Tuvo una crisis vocacional, se replanteó todo y a los 22 años se recibió en dos carreras
Lautaro Martínez es de Salta y en 2017 emprendió su sueño; “En un momento de confusión también puede haber una oportunidad”, dijo a LA NACION
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Lautaro Martínez se volvió viral en las redes sociales luego de compartir una de las historias más importantes de su vida. El joven, nacido en Salta, se recibió de licenciado en Administración de empresas y al mismo tiempo de abogado en la Universidad Católica de Salta (UCASAL).
Con las emociones a flor de piel y aún conmovido por el logro, decidió compartir en Twitter las postales de su festejo en el exterior de la facultad y las acompañó con un sentido mensaje: “Después de cinco años, 86 materias y mucho esfuerzo por fin termina esta etapa. Solo me queda agradecer a las personas que me ayudaron a lograr esto”, contó en la red social. Por otro lado, reflexionó: “Sigan sus sueños, no dejen que les digan que no pueden, que lo único imposible es lo que no se intenta”.
En otro tuit, Lautaro les agradeció a sus compañeros por el apoyo que le brindaron en todo este tiempo y aclaró algunas preguntas de sus seguidores. “Empecé la facultad con 17, cumplo en abril. Y este logro no es porque sea un genio ni mucho menos, tuve la suerte de encontrarme con grupos increíble en la facultad que me ayudaron en todo lo que necesitaba. Gran parte de esto es gracias ellos”, escribió junto con el emoji de un corazón.
En diálogo exclusivo con LA NACION, Martínez contó las razones por las cuales decidió anotarse en dos carreras: “Terminé el secundario, me mudé a Córdoba y empecé a estudiar abogacía en la Universidad Nacional. Todo iba bien hasta que en octubre de 2017 me agarró una crisis en la que pensé: ´Esto no es lo mío, me quiero cambiar, no me gusta´”.
Aquella primera experiencia del joven en la facultad lo derivó a tener problemas de salud. “Siendo paciente cardíaco, tuve un problema en el corazón. Ahora que lo veo de lejos siento que fue un problema psicológico más que meramente biológico”.
Con el objetivo de no seguir complicando su bienestar, Lautaro decidió volverse a su ciudad natal. “Me volví sin saber qué era lo que me apasionaba del todo, esa típica historia que te cuentan de chico en la que te dicen que tenés que amar tu carrera. Me anoté en Administración de empresas en la Universidad Nacional y abogacía en la UCASAL, ya que no había otra opción en la ciudad. Así es como, de a poco, fui encontrando mi vocación”.
A la hora de hacer el ingreso, el joven consultó si en la carrera de administración le reconocían algunas materias de derecho, pero no lo aceptaban. Ante la negativa, decidió hacer las dos carreras en la Universidad Católica. “Así fue como empezó un plan de ver cuál me gustaba más, porque realmente todo el mundo me decía que era imposible. Empecé con la idea de aguantar el primer semestre, después fue el primer año, el segundo, y así…”, recordó emocionado por el camino recorrido que este 2022 dio sus frutos.
Si bien Lautaro comenzó a trabajar en noviembre de 2021, una vez que terminó de cursar las materias, durante los cinco años anteriores se dedicó por completo al estudio. “A veces se tornaba pesado, pero logré que sea en su mayoría llevadero. Los primeros años fueron más difíciles ya que terminaba con la cabeza explotada por los horarios. Con el tiempo se fue haciendo más fácil en cuanto a la costumbre de tener que estudiar y cursar, de conocer mis límites”, confesó.
En cuanto a la hazaña de recibirse en dos carreras, destacó que una de las claves para sobrellevar todo con entusiasmo fueron el apoyo incondicional de su familia y grupo de amigos, quienes según sus palabras “fueron un sostén”.
“Reconocí que no era Superman. En mi caso particular lo que me ayudó fue en principio mi familia, que me ayudó a atravesar el proceso y me incentivaron por seguir. Por otro lado mi grupo de la facultad, que me dio gente increíble. Me daban una mano cuando no llegaba, ya sea con apuntes, resúmenes o mensajes de aliento. Es gente que me ayudó a ser mejor y a progresar de una forma desinteresada”, remarcó.
El joven estudiante es el claro ejemplo de que cuando uno tiene un sueño no debe bajar los brazos, más allá de las limitaciones y los pensamientos negativos. Mientras aprovecha estos días para descansar, Lautaro aconseja: “En una crisis puede haber una oportunidad. Yo no busqué cursar dos carreras, sino que fue el interrogante de decir: ´¿Esto es para mi?´, y si hay personas que están en un momento de dudas respecto de sus estudios, les diría que es momento de cambiar”.
Por último, dejó una reflexión: “A veces no podés decidir lo que querés sobre tu vida a los 17 años y por la presión de la sociedad no tomamos la iniciativa. Con esfuerzo y dedicación se puede, y sino siempre hay tiempo para volver atrás”.
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