Tiene síndrome de Down, es campeona de nado sincronizado y dio una muestra de su talento en Punta del Este
Jacinta Martínez Ranceze, una atleta multipremiada en competencias locales e internacionales, hizo su performance de la competencia en Turquía ante los vecinos de Manantiales
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“Soy sirena, no pez, sirena”, dice Jacinta después de otro día en el que la mayor parte del tiempo la pasó dentro del agua.
Los primero 15 días de vacaciones fueron a puro disfrute. Sin una disciplina dura, con el mar y una pileta a disposición, encontrar momentos donde explorar su pasión fue fácil, pero inconscientemente también fue un nexo para lo que se viene: un arduo entrenamiento para los Trisome Games, una suerte de Juegos Olímpicos para deportistas con síndrome de Down que se realizará en Turquía en marzo de 2024.
En el cambio de quincena comenzó el entrenamiento más duro con el objetivo de traer, una vez más, la medalla de oro a la Argentina. Jacinta Martínez Ranceze, tiene 23 años y es campeona mundial en natación artística: disciplina que combina natación, gimnasia y danza.
A los seis meses empezó con clases de natación junto a su mamá Raquel, su compañera, cómplice y muchas veces “segunda entrenadora”. Con el tiempo, este deporte se transformó en su estilo de vida, pero fue recién en 2017 cuando comenzó a competir en esta disciplina que combina las dos cosas que más ama hacer en esta vida: nadar y bailar.
Ella dice que el mar es su segundo hogar, que el agua es su casa.
“Hoy fue un día muy especial, fue increíble”, dice con una sonrisa en sus rostro y mucha luz en sus ojos.
Poco antes del mediodía, en Manantiales, una aldea de pescadores devenida en coqueta urbe a pocos kilómetros de Punta del Este, los vecinos se preparaban para ver a Jacinta hacer trucos artísticos en la pileta privada de un un complejo de edificios del pequeño balneario.
La joven nadadora dedicó su día a los vecinos que la vieron crecer desde que es pequeña, porque desde hace ya varios años que sus veranos los pasa junto a su familia en el Este.
“Desde chica que la conocen a Jachu. El municipio le ha prestado la pileta para que pueda nadar y este verano el edificio que está cerca de nuestra casa puso a disposición su pileta privada para que ella pueda entrenar”, cuenta Raquel, su mamá, licenciada en Educación Física, quien, además, muchas veces ocupa el rol de segunda entrenadora.
“Es por eso que fue una forma de agradecerles y de mostrarles el trabajo de Jachu, ya que no todos pudieron verla en acción. La verdad que fue muy lindo”, agrega.
Durante el día, Jacinta hizo muestra para los vecinos, quienes pudieron conocer la performance que desarrollará cuando viaje a Turquía en representación del país.
Fueron muchas las personas que se acercaron a disfrutar de un día en la pileta junto a ella y quienes pudieron observar su actuación con trucos, piruetas , y distintas figuras.
Pero no solo pudieron observar la disciplina cara a cara, sino que además muchos chicos pudieron vivirla experimentar el desafío: al final de la jornada, Jacinta les dio una clase de iniciación a la natación artística.
“Ahí te das cuenta lo difícil que es la disciplina. Uno se cansa de estar flotando, haciendo verticales, giros, piernas y aperturas en una rutina donde nunca tenés que tocar el piso”, comenta Raquel, y suma: “Es más, ahora están pidiendo acá si le puede dar clases a todos los chiquitos de la zona, a ver si pueden iniciarse a la natación artística”.
“Estoy un poco nerviosa, me da intriga porque voy sola”, contesta a la pregunta de si siente nervios por el viaje a Turquía en donde tiene un objetivo: defender su medalla de oro.
Jacinta viajó por muchas partes del mundo para representar al país y cumplir sus sueños, pero a este viaje se le suma otro desafío: es la primera vez que viajará sin sus padres, únicamente irá acompañada de Evelia Avila Corrochado, su entrenadora, a quien describe como “su entrenadora favorita”.
Como Jacinta es campeona de mundo, la Federación Argentina de Deportes para Atletas con Síndrome de Down (FADASD), le otorgó una beca completa para poder ir a competir, a ella y a su entrenadora.
La noticia de la beca se la notificaron hace pocos días, pero la joven de 23 años nunca paró de entrenar porque si de algo sabe Jacinta, es de perseverancia y eso quedará demostrado nuevamente en su próxima cita: el 16 de marzo en el Mar Mediterráneo.
“Espero que salga todo perfecto”, cierra.