Tierras, casas y educación para los wichis
Estas son las principales acciones que los hermanos maristas desarrollan en la Misión Nueva Pompeya, en Chaco
Un grupo de hermanos maristas se instalaron a fines de 1979 en Misión Nueva Pompeya, Chaco, con el férreo propósito de acompañar a las familias wichis de los diferentes parajes para mejorar su calidad de vida a través de un sinfín de proyectos de desarrollo social.
Así, con el respaldo de la Fundación Marista –que apoya las actividades de todos los hermanos maristas en el país–, continúan trabajando hasta la fecha en este lugar, olvidado para muchos, convencidos de que siempre es posible dar un poco más.
El hermano Martín Jacob llegó al lugar hace 30 años para ponerse a disposición de los pobladores, que en ese momento sufrían la falta de tierras por el avance agropecuario en la zona: "Al poco tiempo que llegamos realizamos un catastro para conocer los límites del territorio que les correspondía a los aborígenes según un decreto del presidente Julio A. Roca que no se cumplía. Los wichis, y especialmente los más pobres, se estaban quedando cada vez con menos tierras", dice Jacob. Luego de un sinfín de trámites, en 1992 lograron la adjudicación de una reserva de 20.000 hectáreas para los indígenas.
Otro de los sellos que dejaron la labor de los hermanos maristas en el territorio son las casas y escuelas construidas con techo de cinc con canaletas y un tubo de plástico que baja desde allí hasta un aljibe con el propósito de juntar agua de lluvia, y así solucionar, de forma temporal, la necesidad de agua potable. Además colaboraron para que a este municipio llegaran otros servicios, como la electricidad y el agua corriente. También desarrollaron proyectos relacionados con la inclusión laboral de los aborígenes que permitieron un mayor entendimiento de la identidad y la cultura propia de los wichis.
Pero para una descripción acabada de su huella en el lugar es necesario incluir su obra educativa. Los primeros hermanos crearon la escuela Cacique Francisco Supaz en el paraje del Sapo en Nueva Pompeya en 1994, al advertir la situación de que muchos chicos de esa zona no asistían al colegio. Esta escuela pública de gestión privada tuvo desde un primer momento la impronta de "que se enseñara teniendo en cuenta la cultura wichi", explica Julio Zanuttini, profesor de noveno año de la escuela.
Además de la creación de la escuela, que en dos años contará con secundario completo, actualmente cuentan con un abanico de propuestas de contención para la comunidad. Entre ellos una radio a disposición de las inquietudes de la comunidad wichi o un grupo de jóvenes donde se brinda en espacio de recreación, clases de catequesis y apoyo escolar.
Para colaborar con la Fundación Marista pueden comunicarse al: (011) 4814- 5449 o escribir a fundacion@maristas.org.ar. Para saber más ingrese en: www.maristas.org.ar o www.maristas.com.ar.
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