Aniversario: la revista de LA NACION celebra mañana sus 50 años

En 1969, la actriz ítalo-tunecina Claudia Cardinale venía de estrenar Érase una vez en el Oeste, de Sergio Leone y con Charles Bronson. El género spaghetti-western y el vínculo entre Italia y Hollywood como referencias cinematográficas estaban en su esplendor. Ella recibió en exclusiva al corresponsal de LA NACION en Roma, Rolando Rivière, y le convidó su sonrisa fácil y su aspecto melancólico, como describió el periodista en aquella nota. Cincuenta años después, la prolífica escritora belga Amélie Nothomb se animaba en esas mismas páginas a describir de manera minuciosa los rituales y las técnicas de su destacada prosa, una de las más elogiadas de la actualidad.

La primera y la última edición de la revista dominical, que mañana festeja su medio siglo de vida ininterrumpida junto a los lectores, son muestras elocuentes de una intención: reflejar con una visión cosmopolita y moderna la vida contemporánea y sus protagonistas. Con la distancia y la perspectiva que permite la periodicidad semanal en un medio acostumbrado al vértigo diario -y hoy al minuto a minuto de la edición digital-, las revistas dominicales son el símbolo de un estilo periodístico: las grandes entrevistas, las crónicas, el despliegue gráfico y fotográfico, la lectura extensa han sido fértiles para el ejercicio de estilos y retóricas periodísticas complementarias del rigor diario en la satisfacción del lector más atento y exigente.

Dos mil seiscientas ocho ediciones componen esta historia. En ellas, un Diego Maradona consagrado en Argentinos Juniors (1980) da cuenta de su futuro, Federico Fellini deja ver detalles de la grabación de Satiricón (1969), Enrique Pinti le toma el pulso a 200 años de historia argentina (2010), Mikhail Barishnikov anticipa su visita a nuestro país (1969), Penélope Cruz explica su consagración en Hollywood y confiesa pormenores de su vida como madre y actriz (2012)... A lo largo de cinco décadas, los más destacados personajes de la cultura, el deporte, el arte, la política y el pensamiento alternaron su protagonismo con el análisis profundo de tendencias y fenómenos de época. Joaquín Sabina y Pampita, Star Trek (o Viaje a las estrellas) y la infancia trans, Evo Morales y Al Pacino, el boom del gym en los ochenta y los recientes cambios en la fisonomía de la ciudad de Buenos Aires, Nacho Figueras y Dolores Fonzi, los novedosos asistentes virtuales y el lujo del tiempo, Antonio Gasalla y Carla Peterson, los avances científicos en la cura de enfermedades y el creciente foco en la alimentación, Carlos Bianchi y Julio Grondona, los pueblos patagónicos que reviven alrededor de Vaca Muerta?

"Ellos te hablarán y hablarán de libertades individuales, pero cuando ven un individuo libre se asustan". La cita de Easy Rider (Busco mi destino, estrenada aquel 1969) corresponde a un diálogo entre Jack Nicholson y Dennis Hopper, y es rescatada por el editor Diego Mazzei en uno de los textos de la edición especial que acompañará el diario LA NACION de mañana y que se enfoca en la evocación de los hitos de aquel 1969. Representa de manera cabal ese año de la cultura en auge, marcado por el casamiento entre John Lennon y Yoko Ono, el apogeo del hippismo en Woodstock y el amanecer del rock como cultura global con la popularidad de los Rolling Stones, Bob Dylan o el ascendente David Bowie.

En términos políticos, julio de ese año representa un momento del siglo XX signado por la conmovedora llegada del hombre a la Luna bajo los efectos culturales y políticos del Mayo Francés, la Guerra de Vietnam y los conflictos entre la Unión Soviética y Europa, con epicentro en Praga, como puntualiza Luisa Corradini. Entre nosotros, son los meses del Cordobazo y de las dualidades de la dictadura de Onganía, su relación con el peronismo proscripto y una efervescencia revolucionaria, tal cual repasa Pablo Mendelevich. La inflación empieza a ser tema de seguimiento cotidiano.

El boom de la literatura latinoamericana con Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar, que cosechan inmediatos reconocimiento y popularidad, se complementa con figuras como Manuel Puig, Bioy Casares o Saer, que bordean estilos más personales y hasta disruptivos, como plantea Fabiana Scherer. La memoria de Pablo Sirvén evoca una infancia marcada por el humor (Jaujarana) y el terror (Narciso Ibáñez Menta), pero también por el inicio de lo que luego serían clásicos: la consolidación de los almuerzos de Mirtha Legrand, producida en Canal 9 por Alejandro Romay.

Grandes columnistas especializados, referentes y figuras de la palabra locales e internacionales han pasado por esas páginas en las que la moda, la gastronomía, el humor y los pasatiempos tuvieron y tienen su lugar dentro de la oferta periodística. Lo explica José Claudio Escribano en el texto que abre la edición especial: "La década de los sesenta fue la década de las revistas en el periodismo argentino". Y luego amplía: "Se sacrificaron normas antiguas y se elevaron otras al altar del nuevo periodismo, a fin de satisfacer audiencias ansiosas por hallar más interpretaciones exhaustivas y sugestivas, más imaginación en un redoblar de apuestas sobre los hechos de que se informaba".

Dos computadoras, separadas por unos 500 kilómetros y ubicadas en Menlo Park y Los Ángeles, lograban en octubre de aquel año un prodigio: conectarse a través de Arpanet, una red pionera de la actual internet. Como detalla Ariel Torres, en aquella zona de lo que hoy conocemos como Silicon Valley, y en plena conquista del espacio, ese experimento borraba distancias e inauguraba la conquista del espacio virtual: una revolución que cambiaría el rumbo de la civilización. Nada menos.

Hoy, cincuenta años después, la revista multiplica el vínculo periodístico con sus lectores a través de redes sociales como Instagram (@lanacionrevista) y Twitter (@LNrevista): allí, producidos por el propio equipo, contenidos audiovisuales con valor emocional enriquecen la propuesta semanal. No se trata de un camino novedoso: la vocación por la originalidad narrativa, la sorpresa, el abordaje humano y personal, y la efectividad periodística en un universo de lectores que excede a quienes siguen el relato cotidiano de la actualidad la acompañan desde su primera edición.

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