Son un eslabón clave para la atención en los hospitales, pero poco reconocidos: qué le reclaman los médicos residentes a la Ciudad
Se movilizaron hoy frente a la Plaza de Mayo en demanda de mejoras salariales y en las condiciones de trabajo
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Carina Goya, de 32 años, es médica. Se recibió en la Universidad de Buenos Aires y hace tres años que hace su residencia especializada en pediatría en el Hospital Pedro de Elizalde, que está bajo la órbita del Ministerio de Salud de la ciudad. Junto con otros colegas, también residentes o concurrentes, marcharon hoy frente a Plaza de Mayo con una mochila cargada de reclamos de larga data, como poner un freno a las jornadas laborales interminables, mejorar las condiciones de trabajo –que describen como precarias– o las guardias que no se pagan extra. Pero en esta ocasión, señaló Goya a LA NACION, el reclamo central fue el salarial. Afirmó que, como le sucede a buena parte de los argentinos, el dinero que cobran no les alcanza para vivir.
“Tenemos un reclamo bien concreto. Por un lado, estamos exigiendo un aumento del salario básico a $250.000. Hoy un residente de primer año cobra solo $110.000. Y no queremos un aumento en cuotas, ya nos han dado un 60% de aumento en cuotas a principio de año, pero eso ya se licuó con la inflación. Además, nuestra situación en los hospitales porteños contrasta con lo que sucede en los hospitales de la Provincia o la Nación, donde los residentes ganan al menos $180.000″, describió Goya, quien participaba en la manifestación que convocó, según dijo, a unas 3000 personas.
Las residencias son las especializaciones que, al terminar la carrera de medicina (en la UBA son ocho años, entre el CBC, los seis de carrera y otro de internado no rotatorio), algunos profesionales de la salud deciden emprender. Duran por lo menos cuatro años. De este modo, estos jóvenes deben atravesar, luego de ocho años de estudio, un tramo complejo en los hospitales por las condiciones en las que –denuncian– trabajan.
Goya detalló que su turno suele comenzar a las 7.30 y que, según el flujo de pacientes que reciban, puede terminar a las 17 o a las 22. A eso se le suman las guardias de 24 horas, por las que no cobran extra.
“Entre el trabajo cotidiano y las guardias muchas veces trabajamos de lunes a lunes. En la pandemia terminábamos las guardias y salíamos todos llorando. También hay residentes de cirugía que trabajan 36 horas seguidas, duermen en los huecos libres, pero en la práctica hacen jornadas de 36 horas donde tienen muchas cirugías y nunca regresan a su casa a descansar”, lamentó Goya.
Voceros del Ministerio de Salud de la ciudad respondieron a LA NACION que las conversaciones entre el Ejecutivo porteño y las distintas asociaciones gremiales y sindicales “son constantes, con el objetivo de lograr una toma de decisiones acorde con las necesidades de las partes y sujeta al contexto actual”.
Además, si bien la consulta fue por las residencias médicas, desde la cartera que dirige Fernán Quirós agregaron: “Se acompaña y fomenta la capacitación y el desarrollo de la enfermería con el fin de mejorar sus condiciones laborales, teniendo en cuenta que se trata de una actividad que demanda una formación continua y progresiva”.
Hasta 13 guardias por mes
Sebastián Goin, de 31 años, es otro de los residentes que adhirieron hoy al reclamo. Está en el cuarto de año de su residencia en medicina general y familiar en el Hospital General de Agudos Cosme Argerich. Durante dos años, además de trabajar en la semana en el Argerich, los sábados y domingos atendió en una unidad febril del Hospital Pirovano para poder tener un ingreso que complementara su sueldo que, al igual que le sucede a Goya, no le alcanza para cubrir sus gastos.
Un residente de cuarto año, indicó Goin a LA NACION, en promedio cobra $128.000 por mes; por eso, argumentó, se ven obligados a caer en el pluriempleo, que los desgasta física y emocionalmente.
“El sistema de las residencias es muy verticalista y la opinión del residente o el concurrente no vale. Las especialidades quirúrgicas tienen, al menos, ocho guardias por mes. Hay compañeros que llegan a hacer 12 o 13 guardias en un mes. Eso es una locura, porque muchas veces no hay casi descanso luego de la guardia y al otro día tenés que ir al hospital. Lo que pedimos es un aumento a $250.000; no es una cifra arbitraria, sino que la relacionamos con la canasta básica total de la Ciudad, que incluye alquiler, la escuela de los chicos, los alimentos, etcétera”, detalló Goin.
Por el otro lado, Goni describió la situación de los concurrentes que, si bien tienen una día libre por semana y, en teoría, trabajan media jornada, no cobran ni tienen ART. “Para entrar a las residencias se arman listas de mérito. Primero ingresan los residentes y luego los concurrentes. Estos últimos ni siquiera cobran. Parece mentira, pero es real”, opinó Goin.
Por su parte, Ricardo Solari, vicepresidente de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires, expresó a LA NACION su “profunda” preocupación por la situación de los residentes y anunció una nueva marcha para el próximo martes.
“Ayer la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad hizo un consejo central donde se representó a todos los hospitales. En ese consejo decretamos un paro y marcha para el 27 de este mes, que se dará en el contexto de un rechazo a un ofrecimiento salarial que hizo el gobierno porteño. El reclamo es de los médicos de planta y los residentes, que son médicos que se encuentran en un proceso de formación trabajando codo a codo con el resto del equipo. Los reclamos de hoy de los residentes son justos, aunque están fuera de nuestra representatividad gremial. Tenemos una profunda preocupación por lo que está pasando en el sistema de formación y capacitación de los médicos. Los salarios son paupérrimos”, afirmó Solari.
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