Un nuevo monumento en la ciudad
En Arroyo y Suipacha: ya se prepara el terreno para erigir el recordatorio a las víctimas del atentado a la embajada de Israel, de 1992.
El 17 de marzo de 1992, la esquina de Arroyo y Suipacha se convirtió en sinónimo del horror. A más de siete años del atentado contra la embajada de Israel, el terreno que ocupó la sede diplomática se tiñe de un nuevo significado.
La búsqueda de la paz, de la convivencia y de la comprensión entre los pueblos será el símbolo de una plaza que recordará a las 29 víctimas del ataque.
El espacio público ya empezó a construirse y estará listo antes de fin de año. Tendrá una superficie de 545,70 metros cuadrados rodeados por agua. Para acceder al parque habrá que cruzar un puente construido en piedra rosada de Jerusalén y granito de la Patagonia, una obra que refleja la unión de las culturas judía y argentina.
Al borde del puente, dos hileras de árboles iluminados desde las bases-uno por cada persona que perdió la vida- rendirán un silencioso homenaje.
La memoria también cobrará fuerza en las dos medianeras de 30 metros de alto que marcan los límites de la plaza. En la que enfrenta a la calle Suipacha, estarán inscriptos, bien altos, los nombres de las víctimas de la explosión. Y en el muro paralelo a la calle Arroyo quedarán los vestigios y el esqueleto del edificio donde funcionó la embajada.
Por la noche, vidrios blindados protegerán el parque, que ofrecerá un paisaje diferente del diurno: un juego de luces y sombras buscará realzar cada pieza del monumento.
"Será un lugar para disfrutar, para que la gente pueda sentarse a leer o a descansar. No se destina a la comunidad judía: es una obra para el argentino contra el terrorismo", explicó Sergio Meller, presidente local del Proyecto Hatikva, que en hebreo significa esperanza.
Rescate
El proyecto surgió como iniciativa de un grupo de empresarios que adquirió el predio que ocupaba la dependencia oficial.
La compra se precipitó al trascender la noticia de que allí se planeaba construir un apart hotel. Y de inmediato, el equipo se puso en campaña para rendir un homenaje a la paz .
El primer paso lo dio Diego Guelar, embajador argentino en los Estados Unidos, que presentó el proyecto al influyente abogado norteamericano Melvyn Weiss, reconocido por recuperar el dinero judío que retuvo la banca suiza luego del Holocausto.
Weiss se mostró entusiasmado y asumió la presidencia internacional del proyecto. Luego siguieron cenas impulsadas en Nueva York para recaudar dinero, y el lanzamiento del concurso para construir el parque.
La organización del certamen corrió por cuenta de la Sociedad Central de Arquitectos, que recibió más de 150 trabajos de todo el mundo. El equipo ganador del máximo galardón, que se hizo acreedor a 20.000 pesos en efectivo, está liderado por Gonzalo Navarro.
La entrega de premios será el próximo 23 de junio, en el Hotel Alvear. También allí se buscarán fondos para financiar el proyecto, cuyo costo se calcula en dos millones de pesos. Ahora, en Arroyo y Suipacha comenzaron las obras para limpiar el terreno. Muy pronto, el monumento será realidad.