Un caso con sicarios condenados y un apodo sin dueño: la Morsa
Sebastián Forza fue uno de los aportantes más importantes para la campaña electoral del Frente para la Victoria, en las elecciones en las que se impuso Cristina Kirchner, en 2007. En agosto de 2008, Forza fue asesinado de siete balazos. Su cuerpo fue encontrado junto con los cadáveres de Leopoldo Bina y Damián Ferrón en un descampado de General Rodríguez.
Por entonces, a pesar de que Forza había aportado $200.000 a la campaña kirchnerista, ningún funcionario del gobierno nacional expresó interés en esclarecer el triple homicidio. Fue el fiscal de Investigaciones Complejas de Mercedes, Juan Bidone quien reunió las pruebas que sirvieron para condenar a los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor y Marcelo Schillacci como autores materiales de la masacre.
Luego de la sentencia, el fiscal Bidone juntó más elementos y pidió la detención de Ibar Esteban Pérez Corradi. Sin embargo, el empresario acusado de ser el presunto autor intelectual del triple homicidio huyó a Paraguay y se refugió en la zona de la triple frontera.
En julio de 2015, un informe reservado al que tuvo acceso LA NACION, indicó que Pérez Corradi estaba en Ciudad del Este. Por haber ocultado ese dato, el juez federal Ariel Lijo procesó al responsable de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli. Dicha maniobra tenía un objetivo, aliviar la situación de Aníbal Fernández, quien en esa época era candidato a gobernador bonaerense y había sido mencionado por Martín Lanatta, en un reportaje que se difundió por el programa de televisión Periodismo Para Todos. Pérez Corradi fue apresado en junio de 2016 en la triple frontera. Hace un año la Cámara federal revocó el procesamiento de Parrilli.
"Se trató de un crimen organizado, planificado y premeditado. No se trató de un modo cualquiera de matar. El verdadero móvil del homicidio múltiple fue la efedrina", expresó la jueza María Graciela Larroque en los fundamentos de la resolución que condenó a los hermanos Lanatta y Schillacci.
Durante la investigación del triple asesinato ocurrido el 7 de agosto de 2008 apareció la enigmática figura de un personaje identificado por su apodo: "La Morsa", a quien se señalaba como el supuesto instigador de los homicidios.
En el debate ninguno de los testigos o imputados le pusieron nombre y apellido a la Morsa. Solo un allegado a Forza indicó que se trataba de un comisario mayor de la Policía Federal que le cobraba coimas para no clausurarle la droguería.
Nadie mencionó en el juicio al exministro del Interior y de Justicia y Seguridad de la administración kirchnerista. Diez años después del triple homicidio, uno de los condenados por la masacre judicializó el nombre del exfuncionario. Martín Lanatta mencionó a Fernández en una declaración indagatoria en la que no está obligado a decir la verdad. Ahora la Justicia deberá verificar si es cierto lo que dijo el condenado a prisión perpetua.
Además de la existencia de aportes ilegales de campaña, como los que hizo Forza, la investigación por el triple homicidio puso al descubierto que la Argentina fue el paraíso de la venta ilegal de efedrina a narcos mexicanos. La investigación encarada por el jueza federal María Servini de Cubría por el desvío de 40.972 kilos de ese precursor químico llegó hasta dos exempleados de la Casa Rosada en el gobierno kirchnerista.
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