Tres hipótesis en el misterioso crimen de María Marta García Belsunce
Piensan en un móvil pasional, de robo y hasta en un atentado mafioso; suman a más investigadores
A pesar de las zonas grises que aún quedan en torno del asesinato de María Marta García Belsunce, muerta de cinco balazos en su casa del country Carmel, de Pilar, los investigadores del homicidio y el entorno familiar de la víctima consideran tres líneas de investigación.
El principal punto oscuro del caso que desvela a los investigadores es por qué no se dio intervención a la policía desde el primer momento. La ley indica que cuando hay una muerte, aunque sea accidental, debe hacerse una autopsia. En este caso los médicos que revisaron el cuerpo no advirtieron los disparos en la cabeza, y el facultativo de la funeraria que suscribió el certificado de defunción indicó que había muerto de un paro cardíaco no traumático, y en la Capital Federal. Sólo así se explica que no haya habido autopsia en ese momento, sino semanas después, cuando el cuerpo fue exhumado, luego de que se depositó en la bóveda familiar del cementerio de la Recoleta.
Fuentes cercanas al caso, dijeron que la noche del 27 de octubre llegó un patrullero al country, avisado por la guardia, pero que los familiares dijeron que se trataba de un accidente y se fue.
Según el fiscal de la Cámara de Casación Penal Juan Martín Romero Victorica, amigo de la familia, su insistencia en que pudo haber ocurrido un crimen venció la idea familiar de que María Marta había muerto tres resbalar en el baño. Pensaron esto a pesar de las manchas de sangre en el baño y que estaba vestida y semisumergida en la bañera. Además no se recuperó nunca el plomo del sexto proyectil, que rozó el cráneo e impactó en el techo de madera del baño.
Según datos que recogió LA NACION entre los amigos de la familia, funcionarios judiciales y vecinos de Pilar se analizan estas tres hipótesis:
- El robo: según esta posibilidad, abonada por algunos integrantes del entorno familiar y que es una más de las ideas que tienen los funcionarios judiciales, María Marta García Belsunce vio a un delincuente que entró en su casa para robar, lo reconoció y por eso la mató, antes de que pudiera sustraer nada. En el country Carmel hay antecedentes de robos, por los que los habitantes del barrio cerrado señalan a uno de los vecinos. Este hombre, con antecedentes penales, tiene un proceso por robo en San Isidro y otro por estafa en esta ciudad. Se trataría de un hombre que dijo haber recibido la herencia de un familiar, aunque en el country hay vecinos que sospechan que no fue ajeno a la muerte del pariente que le dejó el dinero.
Además, luego de la sustracción de algunos elementos del country, un vecino los descubrió en un local de Pilar. Pidió y obtuvo los videos de seguridad del comercio y allí aparece este vecino, junto con su esposa, vendiendo los elementos supuestamente robados.
Otro dato abona esta idea: María Marta García Belsunce tenía un perro que meses atrás desapareció. Una empleada doméstica relató a sus vecinos que ese animal estuvo encerrado en la casa de este vecino al que ahora todo el country teme. Este señor habría puesto en venta su casa en los últimos días, coincidentemente con el momento en que se supo que María Marta había sido asesinada.
- El crimen pasional: los allegados a la familia lo investigaron y en un principio lo descartaron. Romero Victorica, que estuvo en la escena del crimen horas después de hallado el cuerpo, ayer especuló con que era una posibilidad, debido a la cantidad de disparos efectuados. Un asesino profesional hace uno o a lo sumo dos tiros, para rematar a su víctima. Pero en este caso, el criminal le vació el tambor de seis tiros de un revólver calibre 32. En su cometido no había frialdad, sino emoción. "Te mato, te remato y te vuelvo a matar", ejemplificó el fiscal en diálogo con LA NACION.
De los cinco tiros calibre 32, tres fueron efectuados juntos y con el arma apoyada arriba de la oreja izquierda de la víctima. Otros dos se hicieron desde más lejos, dijeron allegados a la causa. Estas conclusiones están en los protocolos de la autopsia que recibió ayer el fiscal Diego Molina Pico.
- El móvil desconocido: aquí confluyen varias ideas, alimentadas por los numerosos puntos oscuros que rodean de misterio al asesinato. Una hipótesis es la del crimen mafioso. Este dato está en poder de la familia y de funcionarios judiciales que lo explican así: en Pilar se debate la privatización del Hospital Municipal. En esta pugna, donde están en juego unos 10 millones de pesos, la asociación Amigos de Pilar, que integraba García Belsunce como vocal, pretendía administrar el hospital, al igual que un sector gremial. En medio de esa trama pudo haber ocurrido el crimen. Se trata del segundo caso que conmueve a esa ciudad en pocas semanas, luego de que el secretario privado del intendente fue muerto a balazos en un supuesto intento de robo.
Estas pistas ahondarán hoy cuatro investigadores judiciales enviados por el Procurador Provincial Eduardo Matías De la Cruz, a pedido de Molina Pico. Integran la policía judicial y son especialistas en medicina forense e investigación de campo.
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