Tiene cáncer y gastó su fortuna en abrir un centro oncológico en Corrientes
Miles de personas se reunieron este mediodía en la localidad de Curuzú Cuatiá para la inauguración del Centro Oncológico Anna Rocca de Bonatti, un edificio de 2150 m2 ubicado junto al Hospital Dr. Fernando Irastorza de la ciudad de Curuzú Cuatiá, polo sanitario de la región sur de la provincia de Corrientes.
La construcción de este moderno instituto fue posible gracias a una donación de US$15 millones realizada por la psicóloga ítalo-argentina Elena Bonatti, que bautizó el centro en honor a su madre y tiene razones muy personales para emprender este proyecto: ella mismo fue diagnosticada con cáncer de mama en 2014 y sigue luchando con esa enfermedad hasta el día de hoy.
El centro, que fue donado al estado provincial y será administrado por la Fundación Anna y Elena Bonatti Rocca, bajo el régimen público de gestión privada, contará con un plantel de 30 profesionales (seis de los cuales viajaron a capacitarse a los hospitales San Raffaele y Humanitas de Milán, Italia) y ofrecerá consultas especializadas en oncología, quimioterapia en modalidad ambulatoria, diagnóstico por imágenes y radioterapia.
"Finalmente llegó el día de la inauguración del centro que dediqué a mi madre -dijo Elena durante su discurso, visiblemente conmovida-. Yo creo firmemente en la fuerza y educación que los antepasados nos han dado y por eso he decidido hacer este centro que seguramente le hubiera gustado mucho a mis padres y abuelos".
"Este centro oncológico lo pensé después de la muerte de mi mamá, después del dolor por su muerte y después de haber experimentado directamente lo que significa estar en las manos de los doctores -añadió-. El propósito de este centro es que sea un lugar en el que todos, además de las medicinas, puedan recibir amor".
En el acto, del que participaron el exgobernador y actual senador por Corrientes, Ricardo Colombi y el actual vicegobernador, Gustavo Canteros, entre otros funcionarios, se anunció un aporte de 153 millones de pesos por parte de la provincia para garantizar el funcionamiento del centro. Elena también recibió la distinción de Ciudadana Ilustre de Curuzú Cuatiá por parte del intendente José Irigoyen.
Amor por Corrientes
Elena, hija de un empresario italiano, nació hace 67 años en Buenos Aires. "En los años 60, mi papá compró un campo en Curuzú Cuatiá y veníamos siempre a visitarlo. Nos hemos enamorado de este lugar, mi familia es medio argentina. Tengo un campo acá, me encanta Corrientes", contó a LA NACION.
En 1978, tras obtener su título en Psicología, trabajó en Reino Unido con niños y adolescentes oncológicos y en 1981 con niños psicóticos en Estados Unidos, luego de estudiar en Yale. De regreso a Italia, se especializó en servicios de higiene mental en edad evolutiva.
En 2014, después de la muerte de su madre, le diagnosticaron cáncer de mama. Luego de muchas sesiones de quimioterapia, la operaron y la enfermedad pareció desaparecer, pero luego volvió.
Fue en ese momento que notó las enormes diferencias que tienen los pacientes en el interior de la Argentina y Europa para acceder a servicios especializados de salud. En abril de 2015, con una cuantiosa donación personal, comenzó la construcción del centro en terrenos del hospital Irastorza. Incluso se sancionó una ley de ente autárquico, que le otorgó al centro personería jurídica como nosocomio de gestión pública.
Pero el gobierno correntino, que entonces lideraba Colombi, se echó para atrás y dijo que no estaba en condiciones de gerenciar un proyecto de estas dimensiones. Elena publicó una carta en la que denunciaba la desidia de los funcionarios y logró que más de 10.000 personas se movilizaran el 28 de octubre de 2018 en Curuzú Cuatiá para exigir la apertura del centro.
"Me sentí muy sola, nunca hubiera pensado que al gobierno le interesara tan poco semejante proyecto -contó-. No me dieron ni un peso y siempre se mostraron desinteresados, casi molestos. Cuando hacés una donación no te pasa esto". Sí la apoyaron los últimos dos intendentes del municipio, el radical Irigoyen y el peronista Ernesto "Lalo" Domínguez. El aporte realizado hoy por el gobierno correntino quizá busca subsanar las asperezas del pasado.
Elena reconoce que la experiencia le dejó mal sabor de boca y afirmó que, aunque ve difícil encarar otro proyecto de estas características, no lo descarta. "No tengo la energía ni las ganas, pero todavía tengo algunas ideas", dijo.
En los últimos meses, divide su tiempo entre Curuzú Cuatiá y Nueva York, donde está siendo tratada por su cáncer. "Es muy agresivo. Este último año empeoró bastante, me están curando en Estados Unidos y me devolvieron las esperanzas. La situación no es en este momento de las mejores, pero vamos para adelante", reconoció Elena, que el miércoles se convirtió en la primera paciente del establecimiento en recibir una sesión de quimioterapia.
Hacia el futuro, ella desea que el centro se convierta en una institución de referencia para el tratamiento de los enfermos de cáncer no solo de la mesopotamia argentina, sino del mundo: "Quiero que sea un lugar que esté conectado. Ya mandé algunos médicos a especializarse al exterior y hay profesionales de afuera que quieren venir a trabajar acá. Ojalá el centro pueda realmente ocuparse de todos los que lo necesiten".
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