Temor en San Miguel, el distrito que lidera el ranking de delitos más graves
Se registraron allí 206 denuncias, según el mapa delictual del gobierno bonaerense
LA PLATA.- "Sí, no tengo problema -dice el hombre cuando el cronista lo detiene para hacerle preguntas-. Pero acá no, que nos van a «chorear»." Señala un lugar apenas unos metros más adelante, iluminado por uno de los faroles de la calle. Son algo más de las 19 y ya es noche cerrada. En San Miguel, eso equivale a peligro.
Sergio, de 48 años y desocupado, es un vecino de la zona donde más delitos graves se denuncian en toda la provincia de Buenos Aires, según cifras difundidas por el Ministerio de Seguridad bonaerense. Se trata de la jurisdicción de la comisaría 1a., donde el mes último se radicaron 300 denuncias. Dos tercios de esa cifra corresponden a delitos graves, principalmente, robos a mano armada.
Durante el mes pasado, en esa comisaría se denunciaron 208 delitos graves, entre los que se cuentan 49 robos con armas, 43 robos simples, 85 robos y hurtos de automotores y 29 hurtos de otros tipos, aunque no se registraron homicidios ni violaciones. Así, se colocó al tope del ranking de las 348 comisarías bonaerenses, seguida por la seccional 1a. de Quilmes, donde se denunciaron 177 delitos graves, y la 1a. de José C. Paz (distrito que limita con San Miguel), con 169 denuncias.
Las cifras fueron difundidas por Roberto Vázquez, subsecretario de Información para la Prevención del Delito de la cartera conducida por León Arslanian. Otros vecinos consultados por LA NACION también sufrieron en carne propia los embates de la inseguridad. Las quejas son múltiples: "Es una zona muy insegura", "allá enfrente todos los días se roban un auto", "no se puede salir a la calle", dicen.
Damián Castro, de 22 años, lleva la marca en el cuerpo. Hace dos años fue víctima de uno de los tantos asaltos que sufrió el comercio donde trabaja, un comerciante mayorista de artículos para quioscos frente a la estación ferroviaria, y recibió un disparo que pudo ser mortal.
"Eran las ocho de la noche y estábamos cerrando -relató Damián a LA NACION-. Entraron cuatro hombres y nos pidieron la plata de la caja. Se ve que uno de ellos se puso nervioso, porque me disparó", contó, y señaló la zona de la ingle donde penetró la bala. "Después se fueron corriendo. Yo la saqué barata. Pudo ser peor", agregó. Desde entonces, el comercio, que antes estaba protegido por una malla de alambre tejido, ostenta gruesas rejas en el exterior y otras más angostas, pero igualmente efectivas, en el interior.
Oscar Baumberger, de 51 años, también sufrió varios asaltos en su farmacia de la calle D´Elía. Fueron tres en un año, todos protagonizados por hombres jóvenes armados.
No sólo los robos son comunes en San Miguel. Néstor Colombo, que vive apenas a una cuadra de la plaza principal, sufrió hace dos semanas el robo de su auto. Los delincuentes lo abordaron y se lo llevaron en su propio vehículo, mientras lo encañonaban con un arma. Lo liberaron en la ruta.
Según el comisario Oscar Rodríguez, de la seccional, la sensación de la gente no se corresponde con la cantidad de delitos que se cometen en su jurisdicción. "Acá prácticamente no hay homicidios ni violaciones, y los robos a mano armada no suelen ser violentos", dijo a LA NACION y agregó que sus principales preocupaciones son "el robo de automotores, la nocturnidad y la posibilidad de robos a bancos". Los delincuentes, aclaró, "generalmente no provienen de San Miguel", sino de zonas linderas de bajos recursos, como Grand Bourg, Barrio Frino, Pablo Nogués o los partidos de Moreno y José Clemente Paz, este último, el más pobre de toda la provincia.