Una decidida actitud para experimentar y aprender

Esclavos del tiempo, estamos condenados a la dinámica del cambio. De modo que gran parte de nuestra suerte se juega en cómo navegamos en el río de la transformación. Pero mientras desata impredecibles consecuencias , el tsunami digital -la mayor fuerza de cambio del siglo XXI- también abre oportunidades. Por ejemplo, para crear. Por eso, en su camino de transformación LA NACION decidió el año pasado expandir su periodismo al lenguaje audiovisual dentro del mundo digital, y ahora crear un canal de televisión.

Con el entusiasmo y el vértigo que provoca la página en blanco -y esa sensación de que todo es posible-, hace seis meses un pequeño equipo comenzó a definir los primeros pilares del proyecto: actualidad, mirada positiva e historias humanas. De a poco se fueron sumando especialistas de las más diversas disciplinas: productores y realizadores, expertos en marketing y en sistemas, desarrolladores de marcas y de diseño animado, que junto a los editores, videógrafos y fotógrafos conformaron un equipo diverso que experimentó el potencial de la colaboración creativa. La capacidad de multiplicar el talento trabajando en equipo es el corazón de la innovación constante.

La aventura de lanzar un canal de televisión exige una decidida actitud de experimentación y aprendizaje. Así se navega el río de la transformación. Porque las organizaciones -y las personas- no fracasan cuando eligen el camino equivocado, sino cuando no se animan a imaginar uno mejor.

El autor es secretario general de Redacción de LA NACION

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