Triple Frontera: por qué preocupa a los operadores turísticos de Puerto Iguazú un nuevo puente que une Brasil con Paraguay
La obra se inaugurará en diciembre próximo y será el segundo viaducto entre ambos países
- 7 minutos de lectura'
POSADAS.- El miércoles se produjo la conexión de los dos extremos o calles del imponente Puente de la Integración, que se inaugurará en diciembre próximo y que conectará la brasileña Foz de Iguazú con la paraguaya Puerto Franco, próxima a Ciudad del Este en la Triple Frontera.
Será el segundo puente que vincula a las dos grandes ciudades de este punto único en la región, ya que el nuevo viaducto de 760 metros de largo, a un costo de 84 millones de dólares financiado por la represa binacional de Itaipú, se sumará al Puente de la Amistad construido hace 53 años, por el que a diario pasan miles y miles de personas. El miércoles se terminaron de colocar 37 dovelas de metal y hormigón, y ahora se procederá a la colocación de losas y el asfaltado del tramo, así como vallas y el sistema lumínico.
La obra dejará también un sabor amargo para la Argentina, que quedará más relegada en esta frontera ya que a partir de diciembre, cuando se ponga en marcha este segundo viaducto, Brasil tendrá tres puentes fronterizos; Paraguay, dos y el país, solo uno.
Esos números son también una buena medida del contraste en el grado de desarrollo que alcanzaron las pujantes ciudades brasileña y paraguaya, comparadas con la vecina localidad de Puerto Iguazú, conocida coloquialmente como la “prima pobre” de la Triple Frontera. Esta es una localidad plagada de carencias, con altos niveles de pobreza y que no consiguió resolver cuestiones básicas como el abastecimiento de agua potable a pesar de que está rodeada de ríos.
Sin segundo puente
La Argentina no tiene un puente que la vincule con Paraguay, distante a unos metros cruzando el río Paraná, y, con Brasil, se conecta por el Tancredo Neves, que es considerado la segunda puerta de entrada o salida del país detrás del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, por la cantidad de tránsito de personas, según los datos de la Dirección Nacional de Migraciones. La obra fue inaugurada el 29 de noviembre de 1985 por los presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney
Según pudo saber LA NACION, hace unos meses algunos estudiosos trataron de reactivar viejos planes existentes para construir el viaducto faltante, que llegó a tener un plan maestro. El original preveía que la traza de ese puente tuviera su cabecera argentina en Puerto Península, pero el crecimiento de Puerto Iguazú obligaría a efectuar nuevos planes.
De todas formas, ningún proyecto está en la mente o la agenda de intendentes o gobernadores y mucho menos de autoridades nacionales, más allá de algunos vecinos de Iguazú que no se resignan al atraso.
“Estamos construyendo después de 50 años dos puentes con la República Federativa del Brasil, tenemos pendiente uno (con la Argentina). Le voy a decir ya a mi amigo el presidente Fernández que no se puede quedar la integración Paraguay-Argentina trazada con la integración Paraguay-Brasil”, azuzó en diciembre de 2020, el presidente de Paraguay, Manuel Abdo Benítez, en un acto en la central de Yacyretá.
El mandatario se estaba refiriendo a la construcción del Puente de la Integración, cuya obra visitó, junto a Jair Bolsonaro en junio pasado. Ambos presidentes comprobaron que la construcción, que comenzó en 2019, marchaba según los plazos previstos a pesar de que se levantó en plena pandemia del Covid-19.
Empresarios
El nuevo puente entre Brasil y Paraguay también sirve como un símbolo para el desarrollo dispar de las tres ciudades que son el epicentro de la Triple Frontera.
Mientras Ciudad del Este creció hasta convertirse en el segundo centro urbano después de Asunción y Foz de Iguazú es una ciudad con rascacielos, centros comerciales y un aeropuerto que tiene vuelos internacionales a todo el mundo, Puerto Iguazú no logró los mismos niveles de desarrollo.
Una de las manifestaciones más patentes de esta diferencia es la política de frontera, según sostienen los empresarios vinculados al sector del turismo y la gastronomía de Puerto Iguazú. Nuestro país es el único que realiza controles rigurosos de Migraciones y Aduaneros (AFIP) en la cabecera argentina del Puente Tancredo Neves, mientras que Brasil y Paraguay, al mejor estilo de las fronteras del Primer Mundo, permiten el tránsito libre a aquellos que van y vienen en el día, comerciantes, turistas y todo tipo de personas, dejando controles más rigurosos para los bordes de esas ciudades.
El resultado de esto es que a Ciudad del Este o Foz de Iguazú se puede entrar o salir sin inconvenientes en unos pocos minutos, mientras que a Puerto Iguazú hay que hacer colas interminables que cada vez más provocan el repudio de los turistas extranjeros.
Los controles argentinos contrastan con la gran actividad de contrabando y cruce ilegal de personas a tan solo unos cuantos cientos de metros de ese cruce fronterizo y a la vista de todos.
Ante esta situación los empresarios y vecinos de Puerto Iguazú están impulsando la implementación de un Corredor Turístico que haga más expeditivo el cruce fronterizo para los que solamente quieren pasear unas horas por esta ciudad, visitar las Cataratas del lado argentino o comer en un restaurante aprovechando la fortaleza del dólar, el real o el guaraní ante el peso.
“Estamos impulsando un proyecto de Corredor Turístico para que el tránsito vecinal fronterizo sea ágil, que no se hagan los controles tan engorrosos y se eviten las demoras en el puente que espantan a los turistas”, señaló a LA NACION, Jorge Antonio, empresario gastronómico dueño de dos de los principales restaurantes de Iguazú y miembro de Asociación Hotelera y Gastronómica y Afines de Iguazú (Ahgai).
“Esto va a favorecer a todo Iguazú, ya que debido a las largas filas que se forman para entrar mucha gente desiste de venir y no gasta en nuestro país”, señaló Joaquín Barreto, presidente de la Cámara de Comercio de Iguazú y una de las caras visibles de una propuesta que lleva años y ahora se reflotó buscando aprovechar el momento cambiario, que favorece la afluencia de turistas extranjeros, en especial paraguayos y brasileños, a Puerto Iguazú.
Barreto ya se reunió con legisladores nacionales y locales, intendentes, gobernadores y personal de Migraciones.
Sin embargo, consultada por LA NACION, la directora de Migraciones, Florencia Carignano, negó estar al tanto de ningún proyecto de este tipo y además dijo que era inviable porque “la ley no lo permite”.
Carignano explicó que el puente Tancredo Neves es el punto fronterizo “más importante del país” con un flujo que puede llegar a los 35.000 personas por día y que “todo el tiempo estamos detectando personas con documentación falsa, o mayores que quieren sacar del país a chicos sin documentación o gente buscada por la Interpol, los controles son una cuestión de seguridad”.
La funcionaria admitió que Brasil y Paraguay se manejan con otras políticas, pero “la ley Argentina es muy clara”. Respecto a los pasos clandestinos que hacen de Misiones una frontera porosa, explicó que “esa ya es una cuestión de seguridad, que le corresponde a Prefectura y Gendarmería”.
Carignano, sin embargo, adelantó que Migraciones hace todo lo posible para agilizar los trámites de control y tiene previsto incorporar cinco cabinas más a las 57 que ya tiene el Tancredo Neves. “Es el paso fronterizo con mayor cantidad de personal, pero ya casi no hay espacio físico para poner más cabinas”, completó.
Temas
Otras noticias de Turismo
Más leídas de Sociedad
“Un aumento sostenido”. Las tres razones por las que un hospital universitario registra un boom de demanda
Quejas y mucho enojo. Ya comenzó el paro escalonado de subtes: a qué hora interrumpe el servicio cada línea
¿Quién es Andrés Palau? La “oveja descarriada” heredera de un legado que convocará a una multitud en Mendoza
Crisis educativa. Preocupa que menos de la mitad del país cuenta con datos fehacientes de sus estudiantes