El 29 de abril de 2003, el río Salado se desbordó; una obra inconclusa de defensa, en la mira de la Justicia; hay dos funcionarios condenados
- 5 minutos de lectura'
SANTA FE.- A veinte años de la trágica inundación que provocó el desborde del río Salado, que dejó 43 barrios inundados; 100.000 personas que lo perdieron todo, tres millones de hectáreas de la región metropolitana que quedaron bajo agua y daños que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó en $2878 millones (el 12 por ciento del PBI provincial de aquel momento), el recuerdo aún permanece presente.
El sábado pasado, fecha que cala duro en los habitantes de esta capital, porque fue el día que la inundación arrasó con casi un tercio de la ciudad, centenares de vecinos marcharon hacia la plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, para reclamar justicia, con consignas en banderas que rezaban: “20 años de impunidad. Por acá gritamos la verdad. Inundación nunca más”; “Seguimos exigiendo justicia” e “Inundados de memoria”.
Para los santafecinos, lo del 2003 es aún una herida abierta. Según el expediente judicial, están imputados por estrago culposo agravado, el exintendente de Santa Fe, Marcelo Álvarez; el exministro de Obras Públicas provincial, Edgardo Berli, y el exdirector de Hidráulica provincial, Ricardo Fratti.
En la causa, los peritos oficiales señalaron que el agua ingresó por una defensa inconclusa –aunque inaugurada en un acto oficial– y que la orden de evacuación debió ser dada como mínimo un día antes. En conferencia de prensa, días después del pico de la inundación, el por entonces gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, había dicho en forma enfática: “Nadie me avisó”.
María Claudia Albornoz, integrante de la Carpa Negra y vecina de barrio Chalet, próximo al estadio de Colón, que también quedó bajo las aguas aquel día, convocó “a que todos participen. Esa comunidad que vivimos esos días tiene que seguir presente para que escuchen los que fueron responsables de lo que vivimos esos días”, subrayó.
La Justicia resolvió que los dos únicos condenados en la causa -Berli, y Fratti- seguirían en libertad, luego de que la Cámara Penal les confirmó la pena de tres años de prisión en suspenso por “estrago culposo agravado por la muerte de 18 personas” que les dictó el juez Luis Octavio Silva un año antes. Pero Berli falleció en mayo de 2021. En tanto, Álvarez, que fue intendente entre 1999 y 2003, murió en los primeros días de abril de 2018.
Causa
A 20 años de aquel fenómeno, se siguen escuchando explicaciones. El ingeniero civil Marcelo Berrón sostuvo en declaraciones a medios locales que el proyecto de obra de la avenida de Circunvalación Oeste de la ciudad de Santa Fe, se ejecutó entre los años 1994 y 1998. “Pero solo con los tramos uno y dos. Nunca se llevó adelante el tramo tres. Ese tramo inconcluso tenía una opción de mínima que eran 1500 metros de terraplén que formaban una L; y una opción de máxima que eran 2600 metros siguiendo la curva del río Salado hacia el oeste”, indicó.
Y añadió: “El terraplén de defensa, (en el segundo tramo) terminaba en un muro de mampostería con forma trapezoidal de 30 centímetros de espesor en la calle Gorostiaga (cerca del hipódromo, por donde penetró el agua del río Salado). Allí ingresó el agua, por la zona donde tuvo que estar el tramo tres completo”.
El profesional se apoyó en una analogía vial para dimensionar e interpretar la situación de no finalizar una obra: “Si se construye un puente de 150 metros de longitud y solo se ejecutan 140 metros, y la obra se inaugura, cuando pase el primer vehículo se caería al río. Esto sin dudas es un acto criminal. El domingo 27 de abril, día de elecciones nacionales, a las 14 horas, ya había un hilo de agua del río Salado que se filtraba por la calle Gorostiaga. Es más, había una retroexcavadora color blanca que estaba ejecutando un terraplén de defensa de arena de no más de un metro de altura. Así, el río Salado inundó tan rápido la ciudad y fue porque encontró un orificio de entrada, pero sin salida. Se formó un río paralelo y el agua quedó represada entre el terraplén de defensa y las cotas naturales más altas de la ciudad de Santa Fe. Por eso, del domingo con cero inundación, al miércoles con el pico de crecida, a las 17, el río paralelo que se formó arrasó el oeste de la ciudad en tres días y generando una situación totalmente atípica: dos metros y medio más de agua dentro del casco de la ciudad que en el río Salado propiamente dicho. En pocas palabras: la obra inconclusa fue peor que la no obra”, sintetizó.
El recuerdo
El fin de semana previo al 29 de abril de 2003, cuando el Salado comenzó a ingresar por la brecha de la defensa que no había sido finalizada, a la altura del hipódromo (acceso norte), ya el río había inundado la hoy ciudad de Recreo y otros pueblos costeros.
El pico en esta capital se produjo el 29 de abril, cuando por la noche cubrió todos los barrios del oeste, y obligó a evacuaciones masivas, a cargo de fuerzas federales. El espectáculo fue dramático, la gente deambulaba sin sentido y los helicópteros sobrevolaban una franja oscura de la ciudad.
El 30, cuando caía la tarde, se dinamitaron tramos de la avenida de circunvalación, lo que alivió a los pobladores de las zonas más altas.
Pero el agua acumulada demoró varias semanas en abandonar los barrios bajos y a pesar de todo, no se registraron epidemias como se preveían. Pero la ciudad cambió. Santa Fe vivió un momento bisagra. Nadie duda que hubo un antes y un después de esa inundación.
Más leídas de Sociedad
Curiosidades. ¿Cuál es la flor nacional de la Argentina y cómo se eligió?
¿Llega una nueva ola de inmigrantes? Los venezolanos lideran los permisos de residencia y afianzan sus vidas en la Argentina
Calendario escolar 2025. Definieron cuándo empiezan las clases en la Ciudad y las fechas de las vacaciones