Esta mañana reabrieron pasarelas al salto; habían sido arrasadas por el río en octubre pasado; Iguazú busca recuperarse en estas vacaciones de invierno con una ocupación que ya está en 80% y esperan que aumente en los próximos días
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POSADAS.- Tras 261 días, hoy en las primeras horas de la tarde volvió a recibir público la Garganta del Diablo, el principal atractivo de las Cataratas del Iguazú, con el amplio balcón al espectacular salto de 80 metros por donde pasa buena parte del caudal del río homónimo.
La reapertura estaba prevista para el sábado pasado, pero se postergó porque las constantes lluvias provocaron una nueva subida del Iguazú. Miles de personas llegaron hoy al balcón, con un Parque Iguazú que ya está recibiendo a los turistas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires y otros distritos que iniciaron sus vacaciones de invierno esta semana.
“Estamos al 80 por ciento de ocupación y esperamos en los próximos días, ya cerca del fin de semana, llegar al 100% o estar muy cerca de esos números”, comentó a LA NACIÓN, Ángel Palma, vicepresidente de la Asociación de Guías de Iguazú.
El Parque Nacional Iguazú está recibiendo en los primeros días de esta semana un promedio de 6000 visitantes diarios y se espera que el fin de semana alcance picos de 10.000, una cifra a la que se llega en los días de máxima ocupación de la temporada más alta.
“Aprovechamos para mejorar los sanitarios y ampliar la capacidad para evitar aglomeraciones y esperas en los momentos de gran afluencia a los distintos sectores”, comentó a LA NACIÓN, Carol Rosa, gerenta de la concesionaria del parque, Iguazú Argentina, sobre los trabajos de mejoras que se realizaron en la infraestructura.
Fundado hace 90 años, el Parque Nacional Iguazú es el de mayor infraestructura para el turista, con centros de interpretación, un tren ecológico con cuatro estaciones, locales gastronómicos de comida rápida y restaurantes, espacios para espectáculos, sanitarios y las pasarelas que se despliegan por sus cinco sectores: Garganta del Diablo, Circuito superior, Circuito inferior, Sendero Verde y Sendero Macuco.
Este jueves visitó el parque el secretario de Turismo, Daniel Scioli, para supervisar la reapertura de la Garganta del Diablo y conversó con las autoridades de la empresa concesionaria sobre posibles ampliaciones a esta infraestructura.
“Fue un trabajo titánico”, destacó Scioli, al resaltar la labor de rescatar del lecho del río, reconstruir y en algunos casos fabricar nuevamente unos 90 tramos de barandas y pasillos de acero que van asentados sobre pilotes y forman un recorrido de 1200 metros hasta el balcón de la Garganta del Diablo, que fueron arrasados literalmente por el río Iguazú con la crecida de finales de octubre pasado.
“Fue la reconstrucción más importante de la historia del Parque Nacional Iguazú”, explicó este jueves Roberto Enríquez, empresario a cargo de la concesionaria Iguazú Argentina, desde finales de los 90.
Desde el Parque Nacional Iguazú recordaron las tarifas vigentes. La entrada general para extranjeros es de $35.000; para argentinos, $10.000 y para misioneros, $4000. En tanto, jubilados y pensionados y menores de cinco años no pagan, así como tampoco personas con discapacidad o sus acompañantes. Los residentes de Iguazú y Andresito tienen el acceso libre al parque.
También recordaron que las entradas se adquieren a través del sistema de venta web de la Administración de Parques Nacionales, en la dirección https://iguazuargentina.com/es/index, o bien en https://www.argentina.gob.ar/parquesnacionales/iguazu.
Visitantes brasileños
Otra tarea que prometió gestionar Scioli es una histórica demanda del sector turístico de Iguazú: agilizar el paso fronterizo en el puente internacional Tancredo Neves, que por tránsito es la segunda salida y entrada a país detrás del aeropuerto Ministro Pistarini de Ezeiza.
El problema que nunca lograron resolver los misioneros, y por el cual vienen peticionando hace años a las autoridades nacionales, radica en los trámites que realiza la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) tanto para salir como para ingresar al país, y que contrastan con el paso liberado en el sector brasileño o incluso en la frontera Paraguay-Brasil (Puente de la Amistad) en la Triple Frontera.
Las autoridades de la Dirección Nacional de Migraciones argumentan que los controles no se pueden obviar ni agilizar, más allá de instalar más cabinas con personal de la DNM o sumar tecnología.
Al no estar acostumbrados a las esperas en la Triple Frontera, los turistas de otros países que ingresan por el Tancredo Neves, en especial los brasileños, se desalientan ante las largas demoras que pueden llegar hasta las cuatro horas o incluso más.
El gobernador Hugo Passalacqua le pidió a Scioli trabajar esta petición con el jefe de Gabinete nacional, Guillermo Francos, que también tiene un diálogo directo con el gobernador misionero.
Ante el pedido de Passalacqua, Scioli se reunirá con Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete y responsable de la Dirección Nacional de Migraciones, para abordar esta cuestión. “Entonces allí voy a plantear lo que me han solicitado para hacer más fluido el tránsito que muchas veces hay que esperar más de tres horas de Iguazú, del lado brasileño, al lado argentino. Y también pasos fronterizos como el de Posadas, que allí también hay una inversión privada para poder modernizarlo. Todo ello con más personal y más tecnología”, adelantó.
Iguazú, como otros centros turísticos, está esperando repuntar en el segundo semestre tras una caída de 20% en la afluencia de visitantes entre enero y junio, comparados con el mismo período del año anterior. Se trata de la mayor caída al menos desde 2011 y excluyendo al período en el que estuvo cerrado por el Covid-19.
“Sin dudas, la reapertura de la Garganta del Diablo nos da un fuerte impulso con la demanda que estamos iniciando de cantidad de visitantes”, indicó Palma. Hay que tener en cuenta que ese atractivo por sí solo puede motivar que miles de turistas que observan las Cataratas desde el lado brasileño, decidan cruzar para hacer el paseo por Iguazú, ya que el parque brasileño no cuenta con un punto de semejante panorama, lo más cerca que se puede estar de un extraordinario salto de agua.
“La Garganta del Diablo es nuestra niña mimada”, define Palma, quien espera como otros miles de guías, taxistas, remiseros, hoteleros, comerciantes y gastronómicos, que la actividad repunte en el segundo semestre, algo vital para una localidad como Puerto Iguazú que cuenta con el turismo como actividad económica principal y excluyente.
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