Tiene 64 años y se recibió de médico en la UBA: “Soy el primer universitario de la familia”
Emilio Desimoni se anotó en la facultad en 2015 y tardó solo seis años en terminar su carrera; “La edad no es una limitación”, le dijo a LA NACION
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Emilio Desimoni se volvió viral en las redes sociales este último fin de semana por su conmovedora historia. El hombre, oriundo de Villa Ballester, en la provincia de Buenos Aires, se recibió de médico a los 64 años en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Feliz por el logro, este argentino decidió compartir en Twitter una foto de su festejo en la puerta de la Facultad de Medicina y la acompañó con una sentida reflexión: “Lo que empezó en el 2016, como forma de pasar un bajón, termino siendo un hermoso camino de seis años y ayer me recibí de médico, a los 64″, contó en la red social. Y bromeó: “Tiembla el sistema de salud”.
El flamante egresado se recibió con la materia Ginecología, el pasado viernes 17 de diciembre. La historia de Emilio con la universidad pública data desde hace cuarenta años, cuando empezó la carrera de Física en marzo del año 1976, pasión que sigue ejerciendo en la actualidad.
En diálogo exclusivo con LA NACION, Desimoni contó las razones por las cuales decidió anotarse en Medicina: “Mi papá intentó estudiar la carrera y no lo logró, yo soy el primer universitario de la familia. Él se quedó con la frustración y no quise estudiar lo mismo, porque me parecía que era un mandato. Luego, elegí la física que me encanta y continúo ligado”.
Si bien pasó años ejerciendo su profesión, a sus 58 años tomó la decisión de cambiar el rubro y estudiar una nueva carrera. “Siempre tuve ganas de estudiar medicina, pero no lo hacía por distintos motivos. En un momento estaba medio depre y decidí mirar con mayor atención para ver si podía inscribirme a fines del año 2015″, confió.
Al ser graduado de la Universidad de Buenos Aires, corría con la ventaja de poder inscribirse en cualquier momento. “Hacia fines de ese año rendí libre el Ciclo Básico Común (CBC) porque tardaban en darme la equivalencia. En marzo de 2016 ya estaba cursando anatomía”, recordó emocionado por el camino recorrido que este 2021 dio sus frutos.
Una de las claves para sobrellevar con entusiasmo su carrera fue el apoyo incondicional de sus compañeros, quienes según las palabras de Emilio “fueron espectaculares”. “Ya festejamos todos juntos la recibida en la quinta de uno de ellos, fueron maravillosos en todo momento”, sostuvo.
Sin embargo, no todo fue color de rosas en sus años facultativos. Su único reclamo se dirige hacia las autoridades de la UBA, por diversas razones: “Con las autoridades hubo cosas buenas y cosas malas. Una vez quería presentarme como ayudante de embriología por mis buenas notas -terminó su cursada con un promedio de 8.60-, pero el titular de la cátedra me dijo: ‘Solamente trabajamos con chicos, no con viejos´”, reveló.
Por ese motivo, Emilio siempre trata de hacer una reflexión sobre las “supuestas” limitaciones de la edad a la hora de encarar nuevos desafíos. “Cualquiera que quiera estudiar, independientemente de la edad que tenga, que lo haga. El hecho de que te digan que no podés hacer cierta cosa por la edad, es una tontería. Por supuesto uno crece y las capacidades no son las mismas, pero hay que intentarlo”, ponderó el médico.
Desimoni, que también es profesor titular en la Universidad Nacional de Scalabrini Ortiz en San Isidro, comentó que aún quiere continuar aprendiendo, pero que se le complica ingresar a una residencia en un hospital porteño por el mismo motivo que le impidió ser ayudante de cátedra. “En CABA está prohibido entrar a una residencia por razones de edad, independientemente de tus calificaciones, de cómo estás de salud y tus capacidades. Entiendo que tengas limitaciones, lo que corresponde a tus capacidades físicas, médicas o la que desees, pero la limitación está en si ya naciste en cierto año, y por esa razón no dejan anotarte”.
El físico y médico es el claro ejemplo de que cuando uno tiene un sueño no debe bajar los brazos, más allá de cuánto tiempo pase hasta que sea posible concretarlo. Mientras aprovecha estos próximos días para descansar y terminar uno de los mejores años de su vida, Emilio aconseja: “Nadie debería decirte que no podés hacer algo por la edad o porque naciste en tal año. Si el corazón lo dice, háganlo”.
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