Durante diez años manejó su propia agencia de diseño grafico a la que fue sumando servicios hasta convertirla en una empresa de comunicación visual integral. Pero aunque le iba bien en la vida que había diseñado para sí misma, como profesional independiente que podía vivir de su profesión, un día Lorena Galasso sintió no estaba todo dicho. En una especie de crisis vocacional que duró poco y remontó a fuerza de movimiento, búsqueda y, en definitiva, la capacidad de escuchar el llamado de su voz interior: "Seguí tu pasión, el camino es por ahí" parecía dictarle. Así nació Las Romeas, un emprendimiento propio que se hizo un lugar de reconocimiento en el mundo gourmet: su presencia garantiza un toque de distinción en materia de chocolates.
Las Romeas tiene como misión unir el diseño con el chocolate y esa esencia se refleja en productos únicos, de calidad premium, dirigidos a un nicho de público exclusivo, sibarita y cultor del buen vivir.
"Las Romeas nació en un momento donde quería abrir el juego de actividades, estaba como en una crisis y necesitaba buscar algo nuevo", cuenta Lorena. "De pronto un día evoqué mis recuerdos de la infancia, una época en la que fui tan feliz, rodeada de mis seres queridos, especialmente mis abuelos que siempre tenían un chocolate, algo dulce para mí y para mis primos. Mi abuelo Abel me regalaba unos chocolatines que venían con dibujos de unos animalitos y todavía tengo en mente la imagen de la caramelera de Romeo, mi abuelo paterno, que escondía en su placar y los nietos jugábamos a descubrirla".
Cuando se trata de seguir el llamado de la vocación, hay personas que necesitan cortar con el pasado, dar un giro de timón y animarse a hacer algo completamente diferente. Transformar el rumbo de sus vidas. No es este el caso. Lorena Galasso supo construir en base de lo existente y reformular su perfil emprendedor. Para eso decidió prepararse y aprender una nueva carrera: la de chocolatera.
"Me encantaba el chocolate y busqué hacer algo copado entre diseño y chocolate. Ya tenía diseñada la marca, hasta sabía qué nombre le iba a poner, pero no tenía los conocimientos necesarios. Por eso, en el 2010 hice cursos de chocolatería con José Luis Elías en el Instituto Buenos Aires de Pastelería Maestra, para estar en tema", rememora.
Arranca un dulce sueño
En 2011 se asoció con una licenciada en administración de empresas, que en esa primera etapa sumó su experiencia de trabajo en una cadena de franquicias de restaurantes de sushi, para darle la forma comercial al proyecto. Juntas, en esos inicios, también elaboraban los primeros productos, que hacían a mano, en forma totalmente artesanal.
"Hacíamos nosotras cada bombón. Lo envolvíamos, lo etiquetábamos. Guardábamos los los bombones envueltos uno por uno en en frascos, algo que todavía no era una moda. Creo que Las Romeas fue una de la primeras marcas que los usó. Era un laburo enorme. Y tuvimos la suerte de que en seguida nos empezaron a encargar".
Las redes sociales y el timing fueron claves a la hora del lanzamiento de la marca y sus productos. En una página de Facebook en se mostraban las creaciones de Las Romeas y a partir de alli se fue dando a conocer al público. Esto ocurrió muy cercano en el tiempo al Día de la madre y así fue que su primer gran pedido llegó: Cablevisión encargó 80 frascos con bombones para regalar a sus empleadas en esa fecha. "Fue nuestro primer gran trabajo con el chocolate, no podíamos creerlo, hicimos todo a mano".
Después las llamaron de una casa de decoración de Recoleta que exhibió sus productos durante dos años en su vidriera y hasta participaron de Casa FOA con una nueva línea de chocolates, cortados a mano, estampados, con formas geométricas. "Para mí como diseñadora y como chocolatera estar ahí fue como si me hubiera ganado el Oscar", confiesa Lorena.
Darle forma al negocio
La evolución del negocio llevo a una redefinición y una profesionalización en la calidad del producto. Actualmente, ya sin socia, Lorena continua en la búsqueda constante por las mejores variedades de cacao, las materias primas originales, los aromas, los maridajes con vinos y los viajes a distintos países. Todos los pasos dados fueron clave para arribar a lo que es hoy Las Romeas.
Lorena lleva sus productos a distintos eventos, de carácter exclusivo, para grupos selectos. La Nación participó de uno de estos, la cena final de una serie de encuentros de cata de vinos, organizado por Les Sommeliers (@les_sommeliers), a cargo de Tatiana Berghmans, cuyo broche de oro, fue una serie de 3 bombones diseñados especialmente para esa ocasión.
El Red Wine (relleno con vino), el Citric (con sabor a lima y especias) y el Ruby, confeccionado al último descubrimiento en materia de cacao, que da un chocolate rosa (sin ningún tipo de tintura ni aditivo). "Soy muy inquieta y estoy todo el tiempo investigando para perfeccionar mis creaciones y lograr sabores y texturas nuevas, algo que nunca hayas probado antes", nos contó Lorena en esa ocasión, después de presentar las distintas especias, frutas e ingredientes que contenían los bombones.
La personalización es otra de sus obsesiones. Que cada producto sea una sorpresa para el paladar y el placer sensorial de quien lo recibe. A los eventos suele llevar los chocolates que recolecta en sus viajes. Brinda claves para aprender a degustarlos, a reconocer los distintos varietales de cacao: el mono origen, el criollo o el forastero, según su textura, su aspereza, la forma en que se disuelve en la boca.
Chocolate rosa, mono orígenes y maridajes
Ahora está entusiasmada con el descubrimiento del chocolate rosa, una variedad que se lanzó al mercado hace muy poco tiempo y que todavía no se comercializa a nivel masivo.
Y, sin dudas, su gran logro es haberse animado a proponer el maridaje entre vinos y chocolates, una práctica que si bien en esta época se realiza a menudo, gracias al auge del vino en los últimos años, se puede considerar algo reciente.
"En 2011 saqué la línea de cajas de bombones con maridajes. Son chocolates de distintos varietales que vienen en cajas metálicas con una base con o 12 bombones y en forma de lajas aerografiadas con tinturas metalizadas comestibles. Es un producto de elite que está elaborado de acuerdo a la ficha técnica del vino con el que se recomienda maridar", describe Lorena. Luego, el afán por jugar, descubrir nuevas experiencias y sabores, la llevaron a reunirse, además de con sommeliers, con bartenders para armar maridajes con cócteles, con expertos en té o en café y lograr experiencias lúdicas en torno a los sabores, la música, que también suele estar presente y los ambientes.
La creatividad es la gran invitada a la fiesta. "Todo el proceso es hermoso", revela la emprendedora." Para mí, estar trabajando con gente sumamente reconocida en sus rubros, desde los mejore sommeliers, bartenders y restaurantes, no tiene precio", agrega.
Las claves de un producto único en su especie
- Elegir un nombre con significado. "El origen del nombre es por mi abuelo Romeo y el recuerdo de una infancia feliz llena de los dulces que él me regalaba".
- Armar equipos. "El plural del nombre de la empresa refiere a que me encanta trabajar con gente, hacer equipos, cosas con otros".
- Microproyectos. "En lugar de una sola visión, tengo muchos proyectos que voy cumpliendo, con un mismo hilo conductor, el chocolate y el diseño, pero con la amplitud necesaria para abarcar distintas experiencias".
- Acercamiento con el público. "Tengo muy claro cual es mi nicho, un público que busca lo único, que aprecia lo distinto".
- Calidad acompañada con estética. "El producto es muy cuidado en todos sus aspectos, tanto en su elaboración como en su presentación. Ahí juega mi mirada de diseñadora gráfica".
- Una definición clara, presentarse en una sola frase. "Las Romeas es un emprendimiento joven que busca el mix perfecto entre diseño, vanguardia y exclusividad a la hora de crear los chocolates y su envoltorio".
- Desafíos creativos. "Juegan un rol fundamental en el desarrollo de los productos y sus diferentes líneas".
- Tres líneas de productos: una de lujo e internacional, Queen Black Label en la que se presenta una variedad de granos u orígenes de cacao específicos, blends y maridajes en una caja forrada en seda negra. Otra de chocolateria gourmet, Saint Feelings, que incluye trufas, naranjitas bañadas en chocolate, turrones y otros productos en packs de vidrio y cartón. Y la tercera, de frutas frescas bañadas en chocolate, Las Berries: frambuesas, moras, cerezas, mangos para deleitar el paladar con el contraste de texturas.
- Lo más difícil es la parte admnistrativa. "Hay que buscar asesores expertos en finanzas,economía y negocios"
- Definir el perfil propio. "Yo quiero ser empresaria. Aprendí la metier porque quería hacer negocio,pero para la producción trabajo con chocolateras. Mi objetivo es crecer y diversificar los productos y servicios de Las Romeas".
- Redes sociales. "Hoy son imprescindibles en cualquier negocio y fundamentales para arrancar. IG @lasromeas".