“Último primer día de clases”: a pesar de la pandemia, los adolescentes prevén organizar festejos masivos en la provincia y la ciudad
El lunes próximo, la mayoría de las escuelas de la provincia de Buenos Aires y de la Capital le darán la bienvenida a sus estudiantes de último año de secundaria, quienes deberán permanecer durante toda la jornada con tapabocas y a más de 1,5 metros de sus compañeros para evitar contagios de coronavirus. Horas antes de ingresar al establecimiento, sin embargo, muchos de estos jóvenes estarán festejando, con alcohol y baile de por medio, el comienzo de su último ciclo lectivo.
Las clásicas fiestas del “último primer día de clases”, que suelen realizarse todos los años durante las vísperas de la primera jornada del calendario escolar, se repetirán a pesar del contexto epidemiológico y de las normas vigentes de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Dispo), aunque con una mayor resistencia de los padres. Por miedo al nuevo coronavirus, muchos adultos se negaron a ofrecer sus hogares para la realización de este tipo de fiestas, que suelen ser masivas, por lo que la mayoría de las promociones planean celebrar en espacios públicos, como plazas y paseos costeros, si es que la policía no lo impide.
“No todos mis compañeros van a venir. Algunos tienen miedo o sus papás no los dejan por el Covid. Pero el resto nos vamos a juntar”, anticipa Santino Pisana, de 16 años, que estudia en el Instituto Berthier, en Floresta. De su camada, compuesta por 24 estudiantes, él calcula que 18 participarán del encuentro, que empezará el 7 de marzo a la medianoche en el patio de la casa de uno de sus compañeros y se extenderá hasta la madrugada del 8, día en que iniciarán las clases.
“Va a ser complicado mantener la distancia y que todos usen tapabocas, porque la mayoría va a estar tomando alcohol. Depende de cada uno. Yo, por mi parte, voy a intentar cuidarme”, comenta Pisana.
“Muchos padres tienen miedo por el Covid”
Para la mayoría de las promociones consultadas por LA NACIÓN, la principal traba para festejar el último primer día en el actual contexto pandémico es que ningún padre quiere “prestar” su casa para la fiesta. “Somos 60 en la camada y todavía ninguno confirmó si puede poner la casa. Muchos padres tienen miedo por el Covid”, cuenta Agustina, de 16 años, estudiante del colegio parroquial Asunción de la Virgen, ubicado en Olivos. Ante la falta de un domicilio para la fiesta, ella y sus compañeros empezaron a contemplar la alternativa de festejar en el vial costero de Vicente López, junto a los jóvenes de otros colegios, y luego, desde allí, marchar hacia la escuela.
No todos sus compañeros podrán ingresar al establecimiento después del festejo. Debido a la situación epidemiológica, los cursos de la gran mayoría de los colegios fueron divididos en burbujas, y cada una de estas tendrá clases presenciales en diferentes turnos. Por eso, algunos de los adolescentes que se junten a festejar tendrán que regresar a su casa luego de la celebración.
Para esa madrugada, la Municipalidad de Vicente López planea reforzar la seguridad en el paseo costero y contar con el apoyo de la Unidad Ciclista de Rescate, preparada para realizar primeros auxilios.
Concientizadores
Tanto en la provincia como en la ciudad, hay ciertas plazas que suelen ser especialmente concurridas durante esta fecha. El gobierno porteño está trabajando en la identificación de estos espacios, para poder acercar concientizadores y personal de prevención durante los festejos.
Los alumnos del Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE), ubicado en la ciudad, todavía no tienen definido el plan para la noche previa a su primer último día, pero, según uno de los estudiantes de quinto año, seguramente van a reunirse en la plaza más cercana al colegio. “No creo que se haga una fiesta tan grande y divertida como las que se solían hacer antes”, destacó el alumno.
Lo mismo prevé Josefina Meyrelles, que estudia en un colegio privado de San Isidro: “No lo vamos a poder festejar como siempre, pero vamos a adaptarlo como se pueda”. Dado que ningún padre está dispuesto a recibir a toda la camada, ella y sus compañeros decidieron dividirse en grupos para celebrar de manera separada. A eso de las 6, toda la promoción se reunirá en la Plaza Mitre, al igual que la mayoría de los estudiantes de los colegios de la zona.