, pero, sin embargo, lo mandaron a Gran Guardia.
Gran Guardia no cuenta con distanciamiento entre los cuarentenados ni con la debida climatización de la que alguna vez habló el ministro, ni buena señal telefónica ni heladera
Otro que estuvo en ese lugar es Marcelo Ocampo, un reconocido emprendedor que también ingresó gracias a un hábeas corpus. Pero tras dos días allí, dijo "basta" y decidió salir de Formosa, no sin antes hacer un duro descargo contra Jorge González, el Ministro de Gobierno y titular del Consejo de Atención Integral de la Emergencia (COVID-19), que gestiona la pandemia.
González ofrece todos los mediodías, desde que arrancó la cuarentena, una conferencia de prensa en la que no se priva de criticar a todo aquel que desafía al sistema.
Los mejores números de la Argentina
Sin embargo, también hay que decir que los números le dan la razón al sistema de contención del coronavirus de Formosa.Es la provincia con menor número de contagios (solo 171, con 144 recuperados), la única que no tuvo fallecidos y la anteúltima provincia a la que ingresó el Covid-19, justamente por los pasos que hoy están fuertemente custodiados.
González suele fustigar en sus conferencias diarias (ya ofreció 229 consecutivas) a los abogados que presentan hábeas corpus, los varados que se animan a hablar con los medios de comunicación, los medios "porteños" y también algunos diarios formoseños.
"Lo único que logró es que muestre lo que son sus tan famosos centros de aislamiento, que por supuesto están muy lejos de ser dignos. Lo invito a usted a pasar 48 horas en ese centro, como lo hicimos nosotros", explicó Ocampo.
"Gran Guardia, a 80 kilómetros de la capital, no cuenta con distanciamiento entre los aislados, compartiendo espacios y sanitario todo el tiempo, tampoco cuenta con la debida climatización de la que alguna vez habló el ministro, ni buena señal telefónica, la cual nos permitiría seguir trabajando, no tiene heladera, elemento esencial para conservar los productos lácteos de los menores que hay ahí", señaló Ocampo, quien posteó sus comentarios dirigiendo sus dardos a González, pero preservando a Insfrán.
"Me llama la atención como el gobernador puede confiarle tanto a una persona", aseveró.
LA NACION se comunicó con un funcionario del equipo de prensa del gobierno de Formosa para invitarlo a realizar comentarios sobre la cuestión, pero hasta el momento no obtuvo respuestas.