Un sistema que está en revisión
En la provincia de Buenos Aires están trabajando en "un menú sugerido"
LA PLATA.- En la provincia de Buenos Aires, la calidad de los alimentos que se sirven en los comedores escolares también es motivo de preocupación. El Ministerio de Desarrollo Social, del que depende el Servicio Alimentario Escolar (SAE), inició un proceso de depuración del sistema destinado a asegurar que los recursos se distribuyan en forma eficaz entre los 1,8 millones de chicos que comen diariamente en la escuela, mientras los gremios docentes reclaman que se establezca un menú que asegure la correcta nutrición de los niños; algo que, según dicen, aún está lejos de suceder.
El SAE comprende 11.000 establecimientos educativos en toda la provincia. En algunos de ellos se abre el comedor a la hora del almuerzo, en otros se desayuna o merienda, y en otros se brindan los tres servicios. El estado bonaerense paga $ 2,60 por cada desayuno, $ 6,30 por almuerzo simple y $ 7,45 por almuerzo doble. El gasto diario ascendió a unos 7,8 millones de pesos el mes pasado, mientras que en mayo se habían pagado unos 6 millones diarios.
"Aumentamos el presupuesto porque queremos fortalecer la calidad alimentaria", dijo a LA NACION el subsecretario de Políticas Sociales del Ministerio, Sebastián Berardi. En cambio, la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, criticó la forma de operar de las autoridades: "Lo primero que hicieron es reducir los cupos. Puede que hayan aumentado el presupuesto, pero son menos los chicos que comen", se lamentó.
Esto requiere una explicación. Por el tamaño del SAE, la compra y distribución de los alimentos es descentralizada: no la hace directamente Desarrollo Social sino el consejo escolar de cada distrito, con los fondos que recibe del Ministerio según la cantidad de chicos que asisten a los comedores de esa jurisdicción, y en algunos casos el consejo delega la compra a las propias escuelas para que se encarguen de adquirir la comida en comercios locales. Pero el sistema está en revisión: como la distribución de los fondos se hace según cupos armados sobre la base de lo declarado en cada distrito, se genera una imprecisión en la cantidad real de beneficiarios. Ahora, la cartera social quiere adoptar un esquema nominal, en el que cada niño esté individualizado.
"Esta reformulación fue bastante traumática -admitió Berardi-. Pero nos reunimos con los titulares de los consejos escolares de los 135 distritos de la provincia y pudimos poner en marcha la modificación con refuerzos presupuestarios. Lo que queremos es que se optimicen los recursos", agregó.
Los gremios docentes, entre ellos la FEB y el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (Suteba), vienen reclamando la implementación de un menú fijo para todos los comedores, que contemple las necesidades nutricionales de los diferentes grupos etarios. Sin embargo, el carácter descentralizado del sistema lo dificulta.
"Estamos trabajando en un menú sugerido -explicó Berardi-. Hacemos inspecciones periódicas y es obvio que en general la comida no es la ideal. En algunos casos es demasiado abundante en carbohidratos (como fideos) y se podrían agregar verduras... Pero creemos que con un refuerzo presupuestario esto va a mejorar."
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