Un arquitecto rellenaba las columnas con aserrín
Quedó procesado por defraudación
En lugar de rellenar las columnas con hormigón lo hacía con aserrín y basura. Así dejó la estructura del edificio debilitada en un 60% y con peligro de colapso. El arquitecto, dueño de una constructora que levantó torres en varias zonas de la Capital, fue procesado por la Justicia, acusado de defraudación por llenar columnas con aserrín y basura de obra, y utilizar hormigón de calidad inferior al convenido, causando "riesgo de colapso" en las estructuras.
El fallo fue dictado por el juez de instrucción Mariano Scotto y recayó sobre el arquitecto Alberto Mendanha, titular de la firma Bauten SA, quien al prestar declaración indagatoria rechazó todos los cargos y los atribuyó a una disputa comercial con el fideicomiso que contrató las obras.
El arquitecto fue procesado por haber utilizado en una de las obras hormigón de calidad H-21, que soporta 210 kilos por centímetro cuadrado, en lugar de H-30, que resiste 300 kilos y por el cual había percibido sumas de dinero para adquirirlo.
En otra de las obras, según consta en el fallo, "se descubrió que 54 de sus columnas de la planta baja no habían sido debida y correctamente llenadas con hormigón H-30 sino con aserrín y basura de obra, quedando entonces sostenidas solamente por sus armaduras". El fallo sostuvo, en ese sentido, que la columna quedó "con una capacidad de carga del orden del 40 por ciento de lo proyectado, con peligro de colapso de la estructura".
Mendanha sostuvo en su descargo que "si en algún caso se encontró aserrín es porque cayó durante la ejecución de los trabajos y no fue arrastrado por la prolija limpieza que se hacía normalmente".
Sin embargo, el juez Scotto replicó con informes técnicos que descartaron que las fallas de las columnas pudieran deberse a una cuestión de limpieza, pues fueron detectadas "hoquedades y nichos producto de un deficiente hormigonado".
"Pero fundamentalmente se puede apreciar que el hormigón está fuertemente contaminado con todo tipo de basura proveniente de la limpieza del encofrado", sostuvo el magistrado.
"Este hormigón es fácilmente desgranable, casi aún con la mano, debió apuntalarse la estructura para evitar desmoronamientos y rajaduras", manifestó la resolución, vinculada con las obras de la calle Roque Pérez al 4200 y en Arias al 3000.
El juez Scotto dictó el procesamiento por los delitos de "defraudación en los materiales de construcción en concurso real con defraudación en la sustancia, calidad o cantidad de las cosas" y trabó embargo por 680.000 pesos, pero no dictó prisión preventiva.
"Mendanha no utilizó la totalidad del dinero recibido para la compra del material convenido sino que adquirió uno de menor calidad, desviando sumas de dinero, y llenando las columnas con aserrín y basura de obra, generando peligro para personas y bienes", resumió el fallo.