Tiene 87 años, se recibió de psicóloga y emocionó a sus compañeros y profesores con su historia
En diálogo con LA NACIÓN, Dionisia Guzman contó como nunca dejó de soñar con estudiar: terminó la primaria a los 61 años y ese fue el comienzo de una nueva etapa en su vida
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La Universidad Nacional de Córdoba es a diario sede de festejos en el que se incluyen abrazos, sonrisas, carteles y un ritual de celebración que realizan los egresados. Si bien la escena se puede repetir, el 9 de octubre ocurrió algo que se llevó todas las miradas por ser un fiel reflejo de constancia y convicción. Dionisia Guzman es la protagonista de un video viral en el que cuenta cómo se recibió de psicóloga a los 87 años. En diálogo con LA NACION, recordó cómo fue el camino para cumplir el mayor de sus anhelos y dejó una profunda reflexión.
Una popular frase reza que “nunca es tarde para hacer lo que a uno le gusta”, pero lo cierto es que diversas situaciones de la vida pueden incidir a que esos deseos sean pospuestos por largo tiempo o, directamente, no cumplidos. Pero, esta posibilidad no estaba en la mente de Dionisia, que desde que era una niña quiso estudiar.
Cuando cursaba segundo grado de la primaria y solo sabía leer y apenas escribir, debió dejar la escuela para ayudar a sus padres para trabajar y cuidar a sus hermanos, al ser la mayor de nueve. Pese a las responsabilidades que tenía a tan corta edad, mantuvo firme un anhelo: “Estudiar siempre fue un deseo en mi corazón y mi alma”.
Pasaron más de cinco décadas hasta que “Dioni”, como la llaman sus seres queridos, volvió a un aula como alumna. Con 61 años y tres hijos ya mayores, supo que era el momento de completar sus estudios.
Cuando terminó la primaria no se detuvo y comenzó el secundario. Y la historia siguió. En 2013, a los 76, se inscribió en la Universidad Nacional de Córdoba para estudiar la carrera de Psicología.
“Siempre supe que quería estudiar eso. Necesitaba entender al ser humano, estudiarlo profundamente y saber muchas cosas que me preguntaba. Buscaba respuestas”, relató sobre el motivo que la llevó a elegir esa profesión.
Durante una década, se metió de lleno en sus estudios, pero no todo fue idílico. Las dificultades, como les ocurre a muchos estudiantes, estuvieron a la orden del día. Uno de los obstáculos a los que se enfrentó fue la comprensión de las lecturas académicas. “Aprendí a buscar en Google las palabras difíciles”, reconoció al tiempo que remarcó que se adentró en el mundo virtual para aprovechar al máximo los aprendizajes. Si bien más de una vez desaprobó un parcial, no se rindió. Lo volvió a intentar y en cada recuperatorio dio lo mejor.
En el camino aprendió de todas las materias del programa de estudios, pero también de la vida universitaria, de compartir con personas que no son de su generación y que vieron en ella un ejemplo.
“Fueron tan amables conmigo, nunca me dejaron de lado, siempre me apoyaban. Después, cuando me tocaban hacer reuniones con adultos, un poco me aburría”, expresó entre risas sobre sus compañeros, que celebraron como propio el día que se recibió. El apoyo de los profesores también fue fundamental. En ellos siempre encontró una palabra de aliento, empatía y un cariño muy especial.
En cuanto a las materias que la marcaron destacó a Psicología clínica y laboral, una de sus favoritas. En ellas descubrió el camino que quiere seguir en lo laboral, para ejercer la profesión con el objetivo claro de ser útil para la sociedad y ayudar a quienes buscan respuestas, tal como le pasó a ella.
Cumplir 87 años y recibir el título de regalo
El 9 de octubre Dionisia comenzó la mañana con diversos saludos, ya que cumplió 87 años. Sin embargo, eso pasó a un segundo plano porque su preocupación estaba en la carrera. Por la tarde de ese día se presentó en la universidad para defender la tesis que le había llevado todo un año de trabajo. Al salir del aula, su gran sonrisa delató lo que sus familiares y amigos no tenían dudas que conseguiría: el título.
Sus tres hijos, nietos y bisnietos le prepararon un gran festejo. Un collar floral, una banda de reina con la inscripción “Me recibí” y un cartel en el que se leía “Soy psicóloga. Lic. Dionisia”, se convirtieron en parte de su look para el festejo.
“Bravo, mi abuela se recibió de psicóloga”, se escuchó decir en el video que se viralizó y emocionó a todos. Allí, un orgulloso nieto alzó la voz en nombre de toda la familia, mientras Dionisia se acercaba para abrazarlos.
“Siempre me ayudaron. Todos estaban muy contentos y fueron ese día”, precisó sobre el gran apoyo que le dieron y que el 9 de octubre festejaron por partida doble con ella. “Quiero trabajar los años que me queden con fuerza y voluntad para ayudar a la sociedad”, decretó para su futuro. Uno de sus objetivos es brindar terapia en el centro de jubilados de su barrio. Propuestas laborales no le faltan.
Hoy, a los 87 años, afirma que encontró la mayoría de las respuestas a esas preguntas que rondaban en su mente y que buscó a través del estudio. ”En cada materia pude encontrar algo para mi propia vida. Hay que seguir adelante. Quiero que todos sepan que todo se puede hacer con nuestra fortaleza y creencia y que hay muchas cosas hermosas. No hay que desesperarse, todo se puede. A veces me pongo a pensar en cuando era chica y pensaba en todo lo que quería cumplir, y eso pasó”, reflexionó.
De esta manera, dejó un mensaje para todos aquellos que piensan que es tarde para lograr algo. Dionisia no solo es un ejemplo de perseverancia sino, además, de que los sueños se cumplen.
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