Un aguará guazú apareció en una cerealera de Chaco, fue rescatado y se recupera en una reserva
Ahuyentado por la quema de pastizales, un ejemplar hembra de aguará guazú se refugió en la entrada de una cerealera de Las Breñas, ciudad chaqueña ubicada a 260 kilómetros de Resistencia. Con ayuda de los bomberos, pudo ser rescatado y trasladado a un centro de animales silvestres en la localidad de Presidencia Roque Sáenz Peña.
Como todas las mañanas, este martes Diego Yacuzzi (40) se dirigía a Yacucer SA, la empresa familiar que fundó su padre en el acceso a la ciudad de Las Breñas y que hoy tiene a su cargo. Para su sorpresa, sobre el pasto de la cerealera tenía una visitante muy especial.
"Llegué a la empresa cerca de las 9:30. Estaba haciendo unas tareas administrativas, como todos los días, y un productor de la zona me dijo: '¿Tenés un aguará guazú afuera?'. Pensé que me estaba cargando: hace 30 años que vivo acá y nunca había visto uno", relató Yacuzzi en diálogo con LA NACION.
Ante la presencia inesperada del mamífero, el comerciante se comunicó de inmediato con los bomberos voluntarios de esa localidad. Así comenzó un operativo para que el animal, en peligro de extinción, pudiera recibir el tratamiento adecuado.
Desde el cuartel de Bomberos Voluntarios de Las Breñas, una de las personas que trabaja allí explicó cómo fue el procedimiento. "Recibimos un llamado porque habían encontrado un ejemplar de aguará guazú en un local cercano a la intersección de la avenida de los Inmigrantes y la ruta nacional 89. Fuimos para allá y dimos aviso al personal del zoológico de Sáenz Peña", recordó Leandro Chiara, todavía emocionado por el operativo.
Consultadas sobre el motivo por el cual este animal silvestre puede haberse alejado de su hábitat, las fuentes lo vincularon a la quema de pastizales, como ocurre con los incendios del Delta del Paraná. "En el sudoeste chaqueño, muchos prenden fuego para hacer limpieza de los campos", indicaron a LA NACION.
Ya en el predio de la cerealera, personal de bomberos voluntarios de Las Breñas y profesionales del Complejo Ecológico Municipal de Sáenz Peña procedieron a capturar al aguará guazú. En un primer momento, condujeron al animal hasta un galpón, donde le suministraron agua y algo de carne para que se alimentara. Luego, lo ubicaron en una jaula para su traslado.
Hidratada y alimentada, la hembra recorrió 90 kilómetros hasta el lugar donde fue revisada por veterinarios. Actualmente, continúa recuperándose. En diálogo con LA NACION, el director del Complejo Ecológico Municipal de Sáenz Peña, ingeniero Jorge Omar García, detalló el estado en el que recibieron al ejemplar y cómo fueron sus primeros días en el centro.
"Es una hembra adulta joven que no supera los cuatro años. Cuando llegó, tenía un peso de 22 kilos, entre cuatro y seis kilos por debajo de los deseable para su edad. Desde un primer momento se le hizo una revisión veterinaria, se la desparasitó y se le suministró un poco de vitamina B12 para que se recomponga", enumeró García.
Originario de Sudamérica, el aguará guazú (Chrysocyon brachyurus) vive en zona de bajos, pastizales y cañadones, y su alimentación es variada. En su hábitat natural come pequeños roedores, frutos y huevos. En el centro donde se recupera emulan esas condiciones para que una vez que recobre la fuerza y la vitalidad, pueda ser liberada.
"Ella se mueve libremente en el lugar que dispusimos para su recuperación. La alimentamos básicamente a la noche. Tratamos de darle ratones y aves que criamos para tal fin como huevos de codorniz, que tienen bajo colesterol. Sin causarle más estrés del que ya sufrió, podemos observarla, monitorearla", concluyó el ingeniero.
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