“Tenemos que elegir a quién operar”. Crisis en el hospital pediátrico de La Plata, renunciaron casi 50 médicos para trabajar en distritos que pagan mejor
Los profesionales que aún se desempeñan en el establecimiento advierten que los servicios están colapsados; reclaman la urgente intervención de Kicillof
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Las perspectivas no son buenas. En los últimos meses, casi 50 médicos del hospital pediátrico Sor María Ludovica, de La Plata, renunciaron a sus puestos. Faltan cirujanos, anestesiólogos, pediatras, oftalmólogos, intensivistas, psicólogos, pediatras de guardia, neonatólogos, especialistas en metabolistmo, cuidado paliativos. La lista sigue y se renueva a diario. Y todo indica que esta ola de renuncias podría continuar. ¿La razón? La diferencia de salarios con otras jurisdicciones y la inflación hacen que cualquier otra oferta laboral resulte más tentadora. Sin embargo, se trata de médicos con dos o tres especialidades y muchos años de experiencia, difíciles de reemplazar. Los médicos que siguen trabajando en los distintos servicios aseguran que están colapsados. Que la demanda de servicios pediátricos sigue siendo muy alta, sobre todo los fines de semana, sin embargo que no logran cubrir la atención mínima que se requiere. Ya hablan de un gran éxodo de médicos y piden la intervención urgente del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Por esa razón, el domingo publicaron una solicitada en el diario El Día, de La Plata, pidiendo una intervención urgente. “Los pacientes con patologías como hernias, cálculos, permanecen meses en las listas de espera y hasta egresan al cumplir los 15 años y pasan a buscar atención en hospitales de adultos sin que logremos operarlos. Hasta que sus cuadros no se agravan, no podemos operarlos. Se supone que somos el hospital de mayor complejidad pediátrica de la provincia y estamos dejando pasar situaciones que no deberíamos por la falta de recursos humanos y de insumos”, explicó Zulma Fernández, jefa de servicio de Clínica Médica, que tiene a su cargo 12 especialidades como clínica, adolescencia, ginecología, inmunología, neurometabolismo, reumatología, oncología, unidad de medicina internos, alergia, sala de genética médica, el laboratorio de citogenética y endocrinología pediátrica.
“Es cruel. Tenemos que elegir a qué paciente operamos. Evaluamos qué es más urgente, un trasplante de médula o una cirugía oncológica en un niño. Todos los días, en las distintas especialidades de cirugía vemos entre 30 y 40 pacientes que requieren operarse en el corto plazo. Pero de los 12 quirófanos que tenemos, están operativos tres. Y algunos días, sólo uno. Y se hacen unas tres cirugías por día. El cuello de botella es enorme. Muchos cirujanos renunciaron y se fueron a otras jurisdicciones porque les pagan el triple. Y es legítimo. Si con sólo manejar media hora más, e ir a Capital, podés triplicar tus ingresos. La diferencia se hace muy marcada y la inflación no ayuda”, apunta Andrea Urrutia, jefa de Cirugía Neonatal del Ludovica.
“Problema mundial”, según Kreplak
Desde el Ministerio de Salud bonaerense, a cargo de Nicolás Kreplak, aseguran que esto es parte de una crisis más grande que se da a nivel nacional y mundial que es la falta de pediatras y aseguran que la solicitada publicada por los médicos no refleja la realidad del hospital. “En los demás 79 hospitales que hay en la provincia la falta de médicos es real, pero no a tal extremo de no garantizar la atención. De todas formas, estamos lanzando una convocatoria para tratar de atraer más médicos residentes a los hospitales pediátricos”, indican fuentes de ese ministerio.
“El estado de desamparo es alarmante. Planteles médicos y no médicos diezmados superados por la demanda especialmente en las áreas críticas, como el servicio de urgencias, neonatología, unidades de cuidados intermedios e intensivos, terapia intensiva, pediátrica y cirugía hacen que el derecho a la salud esté cada vez más restringido tornando peligrosa la situación no sólo para los pacientes sino para todo el personal”, advierte la solicitada.
Otra médica de este hospital que prefirió no dar su nombre relató que a una paciente suya que tiene 12 años y tiene cálculos en la vesícula, como tiene talla grande y pesa cerca de 70 kilos, le recomendó intentar ser operada en un hospital de adultos, porque desde hace un mes está en lista de espera y llega a la guardia, le dan algo para el dolor, pero sigue esperando sin que su problema se resuelva.
“Las alertas y pedidos de auxilio a las autoridades, las recurrentes solicitudes al Ministro de Salud y al gobernador de la provincia siguen sin ser atendidas”, dice la solicitada de los médicos. Detalla que en el último tiempo se produjo un éxodo de médicos nunca antes visto: 49 profesionales de 11 especialidades se fueron. Además, sólo un 28% de los cargos para residencia de pediatría fueron ocupados. Esto es, sólo 7 de 25 cargos que se abrieron lograron contratar un residente. Los demás quedaron vacantes. Según explica Fernández, la diferencia salarial con otras jurisdicciones hace insostenible cualquier propuesta. “Con sólo subirse a la autopista los médicos logran pasar de un salario de $210.000 en provincia a unos $600.000 en Capital. Y un jefe de servicio puede ganar hasta $800.000. Y allá las guardias se pagan aparte. Es muy difícil retener el capital humano. En el interior, en lugares donde faltan profesionales el pago también es mayor. Y en algunas localidades, se busca atraer a los médicos simplemente con el pago de los viáticos, y eso resulta. Otros se van al exterior. Por eso pedimos una reunión urgente con el gobernador”, sostiene Fernández.
“Precio excesivo”
La inflación tiene un párrafo aparte. No sólo por la pérdida de la capacidad adquisitiva sino porque saben que aquello que se rompe no se repara, según dicen. “La inflación se refleja también en las barreras burocráticas y presupuestarias al momento de solicitar insumos importados y rechazados bajo el comentario por parte del Ministerio de Salud de ´precio excesivo’. Sin insumos de calidad, entregados en tiempo y forma no podemos diagnosticar ni curar”, plantean los médicos.
Desde hace tiempo que no se realizan espinogramas, una práctica sencilla que requiere cierta función del resonador, explican los médicos. “Por el precio de insumos importados en el área de Patología, los especialistas no cuentan con los inmunosueros, que son preparados químicos para diagnósticos de tumores, que permiten un diagnóstico con exactitud”, detalla Fernández.
Así las cosas, no logran atender la demanda de todos los pacientes de guardia los fines de semana, con esperas de tres a cinco horas, cuando las guardias privadas no cuentan con pediatras.
En las últimas horas, el Centro de Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata se sumó al reclamo de la solicitada. También el defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, anunció que presentará un pedido de informe.
La lista de las renuncias da cuenta de lo difícil que resulta dar atención. Solamente en terapia intensiva pediátrica, renunciaron cinco médicos y cuatro residentes, optaron por no tomar el cargo y migraron a lugares pediátricos de la ciudad de Buenos Aires, de las provincias de la Argentina, sobre todo del sur o volvieron a sus países. En ese servicio, hay otros cuatro médicos que están reevaluando si permanecen en el hospital platense.
Aunque desde el ministerio de salud aseguran que están intentando mejorar la propuesta económica para atraer más residentes, pero las autoridades de los servicios aseguran que no es una solución inmediata. Formar un médico demanda entre 5 y 6 años. Convertirlo en especialista otros tantos siete años más. Los médicos que trabajan en la terapia intensiva pediátrica tienen además de sus años de formación como médicos, dos especialidades. Lo mismo que los médicos cirujanos pediátricos y en estos se suman la especificidad de la cirugía a la que se dedican. Justamente en cirugía general pediátrica seis cirujanos infantiles formados renunciaron.
En el área de cuidados paliativos, un médico pidió un año de licencia para instalarse en otro país. En neonatología renunciaron siete médicos con cargo. En toxicología renunciaron cuatro profesionales. Algo similar ocurrió en el área de emergencias donde seis pediatras formados en emergentología pediátrica renunciaron, una pediatra se fue a vivir al interior bonaerense, tres pasaron a otra área y dos se jubilaron. Oftalmología es otra de las áreas diezmadas. Allí un especialista pidió un año de licencia y se trasladó a otro distrito. En el laboratorio de Citogenética, tres médicos renunciaron, una médica citogenetista decidió instalarse en Europa, otra renunció por los bajos sueldos y a la jefa del laboratorio está próxima a jubilarse. Y la lista se renueva cada día…
“Acá no hay colores políticos. Estamos todos en el mismo barco. Porque no se trata de un reclamo gremial. Si fuéramos un gremio, el gobernador nos recibiría. Pero nosotros trabajamos con chicos que están enfermos. Para nosotros no es una opción hacer un paro, porque nuestro compromiso con los pacientes no nos lo permite. Pero más aún así nos deberían oír”, dice Fernández.
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