Uno por uno: cuáles son los 10 hospitales del AMBA que tienen más camas ocupadas
La pandemia del coronavirus Covid-19 cada vez se ensaña más con el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que ya concentra más del 91% del total de casos de todo el país. La suba de los contagios trae aparejada, entre otras cuestiones, un aumento de la demanda de camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI).
Este eslabón de la cadena es el que se sigue con mayor atención en las últimas semanas. Hoy hay más de 600 pacientes de covid-19 en UTI.
Ayer, la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, indicó que el 92,7% de los infectados por el virus SARS-CoV-2 atendidos en unidades de terapia intensiva se encuentran en sanatorios de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Además, informó que el porcentaje de ocupación de camas UTI, sumando todas las patologías, estaba en el 50,1% a nivel país y en 55,7% en el AMBA. Sin embargo, la distribución dentro de los centros de salud no es pareja y al menos 10 hospitales, cinco en Provincia y cinco en Ciudad, tienen su ocupación por encima del 60%, según datos revelados por autoridades sanitarias a LA NACION.
Los cinco hospitales públicos bajo la jurisdicción de Axel Kicillof con mayor ocupación son:
- Hospital gobernador Domingo Mercante (José C. Paz) - tiene 8 camas y la ocupación es del 100%.
- Hospital Simplemente Evita (González Catán) - tiene 12 camas y la ocupación es del 100%.
- Hospital Magdalena V. de Martínez (General Pacheco) - tiene 19 camas y la ocupación es del 100%.
- Hospital Isidoro Iriarte (Quilmes) - tiene 15 camas y la ocupación es del 95,24%.
- Hospital Interzonal Profesor doctor Luis Güemes (Haedo) - tiene 21 camas y la ocupación es del 90,91%.
En tanto, los cinco hospitales públicos bajo la jurisdicción de Horacio Rodríguez Larreta con mayor ocupación son:
- Hospital Juan Fernández - tiene 60 camas y la ocupación es del 82%.
- Hospital Cosme Argerich - tiene 41 camas y la ocupación es del 80%.
- Hospital José María Ramos Mejía - tiene 33 camas y la ocupación es del 79%.
- Hospital Donación Francisco Santojanni - tiene 49 camas y la ocupación es del 67%.
- Hospital Vélez Sarsfield - tiene 11 camas y la ocupación es del 45%.
La clave, tener un sistema inerconectado de derivaciones
En diálogo con LA NACION, Eduardo López, médico infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, analizó los datos y remarcó: "Tiene que haber un sistema interconectado y sinergizado para optimizar la derivación".
"Ante un caso de ocupación plena de camas, está el sistema de derivación. Se trabaja en un sistema interconectado. Si el hospital está lleno no se puede recibir más gente y se pierde un tiempo valioso para el paciente. Lo que se tiene que hacer es interactuar y refinar la búsqueda para que la persona llegue a un lugar donde haya camas disponibles", dijo el médico que forma parte del gabinete de expertos que asesoran al Gobierno en el marco de la pandemia.
López reiteró: "Yo vengo insistiendo en que se tiene que armar un sistema donde el paciente complejo, antes de que pase a la terapia donde no van a tener lugar, pase a hospitales de cercanía. Si no, un poco más lejos. Lo que no puede suceder es tener un paciente para ingresar a terapia y que el lugar esté ocupado. Se debe trabajar varios escalones antes".
"En la cotidianidad uno puede detectar, sin ningún problema y con antelación, que un paciente puede necesitar llegar a terapia intensiva. El médico va revisando los exámenes que se le hacen al paciente y puede determinar si está evolucionando con mayor dificultad y riesgo de pasar a terapia. Si a eso se le agregan las comorbilidades, que están dadas fundamentalmente por hipertensión, obesidad y diabetes, son individuos que se deben trabajar precozmente para derivarlo si no se tiene cama en el sistema propio", aseguró el infectólogo y detalló que también hay sanatorios privados trabajando a camas plenas.
Ante la consulta de cómo es el funcionamiento interno durante una ocupación plena, dijo: "Se trabaja con mayor tensión y se debe estar intercomunicado con todo el sistema para generar una derivación en el momento oportuno. En la actualidad eso está funcionando en la ciudad de Buenos Aires, que es donde trabajo. No puedo hablar de Buenos Aires, porque no trabajo ahí".
"La Ciudad tiene armado un sistema de tres anillos: rojo, amarillo y verde. El rojo está integrado por los hospitales con el mayor número de camas y mayor complejidad que reciben a los pacientes. Son los que están en la primera línea", explicó López y reiteró: "Se tiene que tener armada la red de derivación, para encontrar el más adecuado y a la menor distancia posible".
Luego recordó dos ejemplos del exterior que debieron derivar pacientes por la falta de camas de terapia intensiva. "Hay dos modelos que se pueden ver de lo que se hizo afuera. Por ejemplo Francia, que recibió pacientes que estaban en terapia intensiva en Alemania. Primero se hizo en ciudades con cercanía de fronteras. Después tenemos el caso de Chile, donde lo que se hizo fue derivar a personas que necesitaban terapia que estaban en Santiago, a otras ciudades".
"Acá tenemos la gran ventaja de que, por ejemplo, en Rosario tenemos muy pocos casos y tiene excelentes hospitales de alta complejidad. Entonces, se puede derivar, sin ningún tipo de problema, pacientes a Rosario que están en media hora de avión o en tres horas por ruta", analizó el experto y cerró: "Lo que se tiene que evitar es que el paciente llegue al traslado a terapia intensiva con un estado de gravedad tan avanzado que termine siendo un impedimento para poder derivarlos"
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