Un científico cree haber hallado al paciente cero del VIH: un soldado de la Primera Guerra Mundial
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Según una publicación, el SIDA probablemente dio el salto de los chimpancés a los humanos debido a un soldado hambriento de la Primera Guerra Mundial que se vio obligado a cazar animales para alimentarse. Hasta el momento, la enfermedad mató a más de 33 millones de personas y fue imposible encontrar una vacuna contra su agente causante, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
El profesor Jacques Pepin, epidemiólogo del Departamento de Microbiología y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Sherbrooke en Quebec, Canadá, formuló la hipótesis en la nueva edición de su famoso libro Orígenes del SIDA.
En la primera edición de su libro publicado en 2011, Pepin concluyó que el VIH infectó a un cazador en Camerún a principios del siglo XX, antes de extenderse a Leopoldville, ahora conocida como Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo.
Sin embargo, en esta segunda edición publicada hace unos días, el epidemiólogo estableció que el “Paciente cero” no era un cazador nativo, sino que fue un soldado hambriento de la Primera Guerra Mundial que se vio obligado a cazar chimpancés para alimentarse cuando estaba atrapado en un bosque remoto cerca de Moloundou, Camerún, en 1916.
Pepin afirmó que el colonialismo, el hambre y la prostitución ayudaron a crear la pandemia de SIDA, que aún persiste en nuestros días. “Durante la Primera Guerra Mundial, Alemania tenía varias colonias en África y las fuerzas aliadas decidieron invadir esas colonias, una de las cuales fue Camerún”, dijo el científico al New York Post.
“Camerún fue invadido por una combinación de soldados británicos, belgas y franceses de cinco direcciones”, explicó. Una de las rutas de invasión vio cómo 1600 soldados se aventuraron desde Leopoldville por el río Congo y su afluente, el río Sanger, antes de llegar a pie al destino final en Camerún.
Este camino los llevó a la remota ciudad de Moloundou, la ubicación que estudios previos habían especulado que fue el sitio de la primera infección de VIH. “Los soldados pasaron tres o cuatro meses en Moloundou antes de seguir adelante. Cuando estaban allí, el principal problema no eran las balas del enemigo, sino el hambre”, manifestó el académico.
En la década de 1920, la población de toda la región sudoriental de Camerún era de alrededor de 4.000 habitantes, que vivían de la mandioca, otros cultivos y carne de animales silvestres. Estas personas huyeron cuando llegaron los soldados debido a la brutal reputación que tenían de masacrar pueblos y violar a las mujeres y, como resultado, los soldados se quedaron pronto sin comida y dependieron de los suministros enviados por río desde Brazzaville y Leopoldville.
“De repente, hay 1.600 soldados con rifles y munición en abundancia, por lo que el nivel de caza en esa área aumentó de manera drástica durante esos pocos meses. Mi hipótesis es que uno de los soldados se infectó mientras cazaba en el bosque. Un chimpancé fue asesinado y al cortar al animal para llevarlo al campamento, resultó herido y se infectó con el virus”, aseguró Pepin.
“Después de la guerra, el soldado regresó hasta Leopoldville y probablemente puso en marcha el primer tren de transmisión en la propia Leopoldville”, explicó el profesor, quien además cree que una vez que el virus se afianzó en la población humana, se propagó de forma lenta, concentrado en lo que entonces era la capital del Congo Belga.
Según la investigación del epidemiólogo, este único caso de transmisión zoonótica de 1916, habría provocado alrededor de 500 personas infectadas hasta principios de la década de 1950. La propagación del VIH en este punto fue impulsada por la reutilización de agujas infectadas en los hospitales como resultado de la escasez de recursos y las capacidades de desinfección limitadas.
La independencia del Congo, lograda en 1960, provocó que seis años más tarde hubiera una afluencia de refugiados y migrantes a la capital. Como consecuencia, la población de Kinshasa ascendió a 14 millones de personas y se convirtió en el epicentro de la pandemia de VIH en todo el mundo. “El sitio pasó a ser el caldo de cultivo perfecto para el VIH ya que había diez hombres por cada mujer”, informó Pepin.
“Esto llevó a la pobreza y a la prostitución generalizada, lo que ayudó a que el virus de transmisión sexual se propagara entre la población de la ciudad. Cada año, las prostitutas tenían hasta 1.500 clientes. Eso fue perfecto para la amplificación sexual del VIH entre estas trabajadoras sexuales de alto volumen y sus clientes. Fue entonces cuando realmente se aceleró la transmisión sexual en la década de 1960”, explicó Pepin.
Un asistente técnico haitiano que llegó al Congo después de la independencia contrajo el virus en esta región y lo llevó a su país, donde la enfermedad se propagó entre los hombres gay. “En unos pocos años se reexportó a los Estados Unidos y se extendió entre los homosexuales y los usuarios de drogas intravenosas. Desde allí fue a Europa Occidental”, afirmó Pepin.
“Algunos pueden decir que comprender el pasado resulta irrelevante. Pero tenemos una obligación moral con los millones de seres humanos que murieron o morirán a causa de esta infección. Esta tragedia fue facilitada, o incluso causada, por intervenciones humanas como la colonización, las urbanizaciones y las campañas de salud pública bien intencionadas”, concluyó.
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