Una carta para los jugadores de la Selección Argentina
Ludmila Torres sufrió un terrible accidente y, desde su cama de rehabilitación, desea contarle a los jugadores argentinos cómo la inspiran y le dan fuerzas para seguir adelante
"Ustedes son grandes. Me encanta su unidad y todo lo que generan en nosotros. Los quiero mucho". Así, con la voz rasposa producto de una traqueotomía reciente, Ludmila Torres, de 27 años, internada desde hace dos meses en un centro de rehabilitación de Villa de Parque donde todos los días intenta recuperar los movimientos de sus brazos, comienza a imaginar una hipótesis: ¿Qué le dirías a los jugadores de la Selección Argentina si los tuvieras frente a frente cinco minutos antes del partido contra Holanda?
A pesar del dolor extremo procura aceptar su presente en una silla de ruedas luego de haber estado cinco meses en la terapia intensiva del Hospital San Martín de La Plata tras un accidente. Magaly, su mamá, que se mudó de su Colón natal (Buenos Aires) para acompañar a Ludmila desde aquel 12 de enero trágico se "activa" con el juego imaginario. Ludmila tiene un puntero entre sus dedos de la mano izquierda ya que apenas puede mover el brazo gracias a la fuerza de sus hombros de nadadora del club Estudiantes de La Plata –el mismo club de Alejandro Sabella- para escribir en una notebook. Los kinesiólogos la ayudan a reeducar los movimientos.
La madre se entusiasma y también suma su voz: "Desde un insospechado rincón los está alentando Ludmila con una barra quilombera digna de que ustedes escuchen y lleven en su pecho los próximos partidos. Ludmila hace siete meses tuvo un accidente que le produjo lesiones neurológicas y medulares severas. Después de cinco meses en terapia intensiva los alienta desde un centro de rehabilitación donde está internada. Ludmila es deportista aunque no pueda movilizarse. Es deportista porque aún con las tremendas secuelas que sufre "entrena" y con ese ánimo inquebrantable los alienta".
Ludmila escribe un poco con el puntero. Y otro poco le dicta a Magaly.
"Tengo capacidades diferentes. Imagino que entro al vestuario en la previa a la semifinal. Viajo con el pasaporte de mis capacidades diferentes, esas que adquirí cuando decidí luchar por mi vida."
"Tengo capacidades diferentes. Imagino que entro al vestuario en la previa a la semifinal. Viajo con el pasaporte de mis capacidades diferentes, esas que adquirí cuando decidí luchar por mi vida. Desde entonces no hay límites ni obstáculos que me detengan: igual que a los muchachos cuando agarran la pelota. Escucho la charla técnica. Miro a los jugadores a los ojos. Estoy aquí para alentarlos, muchachos.
La Selección juega como me gusta que lo haga mi país. Como yo creo que los argentinos queremos ser como país: compartir la pelota. Mirar al que está al lado para pasársela. Y cuando la quita el rival, usar en el juego estrategias para recuperarla sin necesidad de pegar ni pasar por encima de nadie. Siento que nos representan no sólo con la camiseta sino con su forma de jugar. Construyen nuestra identidad con lo mejor de nosotros mismos. Me encanta lo unidos que son y lo que generan en nosotros. Son unidos porque tienen metas comunes, entre esas metas siento que está nuestra unidad como pueblo.
Si la pelota fuera una oportunidad todos la tendrían porque ustedes la comparten y la pasan con la misma generosidad que el mate en una ronda de amigos. Si la pelota fuera la soberanía ustedes la defienden con el coraje y convicción que dan los ideales colectivos. Si la pelota fuera el mundo festejaríamos sus golazos en la órbita de la igualdad y la justicia. Las personas se expresan a través del deporte. Ustedes expresan compañerismo y fuerza. Disfrutan el juego intuyendo que disfrutamos juntos. Merecen el triunfo. Ganar la Copa sería un premio a los valores que demuestran en la cancha. El reconocimiento indiscutible según las reglas del juego".
Si la pelota fuera una oportunidad todos la tendrían porque ustedes la comparten y la pasan con la misma generosidad que el mate en una ronda de amigos. Si la pelota fuera la soberanía ustedes la defienden con el coraje y convicción que dan los ideales colectivos
El Mundial se vive a pleno dentro del centro de rehabilitación de Villa del Parque. Los goles de Messi, Rojo, Higuaín y Di María se gritaron con intensidad. Magaly, la madre que acompaña, dice que el aliento de la hinchada hace que los grandes equipos salgan a la cancha con ánimo. "Ese coro de voces resuenan siempre como una música de quienes se entregan apasionadamente a una causa colectiva De hecho el origen etimológico del místico nombre "hincha" supone una expansión del equipo y dar aliento es respirar para el otro, con el otro, junto a otros".
El día después del partido contra Irán, del golazo agónico de Messi en el último minuto, Ludmila escribió por primera vez -luego del accidente- un texto en su muro de Facebook. Aquel día después del 1 a 0 dijo: "Me costó mucho aceptar esta situación y por momentos estuve confundida. Pero como mi mente está lúcida para tomar decisiones elegí seguir adelante. Los motivos que me ayudaron a tomar y sostener esa decisión son: el Amor y mis Deseos. Amor por mi familia y mis amigos con quienes quiero seguir compartiendo mi vida. Disfrutando juntos lo que nos une: música, recuerdos, pasiones, sonrisas, pasado y futuro. Deseos de volver a militar con el cuerpo ya que con el alma nunca dejé de hacerlo. Deseo que así como sentí que la gente que me quiere fue capaz de unirse para acompañarme y alentarme, como ahora se une el pueblo argentino para alentar a la selección en el mundial de fútbol podamos unirnos para trabajar por proyectos que incluyan a todos.
Deseo, aunque en este momento parece imposible, poder volver a nadar, volver a la pileta, al agua de la forma que sea. Esta es una esperanza que guardo en el fondo de mi corazón y que me sostiene dándome fortaleza. Sobre todo deseo poder llevar adelante mis proyectos: continuar estudiando y recibirme de abogada, y encontrar nuevos proyectos".
Deseo, aunque en este momento parece imposible, poder volver a nadar, volver a la pileta, al agua de la forma que sea
Luego de esa publicación, Martín, un amigo, ex jugador de fútbol de Sportivo Barracas de la Liga de Colón escribió un comentario en Facebook: "Ella es Messi". Y hoy Ludmila quiebra el eje porque se siente representada por los jugadores pero también siente que ella los representa. "De corazón les digo jueguen como los campeones que ya son. Campeones de la amistad. Campeones de la alegría. Campeones del juego limpio. Campeones de los sueños más nobles de los argentinos. Los quiero mucho. Confío en ustedes. Gracias por ser equipo".
Nota del autor: Ludmila es mi sobrina. Magaly es mi hermana. Me he pasado gran parte de mi recorrido periodístico buscando historias de superación, de personajes anónimos que nos iluminan con caminos nuevos, encuentros sencillos, obstáculos comunes. Hoy no fui a buscar una historia porque ésta es también la historia de mi vida. La voz de Ludmila es la mía, es la nuestra, la de todo un pueblo que sueña un sueño colectivo. Ser campeón no es ganar sino seguir andando.