Sorprende a los expertos el inusual nacimiento de elefantes marinos en la costa bonaerense
En las últimas semanas se registraron en varias playas de la costa bonaerense y hasta en el municipio de Garopaba, en el estado brasileño de Santa Catarina
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El elefante marino del sur pertenece a la familia de los fócidos o focas. Es una especie polígama y paren una cría al año. Su zona de distribución en el país se localiza en la Patagonia argentina. En Península Valdés se encuentra la única elefantería continental del mundo; las restantes están en territorio insular. Los nacimientos suelen concentrarse durante la primera semana de octubre, pero este año se reportaron nacimientos fuera de su hábitat, lo que llamó la atención de los especialistas.
El primero de los nacimientos fue el pasado 21 de septiembre en la localidad de Mar Chiquita y luego en Mar de Ajó y Villa Gesell, el 11 y 12 de octubre, respectivamente. En Brasil también se repitió el fenómeno el pasado 11 de octubre en la playa de Siriú, ubicada en el municipio de Garopaba, estado de Santa Catarina.
Los animales son monitoreados por el equipo de guardaparques y técnicos del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y por la Red de Rescate de Fauna Marina, ambas dependientes del Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires. También la Fundación Rescate Verdemar y la Dirección de Zoonosis, de Villa Gesell, están colaborando con el monitoreo, así como el Grupo de Rescate de Fauna Silvestre, Bomberos Voluntarios y Defensa Civil del Partido de la Costa, y Prefectura Naval Argentina.
Con motivo de estos nacimientos inusuales de elefantes marinos en varias playas de la costa bonaerense, LA NACION entrevistó a Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino.
—¿Por qué hay nacimientos en estas playas que son más cálidas y no en la Patagonia?
—La razón por las que están sucediendo nacimientos en la provincia de Buenos Aires es todavía una incógnita, hay muchas hipótesis. En un primer momento cuando fuimos testigos del nacimiento que ocurrió en la zona de Mar de Ajó, a la cual acudimos al ser informados, surgió la hipótesis de que se trataba de una hembra primeriza que fue sorprendida en su migración al sur por el parto y que salió a la zona, pero después al constatar que en ese momento también había otra cría en Brasil y al día siguiente otra en Villa Gesell, nos surgieron dudas. Al hablar con otros especialistas, tampoco pudieron llegar a precisar con exactitud la causa de estos eventos tan inusuales en nuestra zona, argumentan que podría estar relacionada de alguna manera con la gran mortandad de cachorros y hembras que sucedió el año pasado en las zonas de Puerto Madryn y en las zonas patagónicas debido a la influenza aviar.
—¿Hasta cuándo se queda la madre con su cría en la playa?
—Aproximadamente desde 20 a 25 días es el tiempo que se queda la madre criando a su cachorro, en los cuales la hembra permanece en ayunas en la playa con la sola función de cuidarlo y amamantarlo. Luego de ese período de tiempo la hembra en forma imprevista, o sea no gradual, vuelve al mar y desaparece quedando el cachorro ya independiente de su cuidado en la playa donde puede permanecer unas semanas más hasta completar el proceso de muda o sea el de recambio de pelo para una vez sí volver al mar para alimentarse. Este periodo de tiempo que pasa el cachorro solo va a permanecer en ayunas pero con ganancia muy grande de peso porque imaginemos que mientras está haciendo amamantando en condiciones normales por su madre puede llegar a aumentar un promedio de 5 a 6 kilos por día, y a la vez se da obviamente la baja de peso de la madre que puede estar llegando a perder 10 kilos por día. Si todo transcurre con normalidad se puede observar el crecimiento notorio corporal del cachorro y a la vez, el adelgazamiento de la madre.
—¿Pasó otros años de tener nacimientos de elefantes marinos en las playas bonaerenses?
—No tenemos registros previos de constatar nacimientos en la provincia de Buenos Aires, sí se han atendido cachorros y animales recién destetados de quizás un mes de vida o un poco más en la costa bonaerense, animales muy flacos pero que presumiblemente se habían asociado a ejemplares que habían sido destetados en Patagonia y en su primer migración trófica, o sea en la primer búsqueda de alimentos, no lo habían encontrado y por eso estaban en esas condiciones, muy flacos y demacrados.
—¿Qué cuidados hay que tener cuando uno ve una cría en la playa?
—Los cuidados que hay que tener en relación a una cría en la playa obviamente varía de las condiciones, en la zona dónde se de el nacimiento y de qué especie estamos hablando. Obviamente si vemos, cómo muchas veces sucede en la provincia de Buenos Aires, una cría de una franciscana que es un cetáceo muy vulnerable cuya distribución geográfica abarca la zona del Partido de la Costa, es una atención inmediata, porque esos cachorritos varados de días de nacido sin el cuidado de su madre no puedan sobrevivir, hay que trasladarlos de forma urgente a un centro de rescate y rehabilitación. En el caso que nos compete de los elefantes marinos, no hay que intervenir, es un hecho totalmente natural ya que aquí no vemos el cachorro varado solo, esto no es un varamiento natural sino la reproducción de esta especie, es un hecho totalmente natural y normal, aquí lo anormal es que hayan parido en estas zonas que no les brindan las condiciones de tranquilidad y seguridad que estos ejemplares tienen en las colonias patagónicas. Allá se reproducen en colonias, en reservas que están permanentemente custodiadas y donde las personas no tienen acceso.
Estos últimos nacimientos en la provincia de Buenos Aires se da en playas de acceso público donde hay permanentemente personas, vehículos, perros. Entonces el trabajo es muy demandante y complicado, ya que estos animales solamente requieren la tranquilidad y el espacio adecuado para que la hembra pueda en esa cantidad de tiempo estipulados entre 20 a 25 días poder dedicarse exclusivamente a amamantar a su cachorro. Nuestro trabajo primordial en estas horas es asegurar esa tranquilidad por medio de una guardia permanente, hablar con la gente porque hay muchas personas desaprensivas que no respetan el recinto que se le hace para seguridad del animal. Cualquier cosa que ocasione la intranquilidad de la madre puede hacer que abandone a su cachorro o bien meterse al agua y el cachorro en su desesperación puede salir en su búsqueda y perecer ahogado porque en esos días iniciales no está totalmente capacitado ni preparado para estar mucho tiempo en el agua porque todavía está delgado y muy vulnerable a las bajas temperaturas del agua y no sabe cazar su alimento.
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