Tras el fallo Arriola creció 17% el consumo en adolescentes
Los estudiantes porteños consideran de "bajo riesgo" fumar cannabis
A casi tres años del fallo Arriola, por el cual la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de arrestar a una persona por tenencia de drogas para uso personal, el consumo de marihuana entre los adolescentes porteños creció 17 por ciento. Esa proporción de incremento de jóvenes que probaron esa droga marca un salto desde 2009 en la tendencia de por sí creciente de consumo.
Los datos que tiene el Observatorio de Políticas Públicas del Ministerio de Desarrollo Social porteño establecen que consumió marihuana el 20 por ciento de los alumnos de nivel secundario.
Fueron 2870 estudiantes de escuelas de nivel medio los que respondieron un cuestionario en octubre de 2011. En el análisis de los datos obtenidos por esa encuesta se indicó que "los estudiantes consideran en su mayoría una conducta de bajo riesgo consumir sólo alguna vez marihuana, cocaína o psicofármacos sin prescripción médica".
Frente a los parámetros de uso de drogas visualizado en el informe, Roberto Canay, director de ese observatorio, comentó a LA NACION: "Los datos de este último relevamiento hecho en la ciudad de Buenos Aires, que no escapan a la situación nacional y regional, ponen en evidencia que el consumo de sustancias psicoactivas en los adolescentes constituye en la actualidad un problema sociosanitario significativo".
En sus respuestas, los jóvenes dejaron en claro que la idea dominante es que nada pasa por consumir drogas, que es un hecho tolerado socialmente y que no provoca consecuencias legales. Al ser consultados sobre en qué momento reciben propuestas de consumir drogas, los adolescentes marcaron prácticamente todos los lugares de su vida social, fiestas o recitales y alrededores de los colegios, incluso dentro de esos propios establecimientos educativos.
Así, no sorprendió la respuesta mayoritaria (52 por ciento) referida a que es muy fácil conseguir marihuana. También consideran extremadamente accesible la posibilidad de obtener cocaína (28 por ciento), paco (26 por ciento) y éxtasis (22 por ciento). Para los jóvenes, la oferta para consumir está al alcance de sus manos.
En el análisis de consumo de marihuana en cada barrio se observó una tendencia mayor en zonas clasificadas como de clase media, como Caballito, Almagro, Boedo, Belgrano, Núñez, Recoleta, Villa Devoto y Villa del Parque, en los cuales los índices de uso de marihuana trepan a más del 26 por ciento.
Además, la comparación de género indicó que el crecimiento en los últimos cinco años del consumo de marihuana fue proporcionalmente mayor entre las mujeres que entre los hombres.
Casos diferentes
A diferencia de lo que ocurre con la marihuana, cuyo debate interno y mundial sobre consumo da contexto al incremento de la comercialización, los obstáculos y condenas sociales para los fumadores de tabaco parecen dar resultado a nivel de los jóvenes. Es que el sondeo porteño determinó el consumo de esa sustancia adictiva en el 41 por ciento de los casos. En 2007 aparecía en el 48 por ciento de las respuestas.
El consumo de alcohol, en cambio, aparece consolidado, incluso en menores de 14 años (46 por ciento en esos casos). "Ese consumo naturalizado socialmente es una gran señal de alerta", indicó Canay.