Tercera dosis: qué opinan los expertos sobre el ritmo de vacunación y qué se espera para el otoño
En el país, el 23,4% de la población ya recibió inmunización adicional; los especialistas consideran que el crecimiento exponencial de los casos podría dejar cierta inmunidad que ayudaría en nuevos brotes
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La aplicación de las dosis de refuerzo o adicionales de la vacuna contra el nuevo coronavirus fue ganando importancia a medida que aparecieron variantes mucho más contagiosas, como ómicron. Por eso, los especialistas destacan la necesidad de avanzar en reforzar los esquemas de vacunación luego de los cuatro meses desde la segunda inyección. En ese sentido, la Argentina avanza, para algunos expertos consultados por LA NACIÓN, a paso lento y para otros, a buen ritmo, y una de las incógnitas que surgen es si nuevamente el país está corriendo una carrera contra el tiempo para poder subir el porcentaje de terceras dosis aplicadas antes de la llegada del otoño, o si de todos modos, luego de esta ola de contagios los próximos meses serán más benévolos por la inmunidad que deja la infección.
Una de las consultas que hizo este medio al Ministerio de Salud de la Nación, es por qué no se avanza aún más rápido en la aplicación de las terceras dosis, teniendo en cuenta que hay poco más de 10.000.000 vacunas en las heladeras de las jurisdicciones. Es decir, ya fueron entregadas por el organismo que conduce Carla Vizzotti, pero aún no se aplicaron.
A lo que respondieron que cada jurisdicción es la encargada de diseñar y poner en marcha el plan de vacunación, aunque en términos generales a nivel nacional se está avanzando a “un ritmo muy alto”.
“Aplicamos cerca de 400.000 dosis por día, entre los que inician el esquema, los que lo completan o los que se dan dosis de refuerzo o dosis adicionales, lo que es una cifra altísima. En provincias como Chubut, los números de vacunación duplicaron los de julio del año pasado. Estamos en un ritmo alto”, indicaron fuentes del Ministerio. De acuerdo a datos oficiales, la semana pasada, en la Argentina se aplicaron 229.420 dosis de refuerzo y 28.872 adicionales cada 24 horas”. Cabe explicar que se considera dosis de refuerzo a aquellas que se aplican a personas que ya cuentan con dos dosis y se les da una extra o booster para fortalecer la inmunidad que baja con el tiempo. Por otro lado, se consideran adicionales a las que se dan a las personas que tienen inmunodeficiencias o son mayores de 60 años y fueron inoculadas con fármacos de virus inactivado, como Sinopharm, y para considerarlas con el esquema completo necesitan tres dosis de la vacuna.
Descentralizar la vacunación
Frente a este panorama, Conrado Estol, médico neurólogo que sigue de cerca la evolución de la pandemia, cree que la Argentina debería aplicar el doble de vacunas por día. “Se debería descentralizar la aplicación. La gente no se tendría que tomar un colectivo o un tren para ir a vacunarse. Chile y Uruguay hicieron eso y nosotros también deberíamos hacerlo”. En el caso del país trasandino, por ejemplo, permite que las personas puedan ir a cualquier punto de vacunación habilitado, independiente de su dirección laboral o de residencia, sin cita previa.
Jorge Geffner, miembro del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires e investigador principal del Conicet, considera que el ritmo de inoculación debería ser mayor, aunque hace una salvedad: “Mi valoración sobre los últimos meses de la campaña de vacunación es buena. El Estado Nacional las entrega y luego la distribución y aplicación la hace cada provincia, por eso también hay que analizar caso por caso. Por supuesto que habría que avanzar más rápido, pero también hay que ver qué tan factible es eso”. Y agrega: “De todos modos, creo que vamos a llegar con una buena cobertura de terceras dosis al otoño, pero, si se compara a la Argentina con algunos países de Europa en cuanto a las terceras dosis, hemos aplicado la mitad. En términos generales, en cuanto a las vacunas estamos avanzando, lo que creo que hay que retomar son los aforos y los cuidados”.
Hasta el momento, a nivel local se han aplicado 10.624.440 inyecciones a modo de dosis de refuerzo o adicionales, lo que representa el 23,4% de la población. En comparación con la región, según el sitio que sigue la evolución de la pandemia, Our World in Data, la Argentina estaba lejos del 63,36% de Chile y del 48,99% de Uruguay, pero se encontraba, y aún lo está, arriba de Perú (19,62%), Brasil (18,31%), Ecuador (11,13%), Bolivia (6,65%), y Paraguay (10,42%). Sin embargo, países como Francia o Italia ya aplicaron una tercera dosis al 44,51% y 47,26% de su población, respectivamente.
“La campaña de vacunación viene bien. Ya se aplicaron 10.000.000 de terceras dosis. Si miramos la población mayor de 40 años, el 42% ya la recibió y ese es un buen dato, porque ahí sobre todo está la población vulnerable. Vacunas hay y esto nos pone en una situación favorable de cara al otoño, luego hay que ver cómo evoluciona la pandemia. Lo que hay que retomar son los cuidados”, advierte Daniela Hozbor, directora de grupo en el Laboratorio VacSal de la Universidad Nacional de La Plata e investigadora principal del Conicet.
Con la mira en el otoño
Eduardo López, infectólogo y asesor presidencial durante la pandemia, señala que pensar cómo estará la Argentina en términos sanitarios en los próximos meses es una pregunta difícil, pero resalta que habría que llegar al otoño con el 70 u 80 por ciento de la población vacunada con tres dosis para evitar un posible rebrote en caso de que aparezca una nueva variante. “Por otro lado, es muy posible que esta ola, si se comporta como en Noruega, Dinamarca o Sudáfrica, los casos empiecen a mostrar un amesetamiento durante dos semanas y luego van a tender a bajar, y el descenso suele ser rápido y deja cierto nivel de inmunidad. Pero hay que seguir trabajando muy fuerte en los testeos y en la vacunación. Que el otoño sea favorable dependerá de cómo se comporte el virus y de la conducta social”, detalló el especialista.
Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), cree que pensar en el otoño es hacer “futurología”, pero opina que esta escalada de contagios podría alejar por un buen tiempo a la Argentina de la posibilidad de un rebrote. “Es posible que el impacto de esta ola genere inmunidad, y que eso no dé lugar a una nueva ola tan rápidamente. Por eso, puede ser que el otoño sea favorable, pero no lo sabemos con certeza. Es muy importante que la población acceda a la tercera dosis”, argumenta.
“No se están viendo grandes rebrotes en el resto el mundo luego de la ola de ómicron. De todos modos, podríamos esperar cierto aumento de casos en el otoño y que eso venga acompañado de otros virus respiratorios típicos de esa época del año”, indicó Ricardo Teijeiro, miembro de la SADI.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación agregan: “El objetivo es llegar al otoño con la mayor cantidad de gente con esquema completo y con terceras dosis o dosis de refuerzo. También se está llevando a cabo un trabajo importante con el Ministerio de Educación para que los chicos avancen con la vacunación antes del comienzo de las clases”.
Por otra parte, López señala que este año es posible que empiecen a aparecer las vacunas de segunda generación que permitan enfrentar con mayor efectividad a las nuevas variantes. “Si bien en Israel algunos tienen hasta cuatro dosis y se siguen contagiando, las vacunas que tenemos ahora sobre todo previenen la enfermedad grave. Igual es cuestión de tiempo hasta que aparezcan las vacunas de segunda generación”.
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