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El 1º de noviembre se llevó a cabo una concentración vegana en el centro de la Ciudad, que terminó en un escrache a la parrilla La Churrasquita y la pizzería Güerrín: los manifestantes mostraron carteles, pintaron graffitis con la consigna “carne es muerte” y golpearon las vidrieras de los locales. Las imágenes se viralizaron rápidamente y la mayoría de los comentarios en las redes y en los medios fueron negativos o en tono de burla. ¿Pero qué piensan realmente los activistas veganos? ¿Cuáles son sus ideas?
En la Argentina funcionan varias agrupaciones animalistas como Voicot, Animal Libre, Coala y Buenos Aires Animal Save, que hacen pintadas, editan fanzines y realizan vigilias en los mataderos para dar a conocer la explotación que, según ellos, ejerce el hombre con los animales. Una de las acciones que tuvieron mayor repercusión fue el rescate de cientos de gallinas cuando sus vidas corrían peligro durante la crisis de la empresa avícola Cresta Roja.
LA NACION habló con los fundadores y referentes de Voicot, Malena Blanco y Federico Calegari. Los dos trabajaban como publicistas hasta que decidieron dedicarse de lleno a la militancia vegana y mudarse a Sierra de los Padres. Son pareja y tienen una hija de 11 años que tampoco come animales ni derivados. Ellos no participaron de los escraches porque no consideran que sirva para la causa. Sí estuvo en la marcha Jacqueline Guzmán, que también es miembro de Voicot pero fue en forma "independiente" al igual que la mayoría de los manifestantes.
¿Qué opinan de la marcha y de los escraches?
Malena: No adherimos porque sabemos que puede haber desbordes y generar una reacción contraproducente, que no salva animales, y nuestro objetivo es salvar la mayor cantidad de animales posible y que el mensaje de los derechos animales llegue a la sociedad. No creemos que sea positivo para los animales eso que pasó. Considero que es vandalismo y no tiene una idea detrás.
Jacqueline: Yo fui a la marcha como activista independiente. Eramos unas 500 personas. Fue organizada por activistas independientes, que se convocaron a través de las redes sociales. Mucha gente ya se conoce entre sí. Fuimos para consolidar el movimiento, creemos que para visibilizar el tema es importante que hagamos movilizaciones. Es un mensaje tanto para los veganos como para los que no lo son.
La parrilla queda claro, pero ¿por qué atacaron Güerrín, que es una pizzería?
Todos los alimentos de origen animal incluyen explotación. En la producción de los huevos, la gallina sufre, es explotada y pasa por una vida cargada de sufrimiento. Los veganos no consumimos nada de origen animal, porque más allá de no consumir al animal muerto, tampoco queremos financiar el sufrimiento de otros animales. Una pizzería usa queso y la industria láctea incluye mucho sufrimiento animal. Estamos en contra de financiar eso. Creemos que es importante visibilizar que no solamente las parrillas o las hamburgueserías explotan animales. Por eso mostramos carteles e hicimos pintadas. Creo que este tipo de acciones pone el tema en debate, que los medios empiecen a hablar del veganismo. Quizás intentamos mostrar algo para lo cual la gente no está preparada. Entiendo que hay activistas a los que les genera violencia el sufrimiento al que se somete a los animales. Acá no hubo manifestaciones violentas, en Francia sí. Para mí violencia es degollar una vaca para comerla.
¿En qué consiste el veganismo activo que practican ustedes?
M: La realidad es que nosotros arrancamos con esto cuando empezamos a ver lo que pasaba en el mundo. No es un tema de compasión sino de justicia. La idea es aprovechar las herramientas que tenemos como publicistas y comunicadores. La ganadería contamina más que todos los medios de transporte del mundo y si el grano que se le da al ganado se repartiera se terminaría con el hambre. El 80 por ciento de la soja que se produce en Argentina está destinado a alimentar al ganado de China. Yo no quiero este mundo. Entonces empezamos a tomarnos el tema en serio. Por eso hacemos las cosas que hacemos. Yo no voy a ir a patearle la vidriera a una pizzería pero de todas formas, violento me parece que cuelguen a los animales y que los criemos solamente para comerlos.
¿Para ustedes los animales están al mismo nivel que el ser humano?
Sí, biológicamente somos animales. Quizás no se comunican de la misma forma que nos comunicamos nosotros, pero eso no significa que nosotros tengamos el derecho a someterlos, oprimirlos y masacrarlos. Más allá de que no sean iguales a mí, yo no respeto solamente lo que es igual a mí. Yo me baso en que son seres sintientes como nosotros, que tienen sistema nervioso central, que es lo que manda la información de dolor al cerebro y para mí eso es suficiente para elegir que mi gusto no valga más que la vida de otro.
J: La religión y la educación nos metieron en la cabeza la idea de que el ser humano es superior a los otros animales Es una idea errónea, antropocentrista. En la capacidad que tienen de sufrir y sentir son iguales. No encuentro ningún argumento consistente para decir que somos superiores.
¿Están en contra del consumo de cualquier animal?
M: Exactamente, sí.
Federico: Estamos en contra de todo tipo de explotación, básicamente.
Está bien, pero si los animales fuesen criados en una granja, en una forma más humana, sin tanto sufrimiento, ¿estaría bien comerlos?
M: Si te comés al animal, ya de por sí, su vida no la estás respetando. Estás priorizando tus gustos, porque ni siquiera es una necesidad, a la vida de otro.
J: Eso seguiría incluyendo explotación y opresión, los seres humanos no tenemos derecho a explotar a otros animales. No existe el asesinato humanitario, por más que los haga vivir libres antes de matarlos. No hay diferencia.
¿Huevos y queso?
M: No, tampoco, nada que requiera la explotación de otros animales. Pero no lo hago por mí, lo hago por el mundo entero, no es una cuestión personal, es cómo quiero que sea esta construcción. La idea de que las vacas pasten libres hoy no se puede sostener. El sistema no es así.
¿Y pescado?
Los peces son animales que también tienen sistema nervioso central y sufren. Lo que pasa con los peces es que los contamos por toneladas. Nosotros los humanos matamos 4 mil animales por segundo a nivel global, sin contar los peces, que se cuentan por tonelada, no por individuo. Los peces son morfológicamente distintos a nosotros, entonces la empatía es más difícil. Yo a veces pido algo que no tenga nada animal y me ofrecen pescado (risas). Incluso pollo te dicen a veces, o jamón. Estamos completamente disociados. La matanza de peces es terrible. No solamente por el individuo, que siente, sino por lo que genera ecológicamente. Los peces que se pescan y no sirven se tiran al mar, lo que genera una alfombra de peces muertos en el mar que contamina todo.
¿Ustedes consideran que el ser humano puede vivir sin consumir proteína animal?
Está científicamente comprobado. Yo no como animales desde los 11 años.
F: Yo desde los 30. Es hasta más sano. Las principales enfermedades que afectan a la humanidad están referidas al consumo de animales.
¿No les falta energía?
Hay un montón de mitos. Hace un montón que se sabe, pero hay intereses económicos. La ganadería mueve un montón de dinero. Y hay un montón de trabajo que se sostiene con la explotación animal. Es algo que no va a pasar de hoy para mañana, pero tiene que pasar porque el mundo no se puede sostener de esta manera, no hay forma.
J: La industria y el sistema nos mienten diciendo que necesitamos comer carne y productos animales porque sino vamos a tener deficiencias nutricionales, lo que es mentira. Mi papá comió toda su vida carne y lácteos y es hipertenso. Nos alimentamos toda la vida de forma equivocada, no somos omnívoros. Cuando uno empieza a alimentarse en forma más saludable, sin productos animales, empieza a sentirse mejor.
¿Y morfológicamente, el ser humano no tiene la dentadura para comer carne? ¿No es omnívoro?
F: No somos carnívoros. Somos omnívoros, pero nuestro eslabón más cercano en la escala evolutiva son los monos babuinos, que son fruguívoros. Y las enzimas y las características de nuestro intestino indican que deberíamos ser vegetarianos.
El historiador israelí Yuval Noah Harari sostiene en sus libros que los cerdos son súper inteligentes y que las cerdas sufren muchísimo cuando les sacan a su cría, al igual que las vacas.
M: Los cerdos tienen el estado cognitivo de un nene de tres años. Es espantoso. Vos vas a un matadero y lo notás. Todos los animales se quieren escapar. Las gallinas, los cerdos y las vacas siempre se quieren escapar. A las vacas lecheras las preñan para que den siempre la leche y le sacan el ternero.
¿Respecto a las ovejas, que no se necesita matarlas para esquilarlas?
Sufren un montón. Ahora la diseñadora Stella McCartney vio un video de cómo las esquilaban y dejó de usar lana. La tecnología ha avanzado un montón, no hace falta utilizar animales para nada.
J: Nosotros consideramos que todos somos animales. Sigue siendo una industria y una explotación.
El tema de las abejas, que se crían por la miel. ¿Es explotación eso?
M: Sí, claro. Hay videos que te muestran cuando sacan la miel y quedan todas las abejas pegadas. Pasa que no te puedo empezar a hablar de la abeja porque sería radical.
La leche es una cuestión curiosa, porque somos la única especie que toma leche de otro animal...
M: Y después de la etapa de lactancia.
F: Existe por un tema comercial, es una industria más, igual que la de la carne. Son industrias montadas, no es natural, normal y necesario, como dice la doctora Melanie Joy, es algo que nos enseñan desde chicos y hasta nos obligan a hacerlo. Y nos vamos acostumbrando. Pero una dieta natural para nosotros estaría compuesta por legumbre, cereal, fruta y verdura, con eso estamos completos. Esa es una dieta balanceada, con todos los nutrientes.
M: Podés hacér unos platos increíbles, el mundo culinario se te amplía, no se cierra. Empezás necesariamente a consumir otras cosas. Es una puerta que se abre.
El tema de convencer a los demás. ¿No sería bueno que cada uno haga lo que quiere? ¿Si querés comer una asado te comés un asado, si querés ser vegano, sos vegano?
F: El punto es que buscamos evolucionar a una sociedad más empática. Partiendo de que hoy tenemos la posibilidad de llevar un estilo de vida sano, sin involucrar la explotación de otro animal, ¿por qué elegir hacerlo? Porque muchas veces nos dicen que es una cuestión de elección "vos no querés comer animales, no los comas, yo quiero comer animales, los como", cuando en realidad, si traducimos eso a otros avances en la ética social, nunca toleraríamos que alguien que abusa de un niño nos dijera "vos hacé lo que quieras, que yo hago lo que quiero". A partir de que son seres sintientes como nosotros, que quieren vivir una vida libre con sus familias, que sufren el abandono... Estamos familiarizados con los perros y los gatos y podemos entender estos atributos para ellos. La relación que vos lográs con un chancho, con una vaca o con una gallina es la misma.
J: La decisión de comer carne no es personal, porque involucra el sufrimiento de otro ser. Con ese criterio yo podría matar a una persona, total es mi decisión personal, pero es inconsistente moralmente. Comer carne genera sufrimiento para que unos pocos se beneficien de la ganancia.
M: Vos querés que todos se enteren, yo estudié, siempre fui una persona "normal", pero cuando me empecé a enterar de las atrocidades que hacemos como especie quería que lo supiera todo el mundo.
¿Les parece que se van a consumir menos animales en los próximos años?
F: El movimiento está creciendo año a año globalmente.
¿Estarían conformes con que la dieta de los argentinos vaya cambiando paulatinamente?
Sí, claro, totalmente.
M: Me parece utópico que cambie en su totalidad mañana. Va a ser paulatino.
Acá la tienen difícil porque el asado es una institución en Argentina y la carne es una de las principales exportaciones.
Es un tema cultural. Creo que se está logrando algo significativo. Ya en Buenos Aires hay una parrilla vegana. Hay unos alfajores riquísimos, ahora van a sacar una mayonesa vegana, empieza a haber de todo.
F: En lugares donde el movimiento está más avanzado, como Londres y Nueva York, hay más productos, porque la industria ya vio que hay una veta en el mercado. Bill Gates y Leonardo Di Caprio invirtieron millones en carnes a base de plantas y son más sanas y sustentables.
Lo que ocurre con la carne artificial es que no sabés qué tiene ni qué te puede provocar comerla.
M: Bueno, pero sí sabés lo que pasa ahora con la carne de vaca. Vos comés vaca. ¿Pero vos matarías una vaca y te la comerías? La especie se volvió carroñera. ¿Tanto sufrimiento por un gusto? Son animales que viven para ser explotados.
F: Además, todos estos animales, que dan leche y queso, finalmente terminan en el matadero. Cuando no rinden más.
¿Finalmente, qué opinan de los hipódromos?
M: En contra. En realidad no deberíamos explotar a ningún animal.
¿Pero no hay una relación especial entre el animal y el hombre que lo doma y lo monta?
A los animales los matan cuando se quiebran y dicen que no se pueden curar. Obviamente que se pueden curar, pasa que no sirven más. ¿A vos te gustaría que te traten así, si vos fueras el explotado?
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