Thomas Brunegard: "Siempre habrá mercado para las publicaciones impresas"
El presidente de la Asociación Mundial de Diarios habla sobre los desafíos a la libertad de prensa y el rol de las plataformas digitales
WASHINGTON (El Tiempo/GDA).- "Creo que siempre habrá mercado para las publicaciones impresas", dice Thomas Brunegard, presidente de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN- IFRA, por sus siglas en inglés).
Del 1° al 3 de este mes, en esta ciudad, se reunieron en el Congreso, que organizó la entidad, dueños y editores de los medios más importantes de América latina para debatir sobre libertad de prensa y los retos que plantean las plataformas digitales.
Allí, se anunció que el próximo congreso se realizará, por primera vez en América latina. Será el 8 de junio del año que viene en Cartagena de Indias, Colombia
-¿Cómo cree que puede influir la decisión de realizar el Congreso en la región en la situación que se vive en Venezuela y Ecuador respecto de los medios?
-Queremos plantar una bandera que vuelva más visible a la región y que haga que los ojos del mundo se posen sobre ella. Sabemos por experiencia que esto funciona.
-Usted menciona que sólo un 14% de la población del mundo vive en países donde hay libertad de prensa y que, de hecho, esta última década ha sido la peor en relación a este tema.
-Con la caída del muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría se vio una gran apertura y floreció la libertad de prensa y expresión. Sin embargo, con el paso de los años muchos países comenzaron a limitar esos derechos nuevamente, como ha sucedido en Rusia, por ejemplo. Lo otro es la digitalización. Antes sólo existían algunas fuentes tradicionales, como los diarios y la TV. Al aparecer la digitalización, con todos los nuevos actores que trajo y el flujo de noticias casi instantáneo, los gobiernos están tratando de regular. Sin embargo, también monitoreando y espiando en nombre de la guerra contra el terrorismo. Eso provocó un gran cambio que está afectando la libertad de prensa, porque nos están controlando de una manera que nunca antes se había experimentado.
-Sin embargo, la digitalización también provocó una expansión masiva en el acceso a la información.
-Se puede decir que estamos ante un cambio natural que hay que atravesar. Estamos ante aguas no navegadas. Pero desde la perspectiva de la libertad de expresión debemos estar vigilantes pues esto podría terminar en el lugar equivocado (más controles, restricciones, espionaje, etc.) si nos descuidamos.
-Desde hace una década se viene diciendo que los periódicos están en vías de extinción. ¿Cómo cree que será el futuro?
-Ha sido una metamorfosis difícil para la industria de los medios. Porque es cierto que un dólar en impreso son centavos en el mundo digital y menos en aparatos móviles. Pero está sucediendo en todos los aspecto de la sociedad, no sólo en los medios. Durante años se luchó por preservar el modelo anterior, por creer que la caída era temporal. Pero muchas de estas compañías entendieron que era necesario transformarse y operan, ahora, desde un nuevo modelo del negocio que es lo que les permite hablar con optimismo, aunque sea moderado. Lo cierto es que los medios operaban basados en un modelo del siglo XVIII, donde se financiaban con circulación y publicidad. Ese modelo está roto y hay nuevos modelos que surgieron. La historia para todos no es la misma. Algunos aún pueden ser rentables con el modelo antiguo, pero otros han tenido que reinventarse.
-Aún así las publicaciones impresas siguen generado el 90% o más de sus ingresos, a pesar de que el negocio apunta al desarrollo de contenidos para otras plataformas. ¿Cómo explica ese fenómeno?
-Lo que hay que entender es que los medios pasaron por múltiples reestructuraciones y recortes que fueron muy dolorosos, pero necesarios para sobrevivir. Muchos ya llegaron a un punto en el que el modelo, más reducido, ha vuelto a ser rentable. Y se dieron cuenta también de que es posible producir buen periodismo con menos recursos al emplear herramientas y estructuras que son más eficientes.
-¿Cómo monetizar, entonces, las plataformas digitales, que es hacia donde los modelos apuntan?
-Si contestara la pregunta sería Dios. No se puede predecir dónde estaremos en 10 años. Pero sí es posible moverse en plazos más cortos y desarrollar estrategias para responder a las necesidades de hoy.
-Uno de los expositores decía que los usuarios se están cansando de usar los celulares y las tablets como forma de informarse y buscan ahora medios impresos, especialmente el fin de semana.
-Creo que siempre habrá mercado para las publicaciones impresas. Incluso en las nuevas generaciones. Porque, a veces, es más cómodo acceder a ellos. El impreso sigue siendo muy costoso frente a otras plataformas y eso siempre será un riesgo.
-¿Qué tanto pesa la marca o el nombre de un medio ante la avalancha de información que hoy existe en la Web?
-Creo que mucho, y espero que siga pesando. Lo importante es que estos medios no sacrifiquen su credibilidad, que es su mayor valor, al entrar en la carrera loca que plantean modelos en los que la calidad periodística no es una prioridad.