Tren de la Costa de San Isidro: el shopping a cielo abierto que visitó Lady Di y está abandonado hace años
En el terreno de San Isidro funciona parte de la Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz (UNSO); el resto del lugar, abandonado, pertenece a Trenes Argentinos; la casa de estudios pide su asignación, pero Sofse planea alquilarlos próximamente
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Hace casi 30 años, en 1995, se inauguró el Tren de la Costa en San Isidro, un shopping a cielo abierto con 74 locales, entre los que se podía disfrutar de cines, juegos, restaurantes y tiendas de ropa. En su momento, fue un foco de congregación de vecinos y visitantes, y hasta el Rey Juan Carlos de España participó de la apertura. Incluso la princesa de Gales, Lady Di, paseó por el complejo pocos meses después del evento.
En 2013, bajo la gestión del entonces ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, durante el Gobierno de Cristina Kirchner, el predio se estatizó. Para ese entonces, ya había sufrido un fuerte desplome de pasajeros y le rescindieron la concesión del Tren y del Parque de la Costa a la Sociedad Comercial del Plata, de la familia Soldati.
Ubicado entre las calles Primera Junta, Pedro de Mendoza, del Barco Centenera y Juan Bautista La Salle, el terreno tiene 27.000 metros cuadrados de espacio abierto y cerrado, donde hoy funciona un centro del Registro Nacional de las Personas (Renaper), y, desde octubre de 2023, las aulas de la Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz (UNSO).
Como explicaron fuentes de Trenes Argentinos ante la consulta de este medio, en 2021 la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) le adjudicó una parte del predio, a través de la resolución 109/21, a la UNSO. La misma legislación indica que la institución debe pedir permiso previo a la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF) para obtener el permiso de realizar obras en el lugar.
Esta concesión no fue total: a la casa de estudios se le asignaron 15.000 metros cuadrados, de los cuales cerca de 5500 son cubiertos y más de 9000 descubiertos. Esto significa que casi la mitad del espacio no forma parte del polo universitario. Es decir, los restantes 12.000 metros cuadrados, hoy en desuso, permanecen bajo la órbita de la Sociedad Operadora Ferroviaria S.E. (SOFSE). De esta yuxtaposición entre abandono y utilidad surge la “puja” actual entre ambos sectores: la parte de SOFSE son oficinas vacías y espacios comunes que se vienen abajo, a la espera de que se alquilen, mientras que la universidad no solo pide que se reparen, si no también que le den más lugar para aumentar su capacidad.
Mario Posse es docente y consejero superior de la UNSO. En diálogo con LA NACION dio más detalles sobre este choque de intenciones. En el Tren de la Costa hay 17 aulas en la planta baja y una en el primer piso. La facultad empezó a funcionar en 2019 con 300 alumnos. Como la mayoría de las actividades, durante la pandemia de Covid-19 aplicaron la modalidad virtual. Mientras tanto, fueron creciendo, y en 2022 llegaron a 3000 estudiantes, aunque no tenían un lugar propio. Hoy ya son 4500 alumnos regulares (inscriptos en al menos una materia) y 7000 pasivos (en un mínimo de una materia también, pero hasta el cuatrimestre pasado).
“Habíamos trabajado con la gestión anterior del Gobierno nacional [la de Alberto Fernández] para tratar de encontrar un predio. En agosto de 2021 nos entregaron parte del Tren de la Costa en San Isidro”, contó. Antes de eso, entre 2016 y 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri, el Estado quiso llamar a una licitación para construir ahí un parque o un centro comercial. “Pero eso se truncó. Cuando nosotros llegamos, el abandono de los lugares en donde entrábamos era terrible. Lo primero que tuvimos que hacer fue ver los desagües, la conexión eléctrica. Todo destruido. Pero la estructura del edificio estaba bien. Nuestra idea era no hacer una reforma estructural, sino trabajar sobre los espacios y transformarlos en aulas. No queríamos hacer una obra nueva”, detalló Posse.
Mantener las fachadas y no construir parecía fácil. Pero, continuó explicando, ni la gestión anterior ni la actual les giraron plata para llevar adelante las obras. “Somos la única universidad nacional que, desde su creación, no recibió del Estado un fondo para la construcción de su sede”, remarcó.
La situación, además, se enmarca en medio de la exigencia por recomponer el presupuesto para Educación y la Ley de Financiamiento, a la vez que los pedidos de paritarias de docentes y no docentes. De hecho, el consejero agregó: “Nosotros estamos haciendo alguna que otra cosa con lo que vamos pudiendo. Hoy nos faltan seis aulas para dejar de alquilar. Todavía alquilamos en el colegio 20 de Junio, en San Isidro. Y estamos encarando tres aulas más con fondos propios, pero a pulmón y tratando de recortar y ser austeros, porque la perspectiva de que el Gobierno gire fondos, en principio, no es muy favorable”, agregó.
Para que todo quede en óptimo estado “todavía falta un montón, hay mucho para trabajar”, dicen. Esto se debe a que los sectores que pertenecen a Trenes Argentinos están dejados, rotos, sucios. Algunos de los problemas son, por ejemplo, la falta de iluminación en las veredas y en el estacionamiento, las paredes manchadas y grafiteadas, y la falta de cámaras de seguridad.
Esto no solo inquieta a Posse y las demás autoridades, sino también a los vecinos del lugar. Lorena Campos, por ejemplo, vive hace más de 20 años en San Isidro, y se lamentó: “La verdad, es triste ver cómo se vino abajo [el predio]. En el barrio hay cada vez más movimiento. Hay lugares muy lindos, otros que están arreglando. Y contrasta mucho con lo que se ve del Tren de la Costa: partes muy dejadas, oscuras. Una lástima, en su época fue muy lindo”.
Varios locales y estacionamientos abandonados pertenecen a SOFSE. “Del espacio del estacionamiento no tenemos ni una cochera nosotros. Está totalmente vacío y grafiteado. Ni siquiera hay seguridad. En esos lugares no podemos poner ni un foquito de luz. Lo que hicimos fue apuntar las cámaras para ese lado, de manera de brindarle algo de seguridad a nuestros estudiantes”, contó Posse.
Javier, otro vecino que prefirió no dar su apellido, también se detuvo en ese detalle: “Es un predio enorme, tiene mucho potencial. Pero le falta mantenimiento, mucho arreglo. El estacionamiento es un desastre, hay feo olor, falta luz”.
La universidad le pidió al Gobierno anterior y al actual que les traspasaran parte de estos lugares. En algunas oficinas en desuso, por ejemplo, hasta 2022 funcionó una financiera, por lo que esos cuartos se encuentran aptos para usar con poca remodelación, según contó Posse. Pero la AABE les respondió que Trenes Argentinos pretendía alquilarlos.
De hecho, la sociedad estatal explicó a LA NACION que la gerencia de Desarrollo Comercial le solicitó al Tribunal de Tasación de la Nación que cotizara el valor de esos locales hace más de un mes, con el fin de publicar el precio de alquiler para los comercios que quieran instalarse ahí. Esto significa que esas seis oficinas seguirán perteneciendo a SOFSE, pese al pedido de la UNSO. De todas formas, como aclararon, existe la posibilidad de que no haya oferentes interesados, y, en tal caso, deberán decidir más adelante cómo sigue la tenencia.
Por su parte, Posse alega que las oficinas administrativas de la facultad —ubicadas en Thames y Panamericana, también en San Isidro— implican un monto extra de alquiler: cerca de $100 millones en 2024. La remodelación de los locales vacíos del Tren de la Costa significaría reducir el costo y el gasto anual que se va en el arrendamiento. Por consiguiente, concluyó, el financiamiento necesario, del bolsillo del Estado, sería inferior al actual.
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