Tren a Mar del Plata: Cuánto cuesta, quiénes pueden viajar y cómo es el protocolo
MAR DEL PLATA.- La azafata da la bienvenida y, enseguida, detalla las recomendaciones que, durante el resto del viaje, se repetirán en cada una de las pantallas digitales que tiene cada vagón y también desde los parlantes, con mensajes de audio: barbijo obligatorio a tiempo completo, no levantarse y, en caso de ir al baño, higiene de manos con lavado abundante y alcohol en gel; todo disponible en sanitarios independientes, en un extremo para hombres y en el otro reservado solo para mujeres.
El debut de anteayer del tren a Mar del Plata en tiempos de pandemia demandó poco más de seis horas y media y, a pesar de un arribo a destino más tarde de lo esperado, dejó conformes a los pasajeros con un servicio que promete ser de alta demanda dentro de una semana, cuando con a partir de diciembre se habilite por primera vez en más de ocho meses la actividad turística.
Con hasta cinco servicios diarios proyectados durante la temporada alta, la opción ferroviaria está llamada a ser una directa y fuerte competencia a la oferta de ómnibus, que todavía permanece suspendida. Los pasajes tienen valores que van desde los 660 (primera) a los 795 pesos (pullman), montos a los que se debe aplicar un 10% por la compra realizada, ahora de manera obligatoria, por vía web.
Este precio final equivale a menos de la mitad de los 1600 a 2200 pesos o más que se pagaba por el mismo tramo recorrido por ruta en transporte de larga distancia. Todavía a ritmo de una frecuencia diaria, ida y regreso, por estos días la formación que recorre el ramal que une a Plaza Constitución con estas playas solo está reservada a trabajadores esenciales y casos excepcionales. Recién a partir del miércoles próximo podrá viajar cualquier persona con una sola condición: tramitar con antelación el Certificado Único Habilitante de Circulación.
"Fue una muy hermosa experiencia, confortable en el servicio y con muchos controles tanto antes de subir como arriba del vagón", contó Silvia Garay, una de las pasajeras que recorrió estos más de 400 kilómetros en una de las cómodas butacas de la formación del tren N°303, que protagonizó esta reanudación del corredor.
Desde Trenes Argentinos informaron a LA NACION que la formación tiene una capacidad máxima original de 560 personas. Por aplicación de protocolos, que apuntan bajar la ocupación general, solo salen a la venta dos de cada tres butacas. Este primer viaje, que se inició a las 15.29 en Plaza Constitución y con algo de demora –la duración estimada es de 5.50 horas- finalizó a las 22.04 en la Terminal Ferroautomotora de Mar del Plata, lo compartieron 290 pasajeros.
Los usuarios destacaron esta abundante cantidad de medidas de cuidado en términos sanitarios. Al ingresar a la estación metropolitana se les tomó la temperatura y antes de avanzar hacia el andén debieron exponerse a una desinfección de calzado, que personal del lugar realiza con rociadores portátiles. En el recorrido, antes de subir al vagón, se les exigió el pasaje y el permiso para circular (mediante aplicación digital CuidAr) en al menos cuatro postas de control. Si bien el trámite de compra se realiza sí o sí vía web, el ticket hay que llevarlo impreso.
Cada vagón cuenta con carteles en los apoya cabezas que marcan cuáles de las butacas están disponibles y cuáles deben permanecer liberadas para garantizar distanciamiento. Pasajeros contaron a LA NACION que aun cuando eran parte de un mismo grupo familiar tuvieron que viajar con asiento libre de por medio.
El pedido insistente de las azafatas es que nadie deambule por los pasillos. Mucho menos que pasen de un vagón a otro. Solo se permite estar de pie y caminar para ir al baño. Nada más.
"Al menos por lo que se ve ahora es más barato y parece un ambiente mucho más seguro que el del ómnibus, que es más pequeño y tendrá pasajeros conviviendo durante cinco horas o más en un ambiente reducido", advirtió Alberto, otro pasajero que viajó a Mar del Plata en este primer tren en tiempos de Covid-19.
Una particularidad del nuevo servicio es que las valijas viajaron juntas en un mismo coche, por lo que cada pasajero solo pudo tener cerca algún bolso pequeño y equipaje de mano. Otra, que se mantendrá como constante, es que no está en funcionamiento el coche comedor. Dispuesto para sobrellevar parte del viaje entre algún refrigerio y bocas para recarga de los teléfonos celulares, ahora queda despejado y reservado como espacio de eventual aislamiento para pasajeros que puedan presentar durante el viaje algún síntoma compatible con coronavirus. En ese caso se activa el protocolo y se articula con la ciudad de destino para el traslado del paciente a un centro de salud.
A bordo tampoco hay venta de alimentos, ni siquiera en modalidad ambulante del propio servicio del tren. La única disponibilidad es agua en bidones que están distribuidos en distintos puntos de la formación. Una cuestión que también llamó la atención es que este recorrido que prevé una docena de paradas en estaciones de localidades intermedias tiene un salteo: Chascomús. Es una cuestionada decisión de ese Gobierno municipal en el marco de medidas preventivas vinculadas al aislamiento social y la decisión de no sumar riesgos de contagio para esa comunidad.
Temas
Otras noticias de Mar del Plata
- 1
Esta vez, en Santa Cruz: otro estremecedor caso de un mono carayá rescatado con su cuerpo atrofiado de una casa
- 2
Rosario: dejaron a otro perro encerrado en un auto y la policía rompió el vidrio para rescatarlo
- 3
La historia de la parroquia de Belgrano R que fue declarada patrimonio cultural
- 4
Vacaciones en Brasil: estas son las vacunas que los médicos recomiendan darse antes de viajar