Tras quejas de los padres, el Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini vuelven a clase el 22 de marzo
Empezarán cinco semanas después del regreso a la presencialidad fijado por el gobierno porteño y tres semanas después del establecido por la provincia de Buenos Aires. El inicio de las clases del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) y la Escuela de Comercio Carlos Pellegrini, dos de las seis secundarias que dependen de la Universidad de Buenos Aires (UBA), será el 22 de marzo para los alumnos de primer año y el 29 para el resto de los estudiantes, aunque todavía no es seguro si tendrán modalidad presencial.
Así lo confirmó a LA NACION el secretario de Educación Media de la UBA, Oscar García. La noticia llega después de una seguidilla de efusivos reclamos que los padres de los estudiantes de ambas escuelas realizaron en los últimos días a las autoridades de ambas instituciones y de la UBA, a través de las redes sociales, para pedir que se presentara información sobre las fechas de inicio y sobre la modalidad de las clases: si serán virtuales o presenciales.
Esta última cuestión todavía es una incógnita. A pesar de que García remarcó la voluntad de la UBA para garantizar una escolaridad presencial, aceptó que ello depende de dos variables: la decisión del Ministerio de Educación de la Nación y la situación epidemiológica.
En tanto, el inicio del ciclo lectivo de los otros cuatro colegios de la UBA también será en marzo, pero en diferentes fechas: el Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE) y el Colegio Preuniversitario Ramón Cereijo comenzarán el 8, la Escuela de Educación Técnico Profesional en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria, el 18, y la Escuela de Educación Técnica de Villa Lugano, el 16.
Las seis instituciones cumplirán con un protocolo de regreso a las aulas similar al diseñado por el gobierno de la ciudad, afirmó García. Sin embargo, el CNBA y el Pellegrini no podrán garantizar una presencialidad diaria, como establecen las directivas porteñas. Esto se debe a que ambas instituciones tienen una cantidad de alumnos superior al resto: el Nacional Buenos Aires, 2400, y el Pellegrini, 1800.
“En colegios tan grandes, volver a la presencialidad diaria sin primero vacunar a los docentes va a ser complicado”, afirmó García.
Lo mismo opinó Valeria Bergman, rectora del CNBA. “La idea es poder lograr la mayor presencialidad posible. Sin embargo, esta va a depender de los protocolos de salud que apliquemos y también, en parte, de la vacunación docente”, dijo.
Los directivos de la institución todavía no han definido cuántas veces por semana ni cuántas horas podrá asistir a la escuela cada estudiante. “Cada curso tiene un promedio de 32 alumnos. Es mucho. Por eso, tenemos que estudiar bien el aforo permitido en cada aula según el protocolo, antes de definir el esquema de presencialidad”, explicó.
Como el Colegio Nacional de Buenos Aires tiene tres turnos –mañana, tarde y vespertino–, no es posible desdoblar un curso y hacer que la mitad estudie de manera presencial en el aula a la mañana y la otra, a la tarde, como harán la mayoría de las escuelas de doble jornada.
“Cada rector va a elegir el modelo de presencialidad que crea más conveniente según las características de su colegio, como el tamaño y la cantidad de estudiantes”, señaló García. A pesar de que confirmó que aún ninguna de las seis secundarias de la UBA ha definido qué esquema seguirá, afirmó que todos los directivos tienen la voluntad de garantizar el regreso a las aulas.
El diciembre pasado, el Nacional Buenos Aires organizó una mesa de examen de ingreso presencial con 2500 y, según sus directivos, el protocolo sanitario logró ser cumplido a la perfección.
El manejo del ciclo lectivo 2020, sin embargo, fue criticado por una gran cantidad de padres, quienes manifiestan que la cantidad de clases virtuales que recibieron sus hijos no fueron suficiente. También, que si bien algunos profesores hicieron un gran esfuerzo por mantener el nivel de aprendizaje de sus alumnos, muchos no lo hicieron.
“El año pasado fue vergonzoso. Es de esperar que un colegio que pretende ser un orgullo de la educación pública esté mínimamente a la altura de la garra que le ponen los pibes y las pibas para entrar, y que no abandone a sus estudiantes como lo hizo en 2020”, escribió en un tuit la madre de un alumno del CNBA, Josefina Licitra. El tuit recibió likes de 390 personas y fue retuiteado por otras 61.
En esta misma red social, la madre manifestó ayer, antes del anuncio de la UBA, su indignación por la falta de información sobre el regreso a las aulas, remarcando que tanto el gobierno porteño como la gobernación bonaerense ya tenían fijado el inicio del ciclo lectivo desde hacía varias semanas.
De acuerdo con los padres de alumnos del CNBA consultados por LA NACION, este tipo de reclamos son compartidos por gran parte de la comunidad educativa.
“Todo era improvisado. Las clases virtuales dependían de la voluntad de cada profesor”, opinó Galo Soler Illia, padre de dos estudiantes que el año pasado cursaron segundo y quinto año de manera virtual. “Mis hijas aprendieron solo en las materias en donde tuvieron profesores muy presentes, que habrá sido en la mitad. Del resto de las materias no saben nada”, añadió.
Esta mañana, antes de que el colegio anunciara la fecha de inicio, Soler Illia escribió: “Entiendo que cuanto más grande es un colegio, más difícil es planear el regreso a las aulas, pero tuvieron un año para hacerlo y al parecer no lo hicieron”.
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