Un buque museo escorado en las costas de San Pedro por la bajante del Río Paraná corre riesgo de hundimiento
La Armada Argentina realiza tareas para estabilizarlo, pero no pudieron precisar cuánto tiempo demorará; en noviembre del año pasado sucedió lo mismo
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Sobre uno de los brazos del Río Paraná, en las costas de San Pedro, hay un buque escorado desde hace días. Es el buque museo “Comandante General Irigoyen”, que, por la bajante del río Paraná, escoró y corre riesgo de hundimiento. Desde ayer personal de la Armada Argentina se encuentra realizando tareas para su adrizamiento, es decir, poner al buque de vuelta en su posición.
“El buque, actualmente un buque museo que depende de la Municipalidad de San Pedro, comenzó a escorarse hace aproximadamente una semana, con la bajada del río Paraná. Escoró unos 25 grados aproximadamente”, dijeron desde la Armada Argentina a LA NACION.
De acuerdo a dicha institución, la Municipalidad de San Pedro solicitó ayuda a la Armada, quien dispuso la participación de buzos pertenecientes al Área Naval Fluvial para apoyar las tareas que permitan volver el buque a su condición de flotabilidad normal. Además participan medios y personal de la Municipalidad y de Defensa Civil.
“Las tareas se iniciaron el día de ayer y al momento no tenemos una fecha concreta respecto de cuándo estará estabilizado. Por lo pronto no será en el transcurso de este día”, dijeron desde la Armada, a cargo del Almirante Julio Horacio Guardia, Jefe del Estado Mayor General de la Armada.
En noviembre del 2020 ya había sucedido lo mismo, aunque no de forma tan pronunciada.
La actual bajante del río Paraná es la más prolongada desde que hay registros y es consecuencia de los tres fenómenos La Niña consecutivos que sufrió la Argentina. El déficit hídrico afectó a medio país con sequías históricas.
“Estos barcos lo que tienen es que una vez que el agua baja, tocan el piso y se tumban porque no flotan más y por más que el agua vuelva a subir el barco no se endereza solo, queda clavado abajo y el agua se le mete por todos lados. Este es un buque museo hace años, pero está medio venido abajo, deteriorado”, dijo un vecino de San Pedro.
LA NACION se comunicó con la municipalidad de San Pedro, pero no obtuvo respuesta.
El capitán de corbeta Diego Vallejos, a cargo del personal de la Armada, dijo ayer al periódico local La Opinión que tras el reconocimiento, la primera tarea fue la de “achique” con las bombas pero que hubo que tapar “una entrada de agua en el casco”.
Sobre el buque
El buque museo Comandante General Irigoyen es un aviso radiado de la Armada Argentina que desde 2010, tras haber sido retirado con 400.000 millas navegadas y cedido a San Pedro, cumple funciones de museo.
Antes perteneció a la Armada de los Estados Unidos y participó en aquella fuerza en la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre de USS Cahuilla (ATF-152). Luego fue vendido a la Armada Argentina en 1961 renombrándose bajo el nombre actual.
Durante la Guerra de las Malvinas estuvo estacionado en la Isla de los Estados y sirvió para rescatar a la tripulación del crucero ARA General Belgrano. También sirvió como buque de apoyo antártico y prácticas y entrenamiento de buceadores y submarinos. Desde el 2010, se amarró de forma permanente en la localidad de San Pedro como Buque Museo Irigoyen, siendo el tercer buque museo de la Armada Argentina.