Susana Giménez y Roviralta: un final con corridas y policía
Disputa: según el relato de numerosos testigos, la estrella de televisión echó a su marido de casa; hay cien millones de pesos en juego.
Tras volver de su viaje por Miami, Susana Giménez volvió a ser noticia a raíz de la tormentosa pelea que los vecinos dicen que tuvo ayer por la mañana con su marido, Huberto Roviralta, en la cual él sufrió heridas en la nariz. Posteriormente abandonó la casa.
Para ella, el día ajetreado comenzó a las 10, cuando llegó a Ezeiza y se encontró con gran cantidad de fotógrafos que la esperaban para obtener declaraciones sobre la separación de Huberto Roviralta y su actual romance con el empresario Jorge Rodríguez. Susana eludió a la prensa tras salir por el ingreso para pasajeros de vuelos internacionales, mientras que su yerno y productor, Eduardo Celasco, completaba los trámites de aduana.
En ese momento, la prensa también montaba guardia frente a la casa de Dardo Rocha 2905, en Barrio Parque, lugar de residencia de la pareja. Mientras esperaba el regreso de Susana, Huberto se asomó varias veces, con un teléfono, por una de las ventanas de la planta alta. Hasta que la animadora ingresó, a las 10.30, a bordo de un Mercedes-Benz negro con vidrios polarizados.
Diez minutos después, según manifestaron algunos vecinos, se escucharon gritos desde el interior de la casa. Era la voz de Susana, que decía: "¿Cuándo te vas a ir de acá, hijo de p...? ¡Andate de acá!" Y de inmediato, Huberto Roviralta salió a la vereda con la cara ensangrentada para mostrar las evidencias de su aparente pelea matrimonial, que la televisión se encargó de difundir ampliamente toda la tarde. Aferrado a Jazmín -el famoso perrito Yorkshire que la diva lleva a todas partes, pero que en este viaje dejó en manos de su marido-, Roviralta eligió esta forma de comunicarse con la prensa: sólo atinó a mirar hacia algunas cámaras con un gesto compungido y, sin decir nada, volvió a cerrar el portón negro de la mansión.
Pero entre los nervios y el descuido, Roviralta olvidó a Jazmín, que quedó solo, en la vereda, rodeado de fotógrafos, camarógrafos y cronistas. Una empleada salió a recuperarlo, y como observó que la vereda tenía rastros de sangre, echó un balde de agua.
"Sólo mediqué a Susana"
Durante la tarde de ayer, la casa de Dardo Rocha al 2900 fue un desfile de personas que entraban y salían para saber sobre la situación de la pareja y la salud de la animadora de TV. "No hay evidencia de que ocurra algo grave. Sólo vine por la cantidad de medios que hay en la puerta", dijo al pasar por el lugar el subcomisario Arias, de la seccional 21a. Enseguida, personal de una ambulancia del SAME tocó el timbre, pero desde el portero eléctrico alguien contestó que nadie había requerido esos servicios.
Cuando el propio Roviralta fue el que salió a poner la cara ensangrentada ante las cámaras, otra voz desde el portero eléctrico pidió a los medios que se alejaran del lugar: "Respeten la intimidad del señor y de la señora".
A las 15.15 llegó la hija de la estrella, Mercedes Sarrabayrouse, junto a su marido, Eduardo Celasco. Se bajaron violentamente de un BMW negro y entraron en la casa sin hacer declaración alguna. Lo mismo hizo su amiga Teté Coustarot, quien entró junto a Pet Figueroa, ex productor de "Hola Susana". Más tarde se acercó tímidamente al lugar el médico personal de Susana Giménez, Alfredo Cahee. "No hablé con ella", agregó luego su actual productor televisivo, Luis Cella, al entrar en la casa.
Constantemente, varios autos con vidrios polarizados llegaban y se iban del lugar. Desde el podólogo personal de Giménez hasta un cartero de un correo privado que tocó el timbre para entregar un sobre a nombre de ella, cuyo remitente decía Edmundo Chacra. Pero nadie salió a atenderlo.
Finalmente, el doctor Cahee salió y dijo: "Ustedes conocen cuál ha sido la problemática. Con respecto al estado de ánimo de Susana, no hay ninguna anormalidad. De Huberto no sé nada. Yo sólo mediqué a Susana y a él le puse una curita en la nariz".
Entre idas y venidas, a las 17.25, Huberto Roviralta abandonó la casa a bordo de su camioneta Nissan Terrano II 4x4. Nervioso, con la nariz vendada, hizo gestos obscenos a los fotógrafos y se dirigió a su casa de Posadas al 1400. "No voy a hacer ninguna declaración", repitió.
Relaciones muy difíciles
Susana Giménez posee una fortuna calculada en poco menos de cien millones de dólares. Más del 90% de esa cifra fue acumulada por la estrella en los últimos diez años, durante su matrimonio con Roviralta.
El polista reclama la mitad, más igual porcentaje del contrato que la diva firmó hace dos meses con Telefé, que se compromete a pagarle 38 millones de pesos en los próximos tres años. Estos datos fueron revelados en el último número de la revista "trespuntos".
La nota "El precio del divorcio", firmada por Claudia Acuña, indica que Roviralta confió la defensa de sus intereses a la doctora María Rosa Madariaga, ex defensora de Marta Rodríguez McCormack, vinculada en su momento con el ex almirante Emilio Massera por el nunca resuelto asesinato de Fernando Branca, esposo de ésta.
McCormack y Roviralta, según la investigación de "trespuntos", fueron novios antes de que el polista se convirtiera en el marido de la diva.