Susana, Mercedes y Lucía unidas contra el cáncer de mama
Por primera vez juntas en la tapa de Revista Susana para alertar sobre la importancia de la prevención de de una enfermedad muy frecuente y dura, pero que tiene cura si se detecta a tiempo.
¿Le preguntaste a tu hermana si este año se hizo el control mamario? ¿Hablaste con tu hija sobre la importancia de ir al médico ginecólogo con periodicidad? ¿Le dijiste a tu mejor amiga que no se deje estar y se haga la mamografía? Hablarlo en una reunión, en la cena familiar, con tus compañeras de trabajo o en la sala de espera de un médico es muy importante. Por eso, Susana Giménez junto a Mercedes Sarrabayrouse y Lucía Celasco, se suman a esta cruzada de concientización, con el fin de que se sepa y se difunda: el 95 por ciento de los casos de cáncer de mama detectados a tiempo tienen cura y la única manera de lograrla es hacerse los chequeos correspondientes.
Enoctubre se conmemora a nivel internacional el mes de la lucha contra el cáncer de mama, la más común de las enfermedades oncológicas entre mujeres. Según el Ministerio de Salud de la Nación, afecta mayoritariamente a mujeres de entre 45 y 70 años de edad, y si bien se desconocen cuáles son los desencadenantes, la comunidad científica coincide en reconocer algunos factores que aumentan el riesgo: los antecedentes familiares, los tratamientos con radioterapia dirigida a la mama y los tratamientos con hormonas por otras patologías.
En nuestro país, se producen 5600 muertes por año y la detección temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro de diámetro tienen muchísimas probabilidades de curarse y reducir esta estadística fatal. La información y la comunicación siguen siendo el primer paso para luchar contra este cuadro, que en las etapas iniciales es asintomático: salvo contadas excepciones, no duele ni se ve; y sin el control, muy difícilmente se detecta.
Hacete la mamografía
“Hay mujeres que tienen temor a realizarse la mamografía por el dolor que piensan que les va a provocar. Pero es el método que mejora la sobrevida de las pacientes fruto de un diagnóstico temprano, y no es reemplazable por otros métodos”, explica el Dr. Jorge Piccolini, médico y miembro de la Sociedad Argentina de Mastología. Lo cierto es que con el uso de las tecnologías más modernas y con una adecuada técnica de realización, el dolor o molestia se reduce a su mínima expresión, por lo que no debería ser una causa de rechazo al estudio.
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la mujer: en la Argentina se diagnostican cerca de 19 mil nuevos casos por año.
Si no hay antecedentes familiares, los controles mamográficos suelen iniciarse a los 35-40 años con una periodicidad anual, y deben acompañarse de un examen físico exhaustivo. En cambio, si se evalúa la historia familiar o el especialista considera que puede haber un riesgo superior al habitual para desarrollar la enfermedad, se inician antes los controles.
“El autoexamen como método riguroso de exploración mamaria en mujeres sin antecedentes de cáncer de mama tiene un valor discutido. Lo que uno aconseja es que la mujer tenga el hábito de explorarse de manera tal de conocer la apariencia, la consistencia y la forma, y poder así detectar cambios tempranos que motiven la consulta con un especialista”, agrega Piccolini.
Es clave conocer tu cuerpo
Todas las mujeres deben estar atentas a los cambios en sus mamas y visitar anualmente a su ginecólogo. Sentir dolor o molestias, notar pequeñas nodularidades, el aumento de tamaño, la sensación de bulto en algún sector e incluso secreción del pezón son síntomas que pueden aparecer incluso en mujeres de entre 20 y 30 años: en ese caso, es fundamental que sean estudiados por un mastólogo.
En el mundo hay 1,7 millones de nuevos casos por año de cáncer de mama; la magnitud de este problema de salud hace que toda la comunidad médica redoble los esfuerzos en la comunicación, la prevención y la concientización.
Otro punto para destacar es que, en el caso de las mujeres diagnosticadas, una vez finalizado el tratamiento de quimioterapia y/o rayos, el alta no se considera “definitivo”, porque en muchos casos deben continuar con una medicación vía oral durante los 5 años posteriores y los especialistas recomiendan el examen físico de las mamas, mínimo dos veces al año, por eso es muy importante ser constantes y no dejarse estar.
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Mitos y verdades
- Hay ciertas dudas frecuentes que es importante despejar. Algunos de los puntos fundamentales que destaca la Sociedad Argentina de Mastología son los siguientes:
- La mamografía es dolorosa: mito. Algunas mujeres pueden experimentar incomodidad, pero no dolor.
- Los implantes mamarios pueden provocar cáncer o aumentar su riesgo: mito. La relación entre el cáncer de mama y las prótesis mamarias ha sido tema de diversos estudios de investigación, pero no se pudo demostrar científicamente una relación de causa y efecto.
- Si no tengo síntomas, no debo preocuparme: mito. El cáncer de mama es una enfermedad indolente y en su etapa inicial no produce síntomas, por eso es fundamental la mamografía, que permite ver lo que aún no se puede tocar.
- Detectar un nódulo es sinónimo de cáncer de mama: mito. Se pueden detectar nódulos sólidos o quistes que sean finalmente tumores benignos. De cualquier modo, es fundamental consultar al mastólogo para descartar riesgos.
- El tamaño del pecho no incide en el riesgo de desarrollar cáncer: verdadero. El tamaño de la mama no tiene ninguna relación con la enfermedad.
- Si no tengo antecedentes, no voy a desarrollar cáncer de mama: mito. El 85 por ciento de los cánceres de mama son esporádicos; esto quiere decir que la mayoría de las pacientes no tienen familiares directos diagnosticados.
- Tener hijos y amamantar colabora para no enfermarme: verdadero. Parir antes de los 30 años y dar de mamar disminuye el riesgo, aunque no garantiza la no aparición del cáncer de mama.
- Los anticonceptivos orales son nocivos: mito. El uso de anticonceptivos de última generación, con dosis mínimas, no aumenta el riesgo.
- Dormir con corpiño o usar los que tienen aro puede dañar la salud mamaria: mito. No hay evidencia científica que demuestre que la utilización de corpiño durante la noche o de determinada característica afecte de algún modo a la mama.
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