Una enfermedad “oculta”: seis respuestas a las dudas que surgen sobre la endometriosis durante las consultas
Se estima que afecta a un millón de argentinas en edad reproductiva, pero aún se la pasa por alto en los controles de rutina o por síntomas; pasado mañana habrá una jornada educativa online para pacientes
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Aun cuando en los últimos años mejoró su detección, la endometriosis todavía es una enfermedad “oculta”, que se sigue pasando por alto en los controles de rutina o cuando se consulta por síntomas, como la dismenorrea o el dolor pélvico crónico. Y eso que, según estiman los especialistas, afecta a por lo menos una de cada 10 mujeres en edad reproductiva. En el país, eso se traduce en poco más de un millón de mujeres de 15 años o más.
“La información es la mejor herramienta que puede tener una paciente para enfrentar el desconocimiento profesional. Es útil para la sospecha diagnóstica y necesaria durante una consulta”, dice Victorio Viglierchio, especialista en cirugía gineco-reproductiva del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Desde hace cuatro años, se dedica casi exclusivamente al tratamiento quirúrgico de la endometriosis, que es el crecimiento del tejido que recubre el interior del útero (endometrio) en los ovarios, las trompas, la vejiga, los intestinos y hasta órganos más distantes. Una de cada cuatro mujeres con endometriosis padece la forma más grave, que es la endometriosis profunda.
“Antes, a las pacientes con sospecha [clínica] se las sometía a una laparoscopía para hacer el diagnóstico. Pero, hoy, con un interrogatorio exhaustivo, un examen físico y métodos complementarios, como la resonancia y la ecografía transvaginal en manos entrenadas para ver y describir la endometriosis nos alcanza para tener un diagnóstico presuntivo alto”, afirma.
“¿Necesito entonces un diagnóstico de certeza para actuar en el tratamiento de una paciente? —plantea—. La respuesta es no”.
Una mujer puede llegar a esperar años por el diagnóstico adecuado. Cuando hay síntomas (dolor pélvico, cansancio, depresión), la enfermedad altera la rutina: revisiones recientes de estudios hechos en Europa o Estados Unidos dan cuenta de la disminución de la productividad y el ausentismo laboral asociada.
Segunda opinión
En el Hospital Italiano funciona un consultorio de segunda opinión. Sus integrantes, de distintas especialidades, revisan los estudios por imágenes de las consultas que les derivan o llegan de manera espontánea sin que las pacientes tengan que repetirlos. Viglierchio coordina la tarea. “Muchas veces hay desconocimiento de la patología y el tratamiento, pero es la incapacidad de reconocerla lo que lleva a una mala indicación quirúrgica”, apunta.
Pasado mañana, a las 17, con la Fundación Proyecto Mujer, habrá una nueva jornada educativa por el Mes Mundial de la Endometriosis para las pacientes. “Es importante que las mujeres y sus familias sepan que se puede vivir a pesar de la endometriosis. No hay que dejar de trabajar, de hacer deporte, proyectar la maternidad o tener una vida sexual plena por eso”, dice el especialista, que dirigirá la jornada con sus colegas Patricio Rosas y Melisa Pereyra.
Se podrá seguir por las redes sociales a través de @gineconline, @fundacionproyectomujer y un canal de YouTube. El programa, según explican los organizadores, incluye respuestas a las dudas más comunes sobre el diagnóstico, el tratamiento multidisciplinario, la fertilidad y calidad de vida, como las siguientes:
1. ¿Cuándo el dolor menstrual es motivo de sospecha?
Uno de los síntomas típicos de la enfermedad es la dismenorrea, aunque no todos los dolores durante la menstruación son por endometriosis, según aclara Viglierchio. En la sospecha influye la localización del dolor, la oportunidad y la duración. Hay una proporción de mujeres con dolor pelviano (por debajo del ombligo) crónico, que es el dolor menstrual fuera de la menstruación y tiene a la endometriosis entre sus múltiples causas. A la vez, de acuerdo con el tipo de endometriosis (ovárica, superficial o profunda) también puede aparecer dolor al ir de cuerpo (disquecia), al costado de la pelvis, durante las relaciones sexuales o en el sacro. “No hay una correlación entre la extensión de la enfermedad y los síntomas”, señala el médico. “Hay que conocer la sintomatología de la endometriosis para poder preguntarle a la paciente para detectar o descartarla.”
2. ¿Hay que esperar hasta tener certeza diagnóstica para iniciar el tratamiento?
No, si se tiene conocimiento de la enfermedad. Para Viglierchio, con el interrogatorio adecuado en la primera consulta, el examen de la paciente, una ecografía transvaginal o una resonancia hecha por personal entrenado se puede tener una aproximación al diagnóstico con un nivel de sospecha alto como para decidir cómo encarar el tratamiento. “Vemos casos en los que el informe de resultado de la resonancia indica endometriosis, pero se les indica una laparoscopía para saber si tienen endometriosis —comenta el especialista—. Si se opta por un procedimiento quirúrgico en esos casos, que sea para el tratamiento, no el diagnóstico”.
Sobre la endometriosis profunda, que se detecta en un 25% de las pacientes, Viglierchio es contundente: “No puede ser un hallazgo quirúrgico. Ahí hay que utilizar métodos complementarios. Y de tener indicación la cirugía, se debe realizar la excisión completa de la enfermedad”.
3. ¿Cuándo está indicado el tratamiento quirúrgico?
Además de encontrar la enfermedad, hay que definir su extensión y conocer cómo afecta a cada paciente, su edad, su deseo reproductivo y los síntomas. Pero la indicación quirúrgica, de acuerdo con el especialista, dependerá del conjunto de síntomas de cada paciente, excepto cuando la enfermedad esté extendida, haya comprensión de los uréteres, con una posible pérdida de la función renal, o una afectación intestinal del 50% o más. “Si tiene una calidad de vida aceptable, no hay indicación quirúrgica —dice Viglierchio—. En general, a la paciente asintomática no hay que operarla, pero sí explicarle la importancia del tratamiento médico”.
Eso incluye el uso de medicamentos, una dieta y kinesiología pelviana, entre otras. También está indicada la cirugía cuando las pacientes con síntomas no responden al tratamiento clínico. “El tratamiento médico continúa después del quirúrgico. La cirugía no lo reemplaza, son un complemento —recuerda—. El objetivo es mejorar la calidad de vida y que la mujer pueda continuar con su vida a pesar de la endometriosis”.
4. ¿La endometriosis es hereditaria?
Los estudios sobre la enfermedad coinciden en que hay relación entre la endometriosis materna y la herencia en las hijas. También influyen factores como no tener hijos o retrasar la maternidad y haber tenido cesárea en lugar del parto vaginal.
5. ¿Es una enfermedad cada vez más común?
Si los diagnósticos están aumentando es, para Viglierchio, porque en los últimos años creció el conocimiento de la endometriosis en la comunidad médica. También, lo atribuyó al trabajo de los grupos de pacientes para divulgar información. “Las grandes endometriosis se están viendo en pacientes de entre 30 y 39 años —indica—. Retrasar la búsqueda del embarazo puede ser un factor de riesgo”.
6. ¿Es posible el embarazo?
El 40% de las pacientes necesita un tratamiento para quedar embarazada. “¿Pero por qué no dar la posibilidad de que una paciente esté en el otro 60%?”, plantea el especialista. La recomendación que su equipo les da a las pacientes, según explica, es que intenten concebir durante seis u ocho meses sin un tratamiento de fertilidad. Luego, si no lo logran, hay que estudiar otros factores de riesgo asociados, que incluye a su pareja para descartar algún factor masculino, entre otras causas. Si la indicación es la fertilización in vitro, Viglierchio aclara que el tratamiento quirúrgico previo de la endometriosis no mejorará el resultado, salvo excepciones.
¿Cuáles son? Si la enfermedad afecta al ovario (endometrioma de más de 4 cm) porque al extirpar los quistes mejora la respuesta a la estimulación; con dos o más intentos fallidos de un tratamiento de alta complejidad porque la intervención mejora la tasa de fertilidad, o si la paciente depende del tratamiento farmacológico para aliviar los síntomas de la endometriosis y tiene que suspenderlo por el tratamiento para quedar embarazada. En este caso, con la cirugía se busca mejorarle la calidad de vida, según aclara el profesional.
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