Un barco que llegó de Punta del Este está varado hace 48 horas en Puerto Madero por una medida del Gobierno
Por una normativa de Sanidad de Fronteras, la embarcación proveniente de Punta del Este no puede ingresar al país ni volver a Uruguay, “Estamos en un limbo, no sabemos qué va a pasar”, dicen los tripulantes
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Una embarcación deportiva flota hace 48 horas en las aguas del Río de la Plata, a tan solo 50 metros de la terminal fluvial de Buquebus. Por una medida del ministerio de Salud de la Nación que provocó que haya 200 barcos varados en el puerto de Punta del Este, ahora este crucero de 34 pies con sus dos marineros a bordo no puede hacer el ingreso al país. Sin embargo, tampoco está habilitado para regresar al balneario uruguayo.
“Estamos en un limbo, no sabemos qué va a pasar”, comenta, en diálogo con LA NACION, el marinero José Luis. “Prefectura Naval dice una cosa; Sanidad de Fronteras, otra. Pasaron dos días y todavía no podemos bajar del barco”, dice el hombre, mientras espera una respuesta de las autoridades.
Hacia la noche del jueves, tanto José Luis como su compañero Mariano tuvieron que firmar una documentación para hacerse responsables de que nadie puede subir ni bajar de la embarcación. Tampoco tienen permitido moverse del lugar en el que fondearon, donde técnicamente no pueden estar.
Ambos tripulantes llegaron a Puerto Madero con la Declaración Jurada de Migraciones y sus pruebas de PCR negativas. “Tienen todo en regla”, les dijo Prefectura Naval Argentina, cuando los recibió. Esa es la razón por la que la autoridad marítima no puede autorizar un nuevo despacho hacia Uruguay.
Según José Luis, la definición está a cargo del órgano que depende de la cartera sanitaria. “Prefectura nos trató muy bien, estamos muy agradecidos”, destaca.
El tiempo pasa y estos dos marineros ya no tienen más agua potable. Desde que salieron de Punta del Este, el 25 de enero, no pudieron bañarse. Tampoco tienen comida y casi no queda combustible en el tanque. Hace pocas horas, gracias a un colega que les acercó nuevas provisiones, pudieron resolver el tema de forma provisoria.
“Nos queda poco combustible para el generador. Si en el transcurso de mañana no toman una decisión, nos vamos a quedar sin corriente eléctrica. Pedimos que nos den una solución: que nos dejen entrar o que nos rechacen”, explica José Luis.
La embarcación partió desde Buenos Aires en octubre pasado y, hasta hace tres días, estuvo en aguas uruguayas. “Sanidad de Fronteras dice que no hay un corredor sanitario. Entendíamos que era Buquebus el corredor, entonces estamos fondeados a 50 metros. Pero ellos dicen que es un área comercial”, sostiene el tripulante, que reprocha “la falta de comunicación entre las instituciones”.
“Primero nos dijeron que no era válido el PCR, pero lo hicimos en el mismo laboratorio que Buquebus y Colonia Express”, agrega, y aclara que en Punta del Este trató de pedir, sin éxito, un permiso en el Consulado Argentino.
La preocupación de ambos tripulantes escala a medida que corren las horas. “Aún no hemos llegado oficialmente a la Argentina, no nos dieron ingreso en Migraciones”, plantea el marinero, preocupado. Y continúa: “No hay coordinación entre las instituciones. A nosotros nos pasa algo acá y ¿qué hace nuestra familia? No estamos en la Argentina legalmente”.
Luego de 36 horas de pie y ya en Puerto Madero, José Luis se descompensó por el cansancio. “Yo me sentía mal, con dolor de nuca y las piernas inflamadas. Vino una ambulancia del SAME y me atendieron. Fue por el esfuerzo extremo, dijo el médico”, cuenta.
La respuesta del Gobierno
Hacia mediados de enero, cuando LA NACION consultó con Sanidad de Fronteras, la medida para el ingreso de las embarcaciones privadas a los puertos de la Argentina aún no estaba autorizada. En paralelo, las fronteras terrestres y aéreas se encuentran habilitadas, así como las fluviales de carácter comercial.
Dos semanas atrás, desde el Ministerio de Salud de la Nación habían aclarado que todavía faltaba que la ciudad y la provincia de Buenos Aires “presentaran los protocolos de corredores seguros para la verificación de las exigencias sanitarias” necesarias para el ingreso a la Argentina. Aunque destacaron que contaban con “un acuerdo completo con todos los organismos del Estado y la Prefectura identificó las terminales privadas y hay acuerdo de las mismas para dar amarra de cortesía”.
Fuentes del ministerio de Salud porteño, en tanto, le dijeron a este medio que ya habían elevado a las autoridades competentes el protocolo requerido. De igual forma, sus pares bonaerenses indicaron que habían hecho lo propio y que el tema ya estaba en manos de Jefatura de Gabinete de Ministros, los responsables de aprobarlo de forma definitiva.
Durante la última semana, LA NACION consultó a la Jefatura de Gabinete, quienes no aportaron mayores precisiones de cuándo expedirán la habilitación.