Un relato que vuelve sobre Carrascosa
Inés Ongay ratifica que una vecina de la víctima le confió que se pagó para que no hubiera autopsia
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Durante un año y nueve meses, Inés Ongay se negó a hablar públicamente sobre el asesinato de María Marta García Belsunce. Hasta ahora. En diálogo con LA NACION, ratificó su declaración judicial de enero del año pasado, con la que complicó la situación del marido de su amiga de toda la vida, Carlos Carrascosa, y la de una vecina de la víctima, Nora Burgues de Taylor, respecto del crimen ocurrido el 27 de octubre de 2002, en Pilar.
"No tengo pruebas para acusar a nadie por el crimen. Yo sólo aporté lo que me dijo «Pichi» Taylor horas después del sepelio: que el «Gordo» [Carrascosa] les había pedido que no se llevaran a María Marta para una autopsia; que pudieran enterrarla en el último horario posible, y que habían pagado para que se hiciera así", recordó.
Ongay cree que el desprocesamiento de Carrascosa y el apartamiento del fiscal de Pilar Diego Molina Pico, que había avanzado con sus sospechas contra la familia de la víctima, son un síntoma de falta de justicia en el crimen de su amiga. "Estoy indignada. Cuando la Justicia es tan lenta se transforma en injusticia. Algunas de las últimas decisiones judiciales parecen atentar contra el sentido común", dijo, entre sollozos.
Inés conoció a María Marta en el 5° grado de la primaria, en el colegio Jesús María, de la Capital. Desde entonces la amistad entre ambas creció. No se detuvo ni siquiera en 1982, cuando Inés decidió radicarse en esta ciudad: siempre que pudo, María Marta viajó para visitarla. La solidaridad también las unía: hace cuatro años Ongay formó aquí una delegación de Missing Children, la organización de la cual su amiga era vicepresidenta.
Apenas supo de la muerte de María Marta, Inés viajó para Buenos Aires. No estuvo en el velatorio; llegó con lo justo para el acto final, en el cementerio de la Recoleta.
Le habían dicho que su amiga había muerto en un accidente en la bañera, pero las versiones de esa fatalidad diferían hasta volverlas contradictorias. Hasta que un breve diálogo con "Pichi" Taylor, a quien sólo conocía por medio de María Marta, le bastó para que su dolor trastrocara en confusión, primero, y en indignación, después.
Sobre la base de su declaración, el fiscal concluyó que Carrascosa pudo haber participado del asesinato de su esposa y que "Pichi" Taylor lo habría ayudado a encubrir el crimen y hacerlo pasar, ante los demás, como un accidente doméstico.
En busca de un nombre
Habla con LA NACION al borde del llanto, con lágrimas en las que se mezclan la emoción por el recuerdo de su amiga y la impotencia por la falta de respuestas de la Justicia. En especial, por la última decisión de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, que confirmó el desprocesamiento de Carrascosa -al que ella, con sus dichos, había contribuido a enviar tras las rejas- y apartó de la causa a Molina Pico, el fiscal en el que Inés había confiado.
"Para mí, la última resolución de la Justicia representa un gran retroceso, porque cuanto más tiempo pase más difícil será descubrir al asesino. Este retroceso constituye una falta de justicia. En vez de apartar a un fiscal que trabajó durante dos años, con o sin errores, la Cámara debería haberle indicado qué hacer: que recogiera pruebas elementales y que cotejara el ADN de todos los guardias, vecinos y familiares involucrados", sostuvo Ongay.
No es una referencia menor: Molina Pico intentó en vano desde mediados del año pasado contar con sangre de familiares y amigos de María Marta para hacer una comparación genética con la sangre hallada en la escena del crimen. Pero éstos siempre se negaron a dar sus muestras, y nunca una resolución judicial los obligó a hacerlo.
Así, Inés Ongay cree que en esta causa la verdad se escabulle. Ella, igual, quiere saber. "Pienso que no puede ni debe archivarse la causa. Lo único que quiero es que la Justicia me diga y determine quién le pegó los seis tiros a mi amiga. Porque alguien tuvo que haber disparado. Como amiga, necesito el nombre y el apellido del asesino para poder hacer el duelo, y como argentina, quiero un país con justicia", concluyó, antes de romper en llanto.
Tres protagonistas
El esposo
Carlos Carrascosa
- El 11 de abril de 2003 fue detenido como presunto coautor del asesinato de su esposa, María Marta García Belsunce. Estuvo preso hasta fines de mayo.
- La justicia de San Isidro le dictó la falta de mérito por insuficiencia de pruebas en su contra, pese a que el fiscal había pedido su enjuiciamiento.
La víctima
María Marta García Belsunce
- El 27 de octubre de 2002 fue asesinada de seis balazos en la cabeza en el baño de su casa del country Carmel, de Pilar.
La vecina
Nora Burgues de Taylor
- Según Inés Ongay, confesó que el esposo de María Marta no quería que se hiciera una autopsia y que se había pagado por eso.
- Está procesada como presunta encubridora del crimen del country, junto con otros vecinos y familiares de la víctima. Aún no se sabe si su caso irá a juicio.