Terminó el desgarrador duelo de la orca que cargó con su cría muerta durante 17 días
La orca, llamada técnicamente J35 o Tahlequah, finalizó su desgarrador duelo por su cría tras 17 días. Una extensión de tiempo "sin antecedentes", según aseguraron los científicos. El cetáceo trasladó a su ballenato muerto desde la superficie del océano Pacífico y nadó mar adentro frente a la costas de Canadá y de Estados Unidos a lo largo de 1600 kilómetros.
Se calcula que su cría murió el último 24 de julio a pocas horas de nacer. En rigor, la orca de unos 20 años emuló un ritual usual entre delfines y otros mamíferos que es como una expresión de aflicción. Aunque no se registran tantos días de duelo. El cerebro de la orca es grande, complejo y altamente desarrollado en áreas relacionadas con las emociones, según Lori Marino, presidenta del Proyecto Ballena Santuario.
"J35 pasó por mi ventana hoy con otras ballenas, y luce vigorosa y saludable. La terrible experiencia de verla llevar a la cría durante al menos diecisiete días y mil millas ha terminado, gracias a Dios", expresó en un comunicado Ken Balcomb, director fundador del Centro de Investigación de Ballenas de EEUU, quien seguía los movimientos del cetáceo desde su batiscafo, ubicado en la isla de San Juan, en el estado de Washington.
August 11, 2018 J35 update: "The ordeal of J35 carrying her dead calf for at least seventeen days and 1,000 miles is now over, thank goodness." - Ken Balcomb, Center for Whale Researchhttps://t.co/kQpA4WWbmgpic.twitter.com/cQIN13HgN6&— Whale Research (@CWROrcas) 12 de agosto de 2018
Asimismo, Balcomb conjeturó que J35 es posible que haya perdido otros dos descendientes desde que dio a luz a un macho en 2010. Entre las principales causas de muertes de los cetáceos, la desnutrición es la más letal para este depredador que necesita nadar 120 kilómetros por día. Puntualmente, la falta de salmón Chinook es la razón fundamental de que las crías enfermen y mueran.
De hecho, los investigadores se habían preocupado por J35, quien fue vista por última vez con su bebé muerto el miércoles, porque no se alimentaba en forma saludable y gastaba demasiada energía empujando el cadáver.
Si embargo, los investigadores aseguran que J35 no mostró signos de "cabeza de maní", una condición que apunta a la desnutrición en una orca, a medida que los huesos del cráneo comienzan a mostrarse.