Un diseño invisible
LA NACION tiene un diseño invisible. Un diseño para no ser visto. Un diseño sin artilugios para que no compita con la información. Un diseño con poco color para que las fotografías brillen con luz propia. Invisible y discreto, ordena por capas los niveles de lectura y, como en una danza, crea un orden que facilita el placer de leer el diario.
Es un diseño invisible que permite que cada elemento de una página -los títulos, las fotos, las infografías, los textos- juegue su rol para el circunstancial protagonismo de cada uno de ellos. Un diseño que se esfuerza por desaparecer cuando de lectura profunda se trata.
El diseño de LA NACION busca en su discreción no perder encanto ni paciencia para contar el paso a paso de un tema arduo o, invisible como un rico aroma, juega en sus balcones y en pequeños detalles buscando hacerlo todo un poco más amable. Este diseño, sólo pensado y trabajado para los lectores que lo eligen cada día, llamó esta vez la atención de otras personas. Y esa elección nos llenó el alma.
El diseño editorial cumple una función central en la construcción y la lectura de un diario. Desde la infografía, explica y aclara; desde el diseño, ordena y sorprende, y desde la fotografía informa, devela o emociona. Todas sensaciones que buscamos que nuestros lectores experimentan cuando se encuentran con LA NACION.
Directora de arte de LA NACION