Tiempo loco: sólo hubo dos días enteros de sol en la playa
Hasta ahora, enero se caracterizó por viento y lluvias abruptas
PINAMAR.– "Hasta ahora el sol se hizo rogar, sobra viento, las lluvias van y vienen: el clima está loco." Ésa fue la conclusión de Graciela, que, junto con su familia, llegó a Pinamar el viernes 2 y aunque se va a fin de mes, siente que le faltan mucha más playa y días de calor como los que vivió en temporadas pasadas.
En efecto, la temporada 2015 empezó con mucha rotación climática. Algunas mañanas frías y con lluvias, acompañadas por tardes de mucho calor y sol; tormentas fuertes, pero pasajeras; dias soleados, pero muy ventosos; y otros calurosos, pero nublados, con un sol que aparece de a ratos. "La gente no parece darse cuenta de este cambio. Muchas veces se van de la playa apenas se nubla o el viento empieza a soplar fuerte, y al rato vuelve a salir el sol y se pone lindo otra vez", dijo Diego, un lugareño que vende collares y shorts de jeans artesanales.
Lo que sí concluye la mayoría es que la primera quincena tuvo días realmente ventosos. Según Mike Cameroni, un encargado de relaciones públicas que trabaja en Pinamar desde hace más de 30 años, en los primeros 19 días de 2015 solamente dos fueron jornadas completas de sol y calor; el resto fueron días de tiempo inestable.
"El viento fue un gran protagonista. Por ejemplo, ayer a la noche, no podías estar en la calle sin un suéter o una campera", comentó Cameroni haciendo referencia a la noche de anteayer.
Sin dudas el viento es uno de los temas que surgen en varias de las charlas de los turistas que en esta nueva oportunidad recibió la costa argentina. Muchos, incluso, le atribuyen el fenómeno al "daño de la capa de ozono y el efecto invernadero".
Por su parte, la segunda quincena arrancó con más lluvias y todavía sin ningún día entero de buen clima. "Siempre veraneo en febrero y en general llueve mucho, por eso este año finalmente me decidí a adelantar 15 días mis vacaciones y ya arranqué con lluvias", contó un poco entre risas y un poco en serio Marta, una empleada administrativa que se reprocha su falta de suerte con el tiempo.
Mabel y Adriana se vinieron de vacaciones a la casa de su otra amiga, también llamada Mabel. Estuvieron la primera semana de enero y volvieron hace un par de días.
A la hora de hacer su balance, reconocieron que en comparación con enero de 2014 estas casi tres primeras semanas de 2015 dejaron mucho que desear en materia climática.
"En general está inestable o nublado, pero siempre hace calor, por eso no dejamos de venir a la playa aunque sea un ratito. Muchas veces venimos por la mañana y a la tarde se larga a llover", contaron.
Efectivamente, mientras no haya chaparrones, la playa sigue siendo copada por muchísimos viajantes que a la sombrilla, la reposera y la heladerita plástica suman un par de abrigos y que cuando el sol no acompaña por la tarde se retiran un rato antes y aprovechan para pasear por el centro de la ciudad, hacer un poco de shopping o incluso ir al cine o al bingo. Un fenómeno particular se da también entre los jóvenes. "Al no tener días de sol y calor continuos, se cansan menos porque se meten poco o nada al mar, se queman menos, duermen siesta en la playa, entonces están con más energía a la noche y aprovechan para salir más días o más tiempo. Van más seguido a los boliches o a los restaurantes bailables", describió Cameroni con respecto a lo que observa del comportamiento de los jóvenes en esta temporada en que el clima no acompaña.
Por su parte, muchos paradores barajan minuto a minuto el estado del tiempo al momento de desarrollar actividades creativas al aire libre. Por ejemplo, en la tarde de ayer Boutique, uno de los paradores del momento en Pinamar y con mayor convocatoria de jóvenes, organizó una fiesta de la espuma por la tarde, y se encontraban sumamente atentos a que no se largara a llover. El cielo estaba realmente amenazante; sin embargo, a último minuto se despejó casi por completo e incluso salió el sol.
Mónica vive en Maipú y trabaja en Cariló. Mientras toma mate, sentada en su reposera y bajo una sombrilla junto a su pareja, utiliza las expresiones "ventoso" y "fresco" para describir el clima desde el inicio de este nuevo año.
"Estuvo muy inestable, los días calurosos han sido realmente muy pocos." ¿Qué hace con su familia cuando no está ni siquiera para ir a la playa? "Cartas y juegos de mesa. Truco, chinchón, jugar. Es la manera que tenemos para divertirnos."
La tendencia parece que continuará para lo que resta del mes. Según AccuWeather, recién para este miércoles se espera una jornada soleada y agradable, y para los demás días, nuevamente intervalos de muchas nubes, tormentas aisladas, lloviznas, y sólo para los últimos dos días de enero, nuevamente posibles jornadas soleadas.
Emanuel trabaja desde hace cinco temporadas cumpliendo tareas de seguridad en la playa: "Ya sabíamos que el clima iba a venir así. Es un clima tropical, mucho viento del Sur, del Nordeste, va y viene, lluvias muy cambiante, y va a seguir así, para mí, por muchos años", se animó a arriesgar.
Según explica el doctor Vicente Barros, integrante del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, copresidente del Panel Intergubernamental de Cambio Climático y profesor emérito de climatología de la Universidad de Buenos Aires , "el clima tiene una variabilidad natural, pero las particularidades de este enero no deberían llamar la atención si se las considera dentro de una tendencia de los últimos cuarenta o cincuenta años en que están aumentando las precipitaciones".
Según el especialista, 2014 fue un año récord por sus lluvias en Buenos Aires y gran parte de los alrededores. "En Mercedes hubo tres inundaciones separadas por pocos meses", ilustra. Todos los estudios de cambio climático indican que hay una tendencia muy marcada a las precipitaciones intensas y más frecuentes. "Es muy típico del verano que las tormentas duren poco y llueva mucho -explica el científico-. Y aunque enero tiende a ser menos lluvioso que marzo y octubre, no diría que hay nada extraordinario, porque esas diferencias son estadísticas."
Las cartas están sobre la mesa y, aunque los días de playa no están saliendo como muchos los planearon, las distintas ciudades balnearias se acomodan y brindan propuestas para que nadie se quede sin unas lindas vacaciones.
Esto es lo que anhela el marido de Graciela: "No perdemos la esperanza de tener jornadas enteras de buen tiempo para seguir disfrutando", dijo Aníbal.
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