Coronavirus en la Argentina: Tandil en fase 5 y Olavarría en fase 1, el inesperado contraste entre dos pueblos cercanos

TANDIL.- Llegaban cabeza a cabeza al tramo final de flexibilización de la cuarentena. Tandil cruzó la meta y desde hoy comienza una programada habilitación de actividades que incluye permisos para varios deportes, gastronomía y alojamiento. Pero Olavarría pecó de descuidos y en menos de una semana sumó 39 casos de coronavirus que, como había ocurrido en Necochea, de un plumazo devolvió al distrito al punto de partida: la fase 1, que significa cierre de más de la mitad de los comercios, puertas abiertas solo para rubros esenciales y un desesperado ajuste de controles en ingresos de visitantes.

"Hubo asados, hubo cumpleaños, hubo encuentros sociales", se quejó el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, que consideró lógico regresar al punto de partida por este brote cuando tenían un escenario favorable para llegar casi a la normalización de actividades. Ayer se confirmaron 10 nuevos positivos.

Una alarma que también atendieron en las muy cercanas sierras tandilenses, desde donde hacía semanas que se pedía mayor libertad al municipio para administrar el aislamiento y oxigenar con nuevos rubros a la muy asfixiada economía local. Así llegaron a la fase 5. "Esto nos va a llevar a aumentar nuestro compromiso y cumplir con los requisitos", dijo el jefe comunal, Miguel Lunghi. "Es una obligación total", insistió, sobre exigencias básicas: lavarse las manos y usar barbijo y alcohol en gel.

Cara y ceca de una realidad muy similar en toda la región y que tiene como principal diferencia algunos gestos de irresponsabilidad que se pagan carísimo. En Olavarría no está claro quién y cómo ingresó el virus. Pero sí saben que se hicieron cosas muy mal como para que se expandiera con celeridad, tanto como para no saber hasta dónde puede llegar esta red de infectados.

"Para pensar en cambiar de fase primero hay que contener el brote", afirmó el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, que ayer visitó Olavarría para coordinar acciones que permitan detener los contagios en la jurisdicción e impedir que se expanda hacia municipios vecinos.

Ajustes

En cambio, Tandil terminaba de ajustar ayer los detalles para comenzar una incorporación de nuevas actividades, paso a paso. Y con pedido insistente a la ciudadanía para que respete las pautas. Desde hoy, por ejemplo, se podrán practicar deportes individuales al aire libre. Desde el 15 se ampliará en una hora el horario de los comercios no esenciales y el lunes próximo será el esperado turno para la prueba piloto en restaurantes, bares y cervecerías.

"Queremos avanzar con pasos firmes, sin errores ni imprudencias, porque lo fundamental es llegar a recuperar el turismo, que es de lo que vivimos", explicó Victoria Inza, responsable de Época de Quesos, tradicional establecimiento gastronómico de Tandil.

Para recibir visitantes de otras localidades falta. La habilitación de paseos turísticos y alojamiento, prevista a partir de este viernes, queda restringida a los residentes. Y a partir del lunes también se permitirá la práctica de deportes en espacios cerrados. Germán Groppa, responsable del gimnasio Zukón, celebró que se llegue a esta posibilidad de reapertura después de casi tres meses. "Tenemos cinco gimnasios que no abren más", destacó sobre el impacto económico que significó esta cuarentena. El sector elaboró un protocolo y serán de los primeros en el ramo que vuelven a la actividad. "Segmentamos en grupos (deportivos, pilates, natatorios, danza) y se aprobó una nueva metodología de trabajo", explicó sobre un esquema que incluirá turnos, mucha higienización de espacios y equipos, y por sobre todo "más responsabilidad que nunca".

"Depende de nosotros seguir permanentemente en esta fase o volver a una anterior", advirtió Lunghi.

Vuelta al punto de partida

Menos de 150 kilómetros separan ambas comunas, que transcurrieron al menos el último mes en condiciones similares: apenas preocupación por casos sospechosos. Realidad que se quebró a mediados de la última semana, con cuatro casos positivos en Olavarría.

Apenas horas antes de esos primeros nuevos confirmados el intendente Galli había acompañado un documento junto con Lunghi y su par de Vicente López, Jorge Macri, para pedir al gobernador Axel Kicillof que les permitiera flexibilizar a los municipios sin casos. Hasta se animó a lanzar una encuesta en Twitter para consultar a los vecinos si estaban de acuerdo con continuar o no con el aislamiento obligatorio.

La bomba estalló. Y en secuencia, porque se sumaron más positivos en días siguientes hasta llegar a 39 contagiados. Entre ellos, cinco oriundos del partido de San Nicolás que viajaron para trabajar en Loma Negra. Anoche se anunció consulta e hisopado "casa por casa" según sospechas sobre focos barriales de contagio.

El origen o "caso cero" aún no está claro. Es motivo de investigación y también de rumores urbanos. Se señala a un médico que vino de la Capital y comió asado con amigos. Otra versión plantea similar historia, pero con alguien que se dedica a compra y venta de dólares.

Ayer los comercios tuvieron que volver a cerrar. También las industrias. Como el 21 de marzo, con el inicio de la cuarentena, solo se permitió funcionar a estaciones de servicio, farmacias, venta de comestibles y artículos de limpieza, entre otros. Eso es fase 1. El intendente logró que súper e hipermercados locales evitaran vender productos no esenciales para no perjudicar a los comercios más pequeños, obligados a cerrar en esta instancia.

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