Un bombero francés rompió el récord Guinness de la mayor distancia corrida envuelto en llamas

Jonathan Vero logró un hito que pocos están dispuestos siquiera a imaginar, mucho menos intentar. El bombero francés de 39 años, nacido en las afueras de Lille, rompió el récord Guinness como el hombre que mayor recorrido hizo corriendo con el cuerpo envuelto en llamas: un total de 272 metros por la pista de atletismo de su pueblo, Haubourdin. Por si fuera poco, también superó la marca de menor tiempo en superar los 100 metros en estas circunstancias, consiguiéndolo en un total de 17 segundos. Lo consiguió vestido íntegramente de su traje de bombero, incluyendo una máscara que apenas tiene dos orificios para poder ver hacia adelante.

Para Vero esta es la culminación de un logro que lleva construyendo prácticamente desde su infancia. Según contó en una entrevista con el Washington Post, su pasión por el fuego comenzó cuando estudiaba el comportamiento de las llamas al quemar autos y aviones de juguete a los 6 años: “No me da miedo el fuego, me encanta. Es una pasión para mí”, reconoció. A los 18 se convirtió en bombero, lo que le abrió la puerta al lado “oscuro” del fuego en el daño que causaba a familias en su pueblo: “Era muy difícil aceptar eso para mí”.

Durante 15 años se dedicó a apagar incendios hasta que, en 2019, la muerte de su abuela lo inspiró a canalizar su pasión de otra manera, a partir de shows en los que pudiera demostrar sus habilidades para controlar el fuego. En una visita a un doble de las películas de Matrix en Austria descubrió un gel que, a pesar de ser inflamable, no causa daños una vez aplicado al cuerpo, y tras familiarizarse con él, creó su propia empresa de entretenimiento llamada Ignition.

Esta nueva vida lo hizo dominar múltiples nuevas habilidades con el fuego, como malabares y juegos de fakir con la boca, e incluso lo llevó a ser un doble de riesgo en algunas producciones cinematográficas, pero con el tiempo se puso como objetivo romper el récord Guinness del recorrido envuelto en llamas. Desde 2017, la plusmarca era del inglés Antony Britton, que había alcanzado los 100 metros en 24,58 segundos para terminar su carrera tras correr un total de 204,23 metros.

Para quebrar esas marcas, Vero se entrenó durante tres meses, y estuvo acompañado de sus hijos de 6 y 3 años en la pista al momento de intentar romper el récord. Una vez que finalizó su corrida, un grupo de personas corrió a apagar su traje con extintores, y según contó el propio bombero, sufrió algunas quemaduras en su espalda y muslos, pero sanaron pocos días más tarde: “Cuando querés romper un récord como este tenés que aceptar los peligros que eso conlleva”, aseguró el francés, que también dice que no quiere quedarse únicamente con este hito: “Hay muchos récords que creo que puedo romper”.

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