Tenía una baja calificación el piloto de LAPA
Investigan por qué continuaba volando y si la alarma fallaba.
En los últimos ejercicios de simulador de vuelo, Gustavo Weigel, piloto del Boeing 737 de LAPA que se estrelló en Punta Carrasco el 31 de agosto pasado, tenía calificaciones por debajo del estándar, según confirmaron ayer fuentes del juzgado que investiga la tragedia que causó por lo menos 67 muertes.
Ahora, el juez Gustavo Literas investiga qué responsabilidad le cabe a la empresa LAPA por permitir volar a un comandante con calificaciones bajas en uno de los exámenes obligatorios a los que deben someterse todos los pilotos comerciales.
La información se conoció un día después de que se difundió el contenido de una de las cajas negras del avión, en el que se escucha una alarma a la que el piloto no prestó atención. Por eso, el magistrado también investiga si el comandante desoyó el alerta porque es frecuente que las alarmas suenen en falso.
Esa señal indicaba que las alas no estaban configuradas en la posición de despegue. El alerta sonó durante 35 segundos, durante los cuales el piloto podría haber abortado la maniobra. "No, no, no..., qué mierda pasa", se escucha decir en la cinta a Weigel, poco tiempo antes de que el avión estallara.
Ronaldo Boyd, director general de LAPA, dijo: "De ninguna manera es habitual que las alarmas suenen en un vuelo y que el piloto no las tenga en cuenta".
Respecto de la aptitud de Weigel, Boyd fue terminante: "Gustavo era un piloto con todas las habilitaciones en regla, estaba en perfectas condiciones para volar".
Literas busca pruebas
Ayer, La Nación consultó a varios pilotos comerciales que escucharon o leyeron la desgrabación de la cinta y todos coincidieron: no se explican qué quiso hacer Weigel (ver aparte).
"Sinceramente no sé cuál fue el criterio que aplicó el comandante para no abortar el vuelo, dado que la alarma era ensordecedora y le avisaba que el avión no estaba configurado para levantar vuelo", dijo Guillermo Alais, de la Asociación Argentina de Pilotos de Aviación Civil.
Literas encabezó ayer un secuestro de documentación en la sede de la Fuerza Aérea y se llevó los controles psicofísicos de Weigel y del copiloto, Luis Echeverry, de los últimos dos años.
Son exámenes obligatorios que se hacen cada seis meses. El último que pasó Weigel fue en abril de este año.
Esos legajos se sumaron a los elementos secuestrados en las oficinas de LAPA en Aeroparque pocas horas después del accidente, como las fojas de calificaciones de las pruebas en simulador de Weigel y de Echeverry de los últimos cuatro años.
"A simple vista queda claro que el piloto no alcanzaba el estándar requerido en algunos aspectos", dijo una fuente judicial. La última prueba de simulador realizada por Weigel fue en marzo último.
El copiloto, en cambio, superó la media requerida en todas sus evaluaciones.
Literas encargará a expertos en aviación un peritaje de los exámenes secuestrados para determinar con exactitud qué grado de excelencia tenía Weigel.
Los peritos deberán analizar también las píldoras encontradas en un maletín que fue hallado entre los escombros del avión y que presuntamente habría pertenecido a Weigel.
Fuentes judiciales explicaron ayer que, de comprobarse que el piloto no tenía la aptitud necesaria para volar, la responsable del accidente será la empresa LAPA.
También declaró ayer en Tribunales el empleado que despachó el avión antes de la tragedia. Este aseguró que la máquina cargaba alrededor de 600 kilogramos en sus bodegas (la mitad de la capacidad) y que estaba en perfectas condiciones.
Hoy declarará un piloto llamado Adrián, cuyo nombre se escucha en la cinta de la caja negra. "Correte, Adrián, que te piso", bromeó Echeverry con el comandante de un avión de Dinar que despegó en el turno anterior al del Boeing de LAPA.
También declarará Enrique Piñeyro, ex piloto de LAPA que denunció fallas en el mantenimiento de los aviones de la empresa, y todas las tripulaciones que volaron el Boeing 737 el 31 de agosto.
Ayer, en breves declaraciones a la prensa, Literas dijo: "El hecho no se agota en la transcripción del contenido de las cajas negras, ya que aún faltan analizar las fallas mecánicas que pudo haber tenido el avión". Agregó que tiene intenciones de reconstruir, en un simulador, los últimos momentos del trágico vuelo.
La aptitud de Weigel
Las discusiones de los especialistas y los investigadores giraron ayer en torno de las pruebas de aptitud a las que fue sometido el piloto hace menos de seis meses.
Ricardo Weigel, hermano del piloto muerto, dijo: "Tengo miedo de que sean utilizados como chivos expiatorios de la tragedia. En la Argentina siempre se culpa a los pilotos por los accidentes porque es lo más barato".
Respecto de las alarmas, Weigel apuntó: "Realmente va en contra del sentido común que hayan escuchado el alerta y que ninguno de los dos le hubiera prestado atención. La única explicación que encuentro es que en ese avión permanentemente sonaba una alarma y que por eso despegaron lo mismo. Si no, no tiene lógica".
El brigadier Horacio Viola, presidente de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac), analizó ayer la cinta y concluyó que "evidentemente el piloto y el copiloto no hicieron lo adecuado".
Viola explicó: "La alarma se activó, o sea que se le indicó a la tripulación que algo anormal estaba ocurriendo. Esto tendría que haberlos llevado a abortar el despegue".
El brigadier agregó que "en el diálogo entre los pilotos no se escuchó nada que indique que hayan mirado el actuador para verificar los flaps o los frenos de aire".
Alejandro Botana, vicepresidente de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), coincidió con Viola.
Explicó que "al escuchar una alarma debe abortarse el despegue", pero deslizó que sospechaba que la advertencia no fue clara y que generó confusión.