Un largo y complejo conflicto entre vecinos, detrás de los cortes en Lezama
Los habitantes de esa localidad pelean hace más de cien años por independizarse del partido de Chascomús y la protesta fue transmitiéndose a las nuevas generaciones; voces a favor y en contra de un reclamo que suele complicar a los turistas que viajan por la ruta 2. Por Maia Jastreblansky
La de Lezama y Chascomús no es lo que se llama una relación de buenos vecinos. La historia del conflicto que suele poner en jaque al turismo con protestas y cortes en la autovía 2, viene de lejos. Tanto, que hay que remontarse a archivos del siglo XIX para encontrar el origen.
Desde aquel entonces los lezamenses han declarado de palabra la independencia del partido de Chascomús (cuya cabecera es la localidad homónima), y ahora pelean por su concreción. Reclaman la reivindicación por 110 hectáreas, de las 420 que tiene el municipio. Pero no sólo llevan su demanda al ámbito de la Legislatura bonaerense, también realizan cortes de ruta, pintadas y distribución de volantes.
Los 7000 vecinos de Lezama afirman que fueron un municipio ilustre bajo el nombre de Viedma hasta 1894, cuando los anexaron arbitrariamente a Chascomús. "Cada lezamense nace en este clima de deseo de recuperar el partido que le sacaron y la protesta fue transmitiéndose de generación en generación", relató a lanacion.com Julio Prado, representante de la Comisión Pro-Restitución del partido de Lezama.
Prado cuenta que el primer paso que dieron una vez que se organizaron en la comisión fue acercar al Consejo Deliberante de Chascomús la propuesta para obtener la independencia. "En ese momento se contrató a una consultora para que realice un estudio que arrojó que Lezama tiene todas las condiciones para ser un partido autónomo", aseguró el vecino.
En 2006, los lezamenses llevaron su proyecto a la Legislatura bonaerense. A partir de allí, comenzaron sucesivas postergaciones para el tratamiento de la ley "a pedido del gobernador Daniel Scioli", señaló.
"Hace dos meses nos dijeron que la aprobación era inminente pero se volvió a frustrar por orden del gobernador. Así es como decidimos tomar estas medidas de fuerza, porque si el proyecto no es tratado antes del 31 de diciembre, se cae", agregó.
Motivos a favor y en contra. "Lezama no es tenida en cuenta. A Chascomús le llega un dinero de coparticipación y a nosotros nunca nos llega el dinero", argumentó Prado.
Según relató el vecino, su localidad cuenta con una cooperativa de la que participan todos los vecinos y gracias a la cual proveen agua potable medida y electricidad a todos los lezamenses. "Somos un ejemplo para ser imitado. Como comunidad y sin el apoyo del Estado nos organizamos por fuera y conseguimos muchas cosas", indicó.
Pero la historia sufre modificaciones a medida que se avanza por las lagunas hacia la cabeza del partido. Allí los vecinos se organizaron en la Comisión de Fortalecimiento e Integración de Chascomús (Cofic) y cuentan con el aval de la intendenta del municipio, Liliana Denot.
Los habitantes de Chascomús se apoyan en otro estudio, realizado por la Universidad de la Plata, que recomendó la no división del partido, ya que eso traería complicaciones para la economía, el ecosistema y la administración.
"Tenemos siete lagunas encadenadas que quedarían divididas. Cuatro de ellas quedarían del lado de Lezama, que así se llevaría el 70 porciento de la tierra productiva", sentenció Enrique Cister, representante de la Cofic.
"Además, traería problemas de inundaciones porque afectaría el sistema integrado del control del agua que tenemos", argumentó y agregó que se encarecería tanto el transporte urbano como el traslado de ganado y mercadería.
En tanto, según la Cofic, la reivindicación histórica de los lezamenses se funda, directamente, en una falacia. "Inventaron el pasado. Cuando se crea Viedma, en 1813, se hace a expensas del partido de Chascomús, que siempre abarcó la zona que va entre Samborombón y el río Salado", aseguró Cister.
"Yo no comparto este proyecto de autonomía porque entiendo que afecta a toda la población del municipio que gobierno. Estaríamos poniendo en riesgo un futuro que sería más promisorio en conjunto, que separados", añadió Denot.
La intendenta desestimó que haya existido presión del gobierno bonaerense para frenar el proyecto de Lezama en la Legislatura. "Yo creo que los legisladores todavía están haciendo las consideraciones necesarias con los elementos que presentamos y por eso no sancionaron la ley", dijo.
Conflictos territoriales. Aunque paradigmático, el caso de Lezama no es el único de la provincia de Buenos Aires. La Asociación para el Reconocimiento de Nuevos Municipios, que se dedica desde el 2004 a incentivar a las localidades a presentar sus proyectos de autonomía, indica que hay al menos 20 localidades en esa situación.
Entre ellas puede mencionarse Quequén, que busca separarse de Necochea; Sierra de los Padres, que quiere escindirse de General Pueyrredón y Guangelen, que pide la separación de Trenquelauquen.
"Hay una fuerte necesidad de reordenar el conurbano y la provincia de Buenos Aires. Debería aparecer una ley marco para normalizar la situación" dijo a lanacion.com Hugo Iraizoz, presidente de la asociación.
En tanto, las protestas en la ruta 2 anunciadas por los lezamenses alertaron al turismo y lograron llamar la atención de las autoridades. El próximo jueves Scioli recibirá a la comitiva de vecinos. Sin embargo, habrá que tener paciencia: los funcionarios de la gobernación advirtieron que no se esperan definiciones. "Un proceso de escisión es complejo y lleva tiempo", declararon.