Uno de cada tres niños va a un jardín pago
Según el Observatorio Argentinos por la Educación, el nivel inicial es el más privatizado
Le hubiera gustado mandarlo a un jardín maternal. Pero pagar una guardería no estaba a su alcance y la oferta estatal de educación inicial en el barrio La Sarita, en Quilmes, empieza a partir de sala de tres años. "Hasta que cumplió esa edad lo cuidaron los abuelos, las tías o alguna amiga mientras yo trabajaba. Y para anotarlo en salita de tres, en el Jardín de Infantes 954, fui con una silla y el mate a las 4 para no quedarme sin lugar -recuerda Magalí González, madre de Sebastián, de 5 años-. Una amiga mía no tuvo suerte y su hijo recién puedo arrancar este año, en sala de cuatro".
El nivel inicial es el más privatizado del sistema educativo. A nivel nacional, uno de cada tres niños va a un jardín privado; a medida que la edad baja, hasta llegar a lactantes y deambuladores, el porcentaje aumenta. Solo la sala de cinco presenta niveles de matrícula estatal similares a los otros niveles obligatorios (primario y secundario): siete de cada diez alumnos van a una escuela de gestión pública. Los datos surgen de un informe del Observatorio Argentinos por la Educación, elaborado a partir de una plataforma interactiva que contiene casi 70 millones de registros públicos sobre indicadores fundamentales relacionados con la educación.
Según las conclusiones del informe, el déficit de oferta estatal de jardines maternales y de infantes supone que, en ciertas zonas del país, solo acceden a la educación inicial aquellos que pueden pagar por ella. "Hay datos muy significativos cuando se analiza la situación en las distintas regiones. Y la sala de tres es una de las muestras más claras de la desigualdad según las provincias", dijo Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo del observatorio. Hay once provincias donde predomina la asistencia a jardines privados. "En San Juan, el 90% están matriculados en el sector privado; en Mendoza, el 86%, y en Formosa, el 75%. El escenario es totalmente el opuesto en Santiago del Estero, Salta y La Rioja, donde la matrícula estatal supera el 80%", agregó.
"Los padres no están obligados a mandar a sus hijos al jardín de infantes, pero si quisieran hacerlo deberían tener la oferta estatal para cubrir la demanda -dijo Ibarzábal-. Sin embargo, la cobertura es muy dispar".
En la ciudad de Buenos Aires, en tanto, el 61% de los niños escolarizados en sala de tres asisten a instituciones privadas, mientras que en la provincia de Buenos Aires la situación se invierte. También hay un marcado contraste entre Santa Fe y Córdoba: en la primera predomina la matrícula privada (51,5%) y es minoritaria en la segunda (28,6%).
En sala de dos, seis de cada diez niños asisten a un jardín privado en promedio, aunque también existen diferencias entre una punta y la otra del país. Mientras que en Santa Cruz o La Pampa el porcentaje es del 100%, entre Catamarca, Salta y Corrientes apenas suman el 30%.
Más radical se muestra el segmento que agrupa a los niños de 45 días a un año, ya que hay provincias como Neuquén, San Luis, San Juan, Formosa, Mendoza y Santa Cruz donde no hay lactantes y deambuladores que vayan a una guardería de gestión estatal. En esos casos, el 100% de los padres deben pagar por el cuidado, la atención y el estímulo pedagógico de sus hijos.